¿Implosión?

El momento político venezolano no es el mejor. Desde hace varios meses ha fluido una severa crisis económica con duras manifestaciones sociales y políticas.

Desde las élites estatales, en las que tiene mucho peso una burguesía burocrática corrupta, se ha planteado la idea de una guerra económica orquestada por poderes internacionales, como parte de una "golpe blando", como la fuente de los males económicos. Es parte de la explicación del desorden económico.

Sin embargo, la teoría critica, que aflora incontenible en muchos escenarios, ha señalado otros ingredientes. El rentismo petrolero sigue intacto y mutó hacia una variable perversa que degrada todo el entramado social. La corrupción estructural, causa del despojo de casi 30 mil millones de dolares en los últimos 24 meses y de la fuga hacia paraísos fiscales de mas de 300 mil millones de dolares, es la manifestación más critica del parasitismo de las camarillas políticas que hacen gala de una estridente retorica seudo socialista y patriotera.

La inflación galopante, el desabastecimiento, la especulación, la degradación de los salarios, la violencia urbana, los fascismos parciales estatales, las masacres policiales de "colectivos revolucionarios" a plena luz del día en Caracas, perfilan un profundo desacomodo en las bases reales que le dan soporte a la vida de 30 millones de personas.

Es el caldo de cultivo adecuado para la permanente agitación y violencia promovidas por los núcleos duros de la derecha cuyo objetivo es el colapso y rápida salida del gobierno de N. Maduro. Al tiempo que este, ha preferido la transacción y concesión a los potentes conglomerados económicos y financieros, únicos beneficiarios de la inestabilidad e incertidumbre galopante. Las gigantescas fortunas existentes han sacado el mejor partido y su acumulación no tiene limite, con la ayuda del gobierno. Mientras la pobreza y segregación social se extienden por la sociedad, con ayuda del gobierno.

Al oficialismo le molesta que se digan estas cosas. Pero por mas periódicos y cadenas de televisión que pasen a manos de los potentados boliburgueses, utilizados como herramientas ideológicas para encubrir la realidad, la verdad se impone. Sale a flote.

No puede esgrimirse una solidaridad mecánica para tapar la podredumbre reinante en el Estado y la política central de la sociedad. Por ejemplo ¿No le parece al Ministro Miguel Rodriguez que debe asumir su responsabilidad política por la masacre ejecutada por la policía/CICPC, en Quinta Crespo de miembros de una asociación de revolucionarios comprometidos con la defensa del proceso iniciado y liderado por el Presidente Chávez?. Su silencio es una vergüenza. Su renuncia es lo menos que debio ocurrir hace días.

Con un cuadro de esta magnitud es apenas obvio que se manifiesten inconformidades políticas desde la Izquierda. Varios sectores revolucionarios han manifestado su inconformidad con la alteración del curso del proceso de cambios en la sociedad venezolana. El Plan de la Patria parece cosa del pasado y el "golpe de timón" paro en la derecha socialdemocrata tropical, en un cambio espectacular de sentido.

Tiene sentido hablar de una implosion en el campo político chavista. Hay que tomar distancia de la facción boliburguesa y recuperar la condición intrínseca del proyecto socialista de transformación radical de la estructura social capitalista. No hay que dejarse meter en la trampa de la supuesta división del Partido mayoritario. Quieren meter susto con eso. Desde mucho tiempo atrás son múltiples y diversas las manifestaciones revolucionarias que no pueden ser encadenadas por los nuevos patronazgos clientelares y los jefazos regionales.

Profundizaremos estas consideraciones.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1959 veces.



Horacio Duque

Politólogo e historiador.

 horacioduquegiraldo@gmail.com      @horacio_DG

Visite el perfil de Horacio Duque para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: