Que el sacudón prometido no termine siendo un simple revoltillo

En los últimos días el gobierno ha venido generando toda una expectativa a través de lo mediático con el tema de un prometido sacudón, con la finalidad de corregir ciertas cosas en la dinámica gubernamental y lograr así mayor eficiencia en la gestión de gobierno. Es este sentido, los ministros y ministras, en su totalidad, han puesto sus cargos a la disposición del Presidente de la República para facilitar todo este proceso. Sin embargo, es importante que este sector que hoy gobierna el país, que se autodenominan como dirigentes de izquierda o revolucionarios, terminen de entender que es fundamental escuchar el clamor popular y más en estos procesos de revisión, y que por más movidas de matas que se hagan desde arriba la situación no va a mejorar si no se termine de asumir la participación popular como una política permanente, con la apertura de espacios que no respondan a coyunturas electorales y que hagan sentir al pueblo útil y protagonista real en la construcción de la sociedad deseada, caracterizada por los principios de la solidaridad, la igualdad y la justicia. De la coherencia y transparencia con la que se actúe el efecto será bastante positivo y los aportes que se intenten dar desde los espacios de gobernabilidad van a ser bien recibidos por la mayoría del pueblo venezolano.

No más enroques en los puestos de gobierno y cambio en la modalidad de trabajo.

Si realmente el Presidente Nicolás Maduro desea acabar con la ineficiencia y la corrupción será importante que destierre dos prácticas que han venido siendo muy perjudiciales en la operatividad del gobierno: 1) la práctica del enroque, lo que ha logrado una proliferación de la ineficiencia, es difícil concebir que si una persona no logra dar la talla en determinada institución, se pase la página y se le condecore con otro cargo en la administración del Estado. Un ejemplo de ello, y para demostrar este argumento, fue lo ocurrido en las gestiones de Diosdado Cabello y Rangel Ávalos en el estado Miranda, ambas gestiones fueron pésimas lo que ha costado que hasta la fecha no se haya podido recuperar la gobernación de Miranda y la alcaldía del Municipio Sucre, sin embargo, ambos continúan en funciones de gobierno y de direccionalidad dentro del partido; el primero, actualmente diputado a la Asamblea Nacional y presidente de este Poder, sin contar los distintos cargos de ministro que tuvo luego de salir de la gobernación, y además vicepresidente del PSUV; y el segundo viceministro en la cartera de Interior y Justicia. Jamás se abrió un debate dentro del partido para tratar de llegar a las causas que conllevaron a ambas derrotas y que luego de un período de gestiones escuálidas, que tampoco fueron eficientes, no se hayan podido recuperar estas entidades. Aquí es donde uno se pregunta ¿si las gestiones de Cabello y Avalos fueron excelentes, por qué no se pudo mantener el poder en estas entidades? ¿Manipulación mediática? No lo creo, este pueblo ha demostrado que no es manipulable y sino observemos su posición y coherencia en los días difíciles de abril de 2002. Lo cierto es que, así serian de malas estas dos gestiones que las consecuencias las estamos pagando hasta la fecha, pero, además, observemos todo el provecho que le ha sacado la derecha tradicional a la gobernación de Miranda, para proyectar a la joyita de Radonsky como un liderazgo “joven” y “capaz”. Así como estos dos casos, viene ocurriendo en los últimos años algo muy similar en el tren ministerial, ministros o ministras que no dan la talla en cierta cartera son pasados de un cargo a otro arrastrando en ese viacrucis institucional los efectos de su mala gestión. De tal manera, esperemos que en ese tan anunciado sacudón no continúe ocurriendo lo mismo, ya que sino todo terminaría siendo un revoltillo de ministros que sólo estarían cambiando de un despacho a otro.

2) Es importante afinar la modalidad de trabajo, ya que no sólo los cambios de personas ineficientes van a garantizar un buen desempeño en la funcionalidad del gobierno. Los ministros o ministras, y presidentes (as) de instituciones no pueden estar cargados de múltiples funciones, tanto administrativas en el gobierno como las asignadas por el partido, ya que toda esta duplicidad de funciones logran que alguna responsabilidad se vea sacrificada. Es importante que los encargados de llevar funciones dentro del aparataje del Estado se dediquen exclusivamente a ello sin cargar más de una responsabilidad y sin mezclarse con funcionalidades del partido. En este punto, el PSUV debe darle paso a nuevos cuadros con el fin de abrir la participación y evitar caudillismos dentro del partido, para evitar que se generen distorsiones al muy estilo adeco-copeyano.

La corrupción

Este es un flagelo que ha venido empañando no sólo a la gestión de gobierno sino a la población en general. Desde épocas muy remotas es un mal que ha estado presente en la sociedad, sin embargo, esto no puede ser excusa para evadir tal responsabilidad, en la que debemos estar claros que no sólo el gobierno debe asumirla sino también el pueblo en general, claro está que los que hoy gobiernan deben tomar mayor compromiso en este combate, tanto por su responsabilidad en manejar los recursos del Estado como por el ejemplo que deben impartir a la población, y más cuando hablamos de la construcción de una sociedad socialista. En este punto, es importante que el Presidente Nicolás Maduro si realmente quiere minimizar abismalmente este mal, y digo minimizar porque no caigo en ingenuidades al creer que del todo se va a acabar con esta mala práctica, debe empezar por publicar la lista prometida de las empresas de maletín que se llevaron los 22 mil millones de dólares de CADIVI, no se puede estar prometiendo una cosa para finalmente no cumplir, esto realmente deja mal parado al gobierno ya que la interpretación que se le puede dar a esto es que hay comprometidos dentro de los que hoy ocupan cargos gubernamentales con estas empresas y de cierta manera se están encubriendo a estas personas. El Presidente Nicolás Maduro en más de una ocasión, discursivamente, se ha comprometido en meter preso a todo aquel que esté vinculado a casos de corrupción “Caiga quién caiga” ha sido su frase en la que muestra su compromiso firme en atacar a estos choros, entonces porque no se empieza a publicar los nombres de estas personas para que el pueblo conozca quienes son esos sin vergüenzas y saber si realmente se está actuando.

Esto realmente sí significaría para los que esperamos por justicia una acción coherente y ayudaría a oxigenar al gobierno, logrando recatar esa credibilidad que se ha venido perdiendo respecto a este tema. No es posible que un grupo de bandidos se lleven una cantidad de divisas que dicen ser “de todos los venezolanos” y no sepamos si estos individuos están tras las rejas pagando por sus delitos y finalmente el pueblo venezolano termine pagando la crisis que han generado todos esos corruptos. Pero además, es vital para este proceso atacar las mafias que andan vestidas de rojo rojito, ya que hacen bastante daño a la idea revolucionaria y dejan mal parado el socialismo, la derecha tradicional astutamente busca sacar provecho de toda la situación al decir que el socialismo nuevamente ha fracasado que es un sistema inviable, pero aquí es donde yo pregunto ¿Son acaso socialistas los que han dirigido las empresas nacionalizadas? ¿Son acaso socialistas los militares que cuidan las fronteras y permiten el bachaqueo y se lucran de ello, o los militares que tienen sus negocios en los puertos y aeropuertos? ¿Son socialistas los que han manejado en los últimos años las empresas básicas del Estado en Guayana? ¿Acaso es socialista la exministra de Salud Eugenia Sader, quién además viene del estamento militar? ¿Son socialistas los que sacan la comida de los centros de distribución de Mercal y los venden a restaurantes y carnicerías privadas? ¿Son socialistas los rojos rojitos con Hummer y yates? ¿Son socialistas los que se llevaron los 22 mil millones de dólares de CADIVI? Con esto quiero decir que no es el socialismo el fracasado, como la derecha tradicional de este país lo hace ver, los fracasados son la pila de vagabundos que han venido cabalgando en las frases del socialismo y la revolución, y digo frases porque ni siquiera tienen discurso, y finalmente no han sabido estar a la altura de un proceso político que el pueblo ha intentado enrumbar, siendo débiles ante la ambición y la acumulación de riqueza mal habida.

Para finalizar si este gobierno quiere salvarse no pienso que lo pueda hacer con sacudones, ni movidas de mata o revoltillos, estoy convencido que la única forma será a través de la revolución social, ese es el camino, sin medias tintas, desterrando esos viejos vicios heredados del puntofijismo que muchos en la actualidad han sabido perfeccionar y abriendo espacios de participación al pueblo organizado, que no estén atados a estructuras burocráticas del Estado que sólo logran obstaculizar su desempeño, que permitan contribuir a la edificación de ese nuevo modelo de sociedad que cada día se vuelve más necesario.

alvarezramon7010@gmail.com






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Ramón Álvarez


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