El Socialismo que yo quiero ¿Será posible?

Mis queridos lectores, como todos ustedes saben, ya somos cada día más los que no estamos satisfechos, y desde ya hace mucho tiempo, con el tipo de socialismo que estamos viviendo. Algunos conservan las esperanzas que el rumbo pueda cambiarse y para mejor, debo señalar que no soy tan optimista al respecto.

Uno de los aspectos psicológicos devastadores que tiene la crisis que se está viviendo tiene que ver con la incertidumbre. Todos los seres humanos vivimos con algún grado de incertidumbre es cierto, pero es conveniente que este sea el mínimo posible. El problema que tenemos que sufrir a diario es que más elementos de nuestra vida caen en el terreno de lo indefinido y lo incierto, lo que nos lleva a un alza en nuestro nivel de estrés viéndose perjudicadas nuestras relaciones interpersonales y facilitándose el caer en estados depresivos. Me parece contradictorio que en un país cuyo gobierno ha abrazado el socialismo estemos frente a una incertidumbre creciente, incertidumbre que siempre se le ha achacado al capitalismo salvaje. La clase de incertidumbre que están viviendo los europeos en estos momentos en relación al empleo, a la seguridad social, a la posibilidad de acceder a una vivienda y no perderla por no poder pagarla, etc.

Sin embargo, en la Venezuela de hoy nos falta certidumbre en muchas cosas:

Certidumbre que no seré asaltado y asesinado por un antisocial que quiera robarme el celular.
Certidumbre que tendré la oportunidad de un trabajo bien remunerado que me permita tener un nivel de vida digno, y no me vea forzado a tomar cualquier trabajo porque es mejor algo que nada, o tener que dedicarme a la economía informal.
Certidumbre que el precio de todas las cosas no variará en el futuro, de esta manera podré planificar mis gastos y haré rendir mis ingresos, y no tener que pasar la pena de estar devolviendo artículos en la caja porque no me alcanza el dinero, algo que todos hemos visto más de una vez.
Certidumbre que cualquier trámite será expedito y fácil y no tener que madrugar para hacer una cola y sufrir largas horas de espera con la esperanza de que me den un número, y no me digan lo siento se acabaron los números vuelva mañana, pero eso sí, más temprano a ver si tiene suerte. Es muy posible que alguien esté sonriendo pensando las veces que un funcionario público le dijo algo así.
Certidumbre que encontraré afeitadoras, desodorante, aceite, harina pan, etc. Poco a poco nos hemos ido acostumbrando a que no encontremos el artículo que vamos a comprar, nos estamos acostumbrando a observar sutilmente a alguien que lleva una bolsa de supermercado para escudriñar si lleva alguno de aquellos bienes preciados señalados. Ayer me sorprendí enviando un mensaje de texto a un grupo con la expresión – guaooo conseguí afeitadoras – la respuesta fue – fulanito dice que le compres unas y te las paga después. La verdad es que no podemos ni debemos acostumbrarnos a algo que en cualquier país es totalmente normal - comprar una afeitadora, más aún no es posible que no podamos fabricarlas en el país.
Certidumbre que podré acceder a una vivienda digna, una aspiración que todos tenemos en la vida pero que hoy es prácticamente imposible dado el nivel de remuneraciones promedio que existe. Aquí haré una observación personal, en 2006 compré un apartamento en Bs. 120.000,00, de acuerdo a mis ingresos mensuales de la época, podría haber pagado el apartamento en 20 meses, ahora ese apartamento vale Bs. 1.500.000,00, con mis ingresos actuales me tomaría algo así como 100 meses poder pagarlo.
Certidumbre que si mi carro cae en un hueco la municipalidad me indemnizará, está bien - si es algo muy fantasioso- cuando no tengo la certidumbre que la municipalidad recoja la basura de las calles todos los días, sería como mucho pedir.
Certidumbre que nadie se robará ni un bolívar de mis impuestos, esto si es soñar despierto, pero no podemos acostumbrarnos a que el robo de los dineros públicos sea lo normal.
Certidumbre que cuando abra el grifo saldrá agua cristalina y potable, y no aire debido a algún plan de abastecimiento especial (o sea racionamiento).
Certidumbre que cuando presione el interruptor tendré luz y no estar sometido a racionamientos de la energía.
Certidumbre que en cualquier hospital seré atendido de inmediato y que mis familiares no tendrán que andar pegando carreras consiguiendo gasa, vendas, inyectadoras, medicinas.

Siempre pensé que el socialismo era un modo de vida en la cual la certeza acerca del mundo que me rodea era algo que se daba por descontado. En una conversación con un amigo que ha vuelto de Cuba, él me decía que los cubanos señalaban que la emigración era básicamente por motivos económicos, en otros aspectos la vida de los cubanos existe certeza. Certeza en el acceso a la educación, certeza en el acceso a la salud, certeza respecto a la seguridad ciudadana, etc. El problema del cubano es que tiene certidumbre de que aunque estudie y se prepare y trabaje duramente, no podrá acceder a un conjunto de bienes y servicios por las bajas remuneraciones existentes.

Siempre he señalado que debemos sacarnos el sombrero ante el venezolano por su capacidad de adaptación infinita a un ambiente hostil en todos los sentidos, que lo obliga a sufrir horas entrampado en un tráfico endemoniado, sentado en unidades de transporte desvencijadas que van vomitando un humo negro tóxico a diestra y siniestra, con un chófer que coloca la música a todo volumen. Un venezolano que si tiene la fortuna de un trabajo formal posiblemente gane un sueldo mínimo que apenas le alcanza para sobrevivir, y si es un trabajador informal, posiblemente deba soportar las inclemencias del clima, y enfrentar el peligro de ser arrollado en una autopista donde se dedica a vender chucherías. Un venezolano que todos los días corre el riesgo de ser asaltado y asesinado para quitarle un celular.

Requerimos de un socialismo que fomente a modo de ejemplo las siguientes acciones para tener una mayor transparencia y uso adecuado de los recursos públicos:

Prohibir por ley las costosas vallas publicitarias a color en las construcciones de infraestructura del Estado.

Prohibir por ley que un funcionario ocupe más de un cargo. Debemos acabar con esa práctica nociva de funcionarios que parecen Superman, pero sin capa y que no vuelan.

Prohibir que un ministro tenga una profesión distinta al quehacer del ministerio en cuestión, que no haya un ministro de infraestructura que sea sociólogo, un ministro de educación que no sea educador, etc. Esto me parece de lógica muy simple, si para cargos subalternos le solicitan a los aspirantes una profesión afín al cargo a desempeñar.

Prohibir por ley los enroques ministeriales. Si un ministro no lo hace bien en una cartera, cómo es posible que lo vayamos a cambiar a otro ministerio.

Prohibir que un ministro entrante llegue con un equipo de gente (su gente), la práctica cotidiana debería ser, a lo sumo él y su secretaria privada. Estos cambios de equipos completos impiden totalmente la continuidad administrativa, es una práctica ineficiente y facilita la corrupción.

Prohibir que un ministro que haya sido destituido pueda volver a ser ministro.

Cuando el Presidente decida nombrar a un ministro que su curriculum sea publicado en los diarios de mayor circulación.

Cuando el Presidente decida remover a un ministro exponga por escrito y en diarios de circulación nacional los motivos para la destitución, y que el ministro destituido tenga derecho a réplica.

Que todo ministro presente su plan de acción por escrito, máximo a 30 días de su toma de posesión del cargo y se publique en la prensa nacional.

Trimestralmente todo ministerio deberá presentar una memoria y cuenta por escrito de sus logros y el porcentaje de cumplimiento de su plan de acción, ante la Asamblea Nacional, la cual será publicada en la prensa nacional.

Todo ministro que no cumpla en un trimestre al menos un 60% de las metas trimestrales planteadas deberá renunciar de inmediato.

Decretar por ley que todo funcionario público debe dar explicaciones públicas de su gestión cuando sea solicitado por 50.000 habitantes.

Prohibir por ley que un ministerio, ente u organismo público solicite créditos adicionales que superen el 25% del presupuesto original. Esta es otra práctica total y absolutamente nociva, los gobiernos acostumbran a presentar presupuestos irreales y saben de antemano que a tres meses de iniciado un año fiscal deberán estar solicitando créditos adicionales.

La creación de un nuevo ministerio deberá decidirse en referéndum popular.

Se prohíbe por ley que el Presidente de la República se ausente del país por más de 30 días al año.

Por ley, el Presidente estará obligado a rendir cuentas del gasto de cada viaje en un plazo no mayor de 15 días, remitiendo las facturas y comprobantes a la Asamblea Nacional, lo cual deberá ser publicado en la prensa. Además, antes de cada viaje deberá publicarse el listado de la comitiva que lo acompañará, si esta incluye más de 10 personas deberá justificarse el exceso de personas.

Se prohíbe por ley cualquier partida secreta que exista.

Modificar la Constitución para fijar el período presidencial a 4 años con reelección inmediata por solo un período, y eliminar el referéndum revocatorio.

Incrementar sustancialmente la cantidad de juzgados y jueces a nivel nacional. El 80% de los jueces deberán ser titulares.

Crear mecanismos fiscales para incentivar la inversión y la producción como pueden ser rebajas impositivas, simplificación de trámites.

Impulsar el Gobierno Electrónico

Centralizar todos los ingresos en divisas en el Banco Central y prohibir la creación de fondos en dólares fuera del control del Banco Central, devolverle la autonomía en su gestión. El presidente del Banco Central debería ser electo por voto popular. La misión fundamental del Banco deberá ser la estabilización del valor de la moneda.

Impulsar la exportación no tradicional, eliminando todo impuesto a la actividad, simplificando trámites y proveyendo créditos blandos.

Si nos ponemos a ver muchas de las medidas descritas no parecen difíciles de implementar pero requieren por supuesto el valor y la voluntad política para hacerlo. Valor, porque implica que el Gobierno está dispuesto a ceder poder y está dispuesto a rendir cuentas ante la ciudadanía.

Cabe destacar que las medidas propuestas tienen una característica muy importante, las mismas pueden ser implementadas por cualquier gobierno haciendo abstracción de la posición ideológica, siempre y cuando estemos en el marco de un sistema democrático.

Por supuesto, la puesta en marcha de este tipo de medidas no está exenta de obstáculos y resistencias, estos seguramente provendrán de la clase política, la cual sea de izquierda o de derecha se resistirá a cualquier menoscabo de su poder e influencia.

Pienso que si fuéramos capaces de implementar algunas de estas medidas podríamos tener un mejor socialismo y un mejor país, sin embargo, independientemente que el gobierno de turno sea de izquierda o derecha, de orientación popular y que busque la justicia social, o sea fervoroso creyente de las bondades de la economía de mercado.


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Hernán Luis Torres Núñez


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