Trate de orinar y toser al mismo tiempo

Inténtelo, verá que es difícil. Se requiere de práctica y concentración. Este proceso revolucionario es así, como si dijeran sí, pero no. El problema es que soy declarada y definitivamente intolerante con los asesinos o con los que simpatizan con ellos. Se ha armado un revuelo que, al principio, consideré estúpido: repito, soy intolerante. Que si Chino y Nacho pa’ca, que si Chino y Nacho pa’llá. El año pasado, por esta mismísimas fechas ("El muerto al hoyo y el vivo a ¡gozá¡ Desvergüenza e insensibilidad a la zuliana", www.aporrea.org/regionales/a177207.html, 19/11/13), hubo una tragedia en el amanecer de la porquería de la Feria de la Chinita: dos jóvenes murieron y varios resultaron heridos, mientras Chino y Nacho, inmutables, seguían el show.

¡Qué importaban los muertos, mientras a ellos les pagaran su show! Ahora resultó igual: ¡qué importan los muertos de las guarimbas que ellos apoyaron, mientras les paguen! nadie me preguntó, pero permítanme recordar las palabras del Libertador: a cada perdón, sigue otro ataque.

Están, porque yo no, confundiendo tolerancia con impunidad. Y me permito decir esto también: la música de Chino y Nacho, para mí, es una soberana porquería. Cada quien con sus gustos, pero sí se va a gastar tanto "rial" en un festival, debemos darle prioridad a lo que enaltezca realmente nuestra cultura y capacidad creativa, no a esa transculturización "meneadora de culo", que nada bueno deja a nuestros jóvenes y que representa al más puro y descarado capitalismo.

Hace años, dos compañeros de trabajo súper escuálidos, me preguntaron que si me gustaba la música gringa. Les dije que dependía, a lo que ellos respondieron que cómo era eso que me gustaba la música del imperio, a lo que yo respondí que la música es universal.

Puede venir un "marciano de Júpiter", como diría Julio Borges, y tocar algo mientras nosotros tocamos un joropo, y hacemos un bonito intercambio cultural. De hecho, la música puede utilizarse como un lenguaje, un método de comunicación, codificado. Pero no podemos confundir, y menos permitir, que se incite a asesinarnos, y después convidarlos a que den una "tocaíta".

También podemos invitar a María Conchita y que nos cante "una noche de copas, una noche loca", mientras incendian Chacao, hasta los teque teques de droga y caña. Un espectáculo de ensoñación, ¿verdad?, amenizado con franco tiradores y bombitas molotov ¡Divino!

Espero que la gente seria, coherente, clara en sus ideas, se mantengan así. Que los jóvenes revolucionarios, firmes en el legado de educación, culturización hacia lo nuestro y a lo útilmente universal y solidario, que nos indicara el Comandante Eterno, sepan diferenciar, y jamás callar ante la impunidad.

durante.paula@gmail.com



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