Luego del artículo mío que fuera publicado en Aporrea.org el día 9/7/2014, donde alertaba al entonces Canciller Elías Jaua sobre la necesidad de prestarle atención a nuestras embajadas, algunos amigos se animaron a confiarme varios casos que pudiéramos considerar graves en algunas de nuestras representaciones diplomáticas y consulados. En este caso nos referiremos, hablaremos, de la embajada nuestra acreditada en la Mancomunidad de Australia, o sencillamente Australia como se conoce comúnmente. Comenzaremos con esta Embajada porque fue una de las representaciones diplomáticas que mencioné expresamente en el artículo anterior y de la cual hice referencia al tiempo que Tiene en esa embajada el señor Nelson Ramón Dávila Lameda y que además ha sido sumamente estéril su paso por esa misión diplomática.
Los amigos me comentan que el señor Nelson Ramón Dávila Lameda humilla y maltrata tanto al personal local como al personal diplomático y tiene pésimas relaciones con las autoridades australianas, no sólo porque durante los 9 años que lleva allá no se preocupó por aprender inglés, sino que su actitud arrogante y prepotente hasta con las autoridades del país anfitrión. Estás afirmaciones del trato hacia el personal que labora en la embajada, se ven confirmadas con dos hechos comprobados que pasaron la frontera de nuestra sede diplomática; los cuales paso a relatar: reposa en los archivos de la cancillería el relato de un incidente que tuvo este embajador con el chofer de la embajada donde casi llegan a los golpes. Este incidente fue producto de que el chofer no toleró las humillaciones del embajador. Eso le costó a la República Bolivariana de Venezuela, aproximadamente 12 mil euros, entre abogados e indemnización al chofer; además de una carta de disculpa por parte del embajador agresor. Con esa carta reconoce su culpabilidad.
El otro caso es un caso reciente pero que revela otros casos, realmente preocupantes de la conducta de nuestro embajador en Australia; me refiero a una empleada local que tiene 20 años trabajando laborando en la embajada y quien recientemente interpuso una demanda, ante las autoridades australianas (como lo hiciera el chofer en su oportunidad) por maltrato laboral que le produjo una un accidente cerebro vascular por una subida de tensión. Esta funcionara narra en una misiva enviada a nuestra Cancillería lo innumerables maltratos a la que ha sido sometida por el Embajador y además menciona haber presenciado igual trato hacia la mayoría de los que ahí laboran, destacando el caso de una administradora de la embajada, enviada por nuestra Cancillería, quién fue humillada a tal punto por el embajador que la obligó a pedir su traslado nuevamente a Venezuela y para colmo de males, el embajador mandó a cancelar su pasaje de regreso, sin que ella supiera, terminando ella abandonada en el aeropuerto junto a su hija de tres años de edad. Tal acontecimiento ameritó la intervención del gobierno australiano, quien envió una nota diplomática a nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, en fecha 2 de mayo de 2008, solicitándole protección para la funcionario y su pequeña hija. Hasta una hermana del Chino Khan que laboraba como ministra consejera en esa embajada tuvo que salir despavorida ante las hostilidades del señor Nelson Dávila.
Hay que cuidar nuestra imagen exterior. La política exterior es vital para nuestra Revolución, sobre todo ante la política de aislamiento que nos intentan aplicar las potencias capitalistas.
Hay que hacer una purga en nuestras embajadas.
* Internacionalista
