Nuestra Revolución Bolivariana se ha caracterizado por llevar dentro de ella el ímpetu de la juventud. Desde aquel joven Bolívar que ante la Junta Patriótica, el 03 de julio de 1811, instaba a poner “sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana” hasta el cadete Chávez que desde su Academia Militar ya andaba arengando apasionadamente a los jóvenes soldados para que se unieran a la causa bolivariana.
El Comandante Chávez siempre nos decía que éramos dichosos, porque nacimos cuando está muriendo una época y naciendo otra, de la cual estamos llamados a ser parteros. Ese parto que está en proceso necesita que los jóvenes demos lo mejor de nosotros para que la carajita que esta naciendo, que es la Patria Nueva como la llamaba Alí Primera, crezca fuerte y robusta, sin repetir los errores del pasado ni reproducir los viejos vicios del capitalismo.
Con la intensión de aportar al debate actual sobre el papel que estamos llamados a jugar los jóvenes en la construcción del Socialismo, comparto con ustedes algunos extractos del libro “20 Tesis de Política” del filósofo Enrique Dussel, citado y recomendado por nuestro Comandante Chávez en muchas oportunidades, en el que reflexiona sobre la política como profesión o como vocación:
“…El oficio político puede ser interpretado y vivido existencial y biográficamente por el sujeto como una “profesión” burocrática, en ciertos casos muy lucrativa, o como una “vocación” motivada por ideales, valores, normas de contenidos normativos que movilizan la subjetividad del político a una responsabilidad a favor del otro, del pueblo”
“…El joven, bombardeado por la mediocracia, por la moda, por la totalidad del mundo cotidiano inmerso dentro del horizonte de una sociedad capitalista, que impone por el mercado sus ideales de ostentación, superficialidad, difícilmente puede superar las exigencias de aumentar su riqueza para poder comprar y mostrar esos signos caros (monetariamente) de diferencia. No es entonces imposible imaginar que el que elige la profesión de político rápidamente acepte las propuestas de Fausto y venda su alma al demonio de la fetichización usando el ejercicio del poder para sus propios fines, personales o de grupo. Así nace la política como “profesión” y los partidos políticos como maquinarias electorales…”
“Por el contrario, habrá que luchar para el nacimiento y crecimiento de una nueva generación de patriotas, de jóvenes que se decidan a reinventar la política, la “otra política”.
“Vocación significa “ser-llamado” (del verbo vocare) a cumplir una misión. El que “llama” es la comunidad, el Pueblo. El llamado es el que se siente “convocado” a asumir la responsabilidad del servicio. ¡Feliz el que cumpla fielmente su vocación! ¡Maldito el que la traicione porque será juzgado en su tiempo o por la historia!”
Espero sean útiles estas reflexiones para contribuir a cumplir con ese mandato que nos dejó nuestro Comandante Chávez a la juventud: “Sean de verdad nuevos para hacer una Revolución de verdad nueva, bonita, grande, para ser útiles, para ser grandes, séanlo, háganlo”.