A los vulnerables nos matan más fácilmente

Mujeres, discapacitados, migrantes, minorías, niños, mayores, jóvenes, pobres,  trabajadores  informales, desempleados, excluidos sociales…; son vulnerables.

Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) de los 7.3 mil millones de personas 2.200 millones son pobres y casi el 80% de la población mundial no tiene protección social integral; 842 millones de la población padece hambre crónica y 1.500 millones de trabajadores tienen empleos informales o precarios.

Worldometers recuenta que sólo el 19 de este mes de agosto, a las 20:10 (hora española), 25.762 personas murieron de hambre en todo el mundo, el día 22 a las 19.35 (hora española) fueron 25.011; a esas mismas horas y días se habían producido en todo el mundo 42.833.834 y 43.385.904 vehículos respectivamente para la venta. Este es el paraíso neoliberal que los socialistas denunciamos.

Quienes no cuestionan sus propios planteamientos ideológicos la UNODC les recuerda la inseguridad que la pobreza, los conflictos políticos, económicos, sociales, el crimen organizado y el alcohol fueron algunas de las causas que generaron 437.000 asesinatos en 2012 y 468.000 en 2010 en todo el mundo; triste evolución como para decir que nos encontramos en un escenario donde lo que hace falta son apretar algunas tuercas para que todo funcione.

Aún con este fracaso nos encontramos con la insistencia de que el sistema capitalista es el mejor sistema conocido y por ello hay que mantenerlo. Menuda hipocresía.

Frente a esta realidad es necio no exigir un cambio revolucionario internacional, el actual modelo de Estado capitalista ya no es útil ni puede reformarse; uno de sus grandes medios: Las grandes Cumbres Mundiales, nos han acostumbrado a las leyes más oligarcas jamás tenidas, esas  que nos dicen que no todo es alcanzable, que los méritos aseguran el futuro y que el mundo se escribe en blanco y negro.

A pesar de que el virus de la vulnerabilidad ha logrado cercarnos en nuestros ámbitos más seguros (casi el 15% de todos los homicidios en el mundo se dieron en nuestros hogares (63.600), de ellos 43.600 fueron mujeres), las capas populares vulnerables no se han reunido para convertirse en un movimiento mundial.

A los malos no se les puede pedir una “revisión” para que sean menos malos porque perfeccionan su maldad. Para colmo hoy el mensaje a nuestros jóvenes es simple: 1 de cada 50 será asesinado antes de llegar a los 31 años.

El sistema capitalista falla porque sus reglas siempre se dirigen al mayor beneficio a la rentabilidad de la desinversión y al gasto de los escasos ahorros populares: “Casi 750 millones de  vulnerables viven en las Américas y África y 3 mil millones de personas tienen una mejor vida en Europa, Asia y Oceanía”, sin embargo quien piense que los malos sólo viven fuera de las Américas y África, se equivoca; conviven con ellos y nosotros todos los días y hasta no identificarlos y separarlos de los movimientos sociales auténticos, es imposible la existencia de un proceso de rebelión continuo.

No puede ser una casualidad o fruto de un error de cálculo que en las Américas la inseguridad está vinculada al 30% de los homicidios y en Europa, Asia y Oceanía al menos 1%.

Fuentes: Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito: estudio mundial sobre el Homicidio

Worldometers. http://www.worldometers.info/es/



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