Querida Carmen Querida

Querida, querida, Carmen querida, como siempre escribes tan bien, que me dejaste mudo y sin letras. Como dices muy bien, mis artículos son en gran parte hijos de mis vivencias, de vida del pasado y el presente, que las unen ahora mis recuerdos y mi modo de ver el por ahora de la vida pasada y presente.

Estoy leyendo, El MIR y la lucha armada, con prólogo de Fernando Soto Rojas escrito por Alírio Liscano de Editores Vadell hermanos.



El proceso Bolivariano

Esa obra singular y única, se la debemos a un hombre extraordinario a un soñador nato, que nos hizo compartir su sueño, que en su momento levantó su voz firme de líder un 4 de febrero y que en otros, supo decir como ningún otro las verdades a su pueblo, supo cantarle sus canciones con aquella voz templada, amorosa y llena de melodías y el sabor del llano, como sólo él podía hacerlo, arrullar a su pueblo tan querido, consentirlo, mimarlo con sus Misiones. La primera de todas fue Barrio Adentro y la Misión Robinson.

Salud y educación unidas de la mano.

Allí estuvimos con los panas cubanos.



La Crítica.

El juicio yo hoy se lo dejo a Dios, no soy quien para juzgar, pero si para ejercer el derecho como revolucionario a la crítica, a la crítica con la intención de que esta sea constructiva y capaz de ser oída por los de arriba, capaz de parar errores que luego pudieran ser muy graves y costosos o acabar con el sueño de Chávez que sigue siendo nuestro.

Recuerda lo que Chávez dijo una vez, (La crítica es el látigo que hace avanzar la revolución)



Miedo

No debemos temerle al enemigo, sepamos tener el valor de la verdad, de crítica al reconocer nuestros errores frente a ese enemigo y en la plaza pública de ser el caso.



Prédica

Mi predica ja,ja,ja, es mi realidad, mi día a día yo vivo hoy de mis recuerdos, como todos los de la tercera edad, recuerdos que adoro y atesoro entre mis escritos. Pero me gustan hoy mis rosas, unas fresas con crema, un helado ron pasa o tuti fruti, un jugo de guanábana y mis hermanos perros callejeros. Con la grata sazón de la amistad de los pocos verdaderos amigos que aún me quedan, en mis soledades, en mi floresta. Entre ellos tu.

Segundas infancias ja,ja,ja,ja, que risa no sabes cuanto daría yo por pasear de la mano con mi madre y que me diera mis teteros de jugo de naranja con zanahoria rayada. Poder ir con mi padre a las prácticas de los topógrafos de su academia en la vieja casona del trapiche donde hoy está la UCV.

Recuerdos, sólo recuerdos me quedan de esos felices momentos de mi vida y de otros muchos.

Te regalo este poema



Azul

Autor: José Juan Requena.



Me cubre la sombra suave del moriche

me encuentro como piedra pensante

altiva palmera, te pregunto

¿Cómo empezó el universo?



Mi piel siente la brisa suave de la tarde

yo me muevo con la vida

como tu moriche, mi verde palmera

como la esperanza como la vida

que vuela de rama en rama en el moriche.



Junto a una trigueña hermosa

siempre quisiera yo estar

y en sus brazos descansar

eternamente mi vida.



El azul de este ancho mar

es como mis ilusiones

nunca se alcanza un final

ni el azul perfecto y puro.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1855 veces.



José Juan Requena


Visite el perfil de José Juan Requena para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



José Juan Requena

José Juan Requena

Más artículos de este autor