Carta al presidente de Venezuela Nicolas Maduro

Sr. Presidente…
Le escribo esta carta con extremada urgencia, seré breve, se trata de un asunto que nos afecta a todos los venezolanos. Acabo de salir de una farmacia, no le voy a mentir, encontré lo que buscaba, pero las demás personas que allí se encontraban pasaban por una situación de extrema angustia, ninguno encontró lo que estaba buscando y por los comentarios, todos venían de un largo periplo por la ciudad, de farmacia en farmacia buscando algún medicamento, una de esas personas era un señor asmático que prácticamente suplicaba por su vida.

Señor presidente, es mi obligación ayudarlo a reflexionar, no soy simpatizante del proceso, no me opongo a usted sin embargo, me opongo a muchas de sus políticas porque son erradas, no todas…algunas políticas como la sinceración de algunos precios de artículos de primera necesidad son las correctas, inevitablemente necesarias. Apoyo con todo mi corazón lo que usted está haciendo para tratar de sacar al país del inmenso laberinto donde su predecesor lo sumergió, pero lamentablemente persisten muchas prácticas realmente inconvenientes por no decir funestas para nuestra economía.

De nada sirve mantener precios artificialmente deprimidos, obligatoriamente forzados por debajo del margen de rentabilidad en productos de primera necesidad, el resultado es su desaparición del mercado o la distribución irregular…Kilométricas colas, contrabando, acaparamiento y todo tipo de inconvenientes incluyendo las peleas durante su distribución.

Es totalmente inconveniente insistir en un modelo económico que ha fracasado en tantos sitios y que ha sido superado, además no existe justificación en nuestro país y se lo voy a explicar.
¿De qué sirve mantener el precio de las medicinas en niveles que obligan a dejar de producirlas si los venezolanos tienen recursos para pagar su justo precio?... ¿Por qué desmantelar la industria del gas domestico para mantener precios totalmente fuera de contexto?... Si señor presidente, los venezolanos tienen suficiente dinero circulante, la prueba es la cantidad de productos suntuarios que adquieren y la conducta derrochadora que proyectan. Por todas partes uno ve oficinas de loterías, casas de apuestas, parley, galleras y peñas hípicas, para eso si hay dinero y no existe ningún tipo de límites... Son muchos los venezolanos que beben ahora cocinar con leña porque es casi imposible encontrar una bombona de gas…Pero lo que es peor, en el Apostadero Naval, Base Juan Crisóstomo Falcón, de Punto Fijo hay miles de bombonas de gas arrumadas en pequeñas montañas, nuevas, sin usar..Sin que nadie pueda explicar su origen o utilidad…

Todos nos imaginamos cual es su origen…alguien las compró en el exterior y logro un “margen de ganancia”…ahora a nadie le importa el destino de esas bombonas…Medidas populistas como esa solo derivan en enormes perdidas para la nación. Tal es el caso de las tan mencionadas capta huellas…Muchos venezolanos nos preguntamos el por qué en vez de colocar capta huellas en supermercados y abastos no las colocan en las casas de apuestas, en las loterías y parley, para que los “humildes trabajadores” no sean esquilmados. Alguien nos ha inyectado las perversa idea que es mejor colocarlas en los sitios donde estos venezolanos gastan el repele que les queda después de haberse bebido y jugado toda la quincena.
Seamos sinceros señor presidente; usted, yo y todo el mundo sabemos que los venezolanos somos muy irresponsables y que malgastamos el dinero en cualquier tontería, no hay una jovencita por “humilde” que sea su origen que no tenga un buen teléfono. Alguien se lo compró…No hay trabajador que los viernes no dedique una buena cantidad de su salario para “compartir” unos tragos y hacer unas apuestas…Pero cuando llega el momento de comprar una bombona de gas, nadie quiere pagar más de 5 bolívares….sí señor presidente, cinco bolívares por una bombona que dura un mes, mientras una cerveza que dura cinco minutos cuesta 25 bolívares en un bar baratero…un antro.

La ley de inquilinato acabó con la oferta de alquiler, las regulaciones acabaron con los productos de primera necesidad y ahora las medicinas, pero los viernes uno ve a miles y miles de jóvenes apostados frente a las licorerías, haciendo gala de tremendos equipos de sonido, cajas de cerveza y todo lo necesario para pasarlo bien…Esa imagen no concuerda con la idea de que los venezolanos necesiten que el estado obligue a los empresarios a que les regalen sus productos de primera necesidad.

Señor Presidente, espero haber sido claro y no haberle faltado al respeto, no es mi intención, solo quiero recordarle que usted no gobierna a unos niños de pecho y que las condiciones del país no se prestan para seguir dándoles todos los caprichos…Es hora de poner cada cosa en su lugar, es hora de hacer justicia y dejar la demagogia de un lado…Si realmente usted quiere que los productos vuelvan a los anaqueles entonces permita que se sigan fabricando, si usted no lo hace, tendrá que importarlos, pagarlos a precio internacional, subvencionarlos y luego distribuirlos, con lo cual le garantizo que las irregularidades seguirán, la escasez se acentuara y le será imposible gobernar…No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista y los venezolanos ya no aguantamos mas…Esta en sus manos establecer políticas adecuadas a la realidad, justas y sobre todo que permitan que los venezolanos vuelvan a tener la calidad de vida que hasta hace poco disfrutamos. Post data, no se olvide de sincerar el precio de la gasolina y el gas, ya esta bueno de regalarlos, PDVSA necesita ser reorganizada para mantener su operatividad y sobre todo que vuelva a ser rentable.

Atentamente.
 



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