El contrabando una realidad histórica preocupante

En estos días se habla del contrabando en casi todas las calles de Venezuela en razón de las medidas que ha tomado el gobierno, debido al alto volumen de mercancías y capital que traspasa las fronteras entre Venezuela y Colombia y que está disminuyendo las posibilidades de atender a la población de menos recursos a quienes están dirigidos los programas sociales de alimentación.

El contrabando en sí es un delito que en Venezuela existe desde los tiempos de la colonia. Sin necesidad de pensarlo dos veces ha sido un mal histórico que hemos vivido a lo largo de nuestra historia. En nuestra nación ha tenido mayor fuerza debido a la cultura facilista que se impuso en el Siglo XX con la aparición de la economía rentista petrolera. Unas veces ha favorecido a la economía venezolana y en este momento ha favorecido a Colombia. De esto hay suficientes pruebas desde la perspectiva geográfica y con más razón lo saben quienes viven en la frontera. Puedo señalar con suficientes pruebas lo que ha ocurrido en las fronteras donde el Orinoco y el Río Negro sirven de línea divisoria. La geohistoria puede contribuir a la elaboración de un análisis científico de lo que allí ha ocurrido y sigue ocurriendo.

Los medios venezolanos impresos y radioeléctricos cada día tienen noticias sobre lo que ocurre en el contrabando, donde se difunde el daño que le hace a los sectores productivos y a la economía venezolana en general, exigiendo al gobierno mano dura. Y el gobierno ha escuchado y ha asumido mano dura en la lucha contra este fenómeno. También se afecta el recaudo nacional y los impuestos que debe generar el comercio internacional y ahora también afectando a los programas gubernamentales que atienden necesidades básicas de los ciudadanos. En los últimos días se han registrado informaciones dantescas sobre este fenómeno. Por ejemplo: “El gobernador del estado Táchira, José Gregorio Vielma Mora, aseguró que debido al contrabando de extracción 10 millones de extranjeros que viven fuera del territorio nacional se están alimentando con los productos de los venezolanos” Pero no todo queda allí, hay que preguntarse ¿Con cuál costo? Porque los productos lo venden muy caro del otro lado de la frontera. Fíjense que son muchos los venezolanos, presionados por la escasez, quiénes han pasado la frontera para buscar un producto y se encuentran que dichas mercancías son venezolanas vendidas a un 1000 % de la cifra de precio en Venezuela. El contrabando también es una de las causas de la escasez, no la única, pero debemos aceptar que es así. Por lo tanto el esfuerzo que hace el gobierno venezolano en relación al contrabando debe recibir el apoyo de los venezolanos.

Que si es o no es una guerra económica. Estoy seguro que es una guerra económica, pero el gobierno venezolano tiene la obligación moral de quitar las caretas a los autores materiales de este flagelo. Las guerras económicas en el mundo hoy formar parte de nuestra realidad y deben ser objeto de estudio por las ciencias sociales en general y muy especialmente por la geografía. Hoy por ejemplo notamos que son una consecuencia del fenómeno político. Por ejemplo las sanciones impuestas por Estados Unidos y Europa a Rusia forman parte de una guerra económica, que hoy día tiene una respuesta de Rusia también. Todo provino por los planes imperialistas de Estados Unidos con respecto a imponer un gobierno a su favor en Ucrania, y que obtuvo una respuesta separatista en varias regiones de esta nación. También hoy día en Venezuela las guerras económicas impuestas desde afuera y desde adentro tienen un solo objetivo final: ponerle la mano a la inmensa riqueza de petróleo y minerales. Venezuela tiene una de las reservas petroleras más grande del mundo y además en el Estado Amazonas tiene un importante reservorio de oro, torio uranio y otros minerales estratégicos. Por otro lado el contrabando además de instrumento de una de las guerras económicas existente en el país lidera el espíritu facilista de mucha gente en Venezuela donde se gana mucho en un intercambio donde las mercancías cuestan mucho menos en su valor real.

Uno de los productos muy valorados en el comercio del contrabando es el combustible, comprado a 0.70 céntimos de bolívar y vendido al otro lado de la frontera a cifras astronómicas. Un tambor de combustible (200 litros) en San Carlos de Río Negro llega a costar 10 mil bolívares. Resulta que este fenómeno que tiene muchos años le ha hecho un daño terrible a las posibilidades de desarrollo del Estado Amazonas.

Sin embargo debemos alertar al gobierno que el contrabando del combustible y demás mercancías se dan porque los funcionarios del estado que tienen que ver con el control de los productos en la frontera entran en el círculo vicioso del negocio. Por ejemplo en el 2013, esto me lo contó una dirigente del PSUV de los lados de Pozón Babilla, que un día iba una gándola llena de azúcar por la carretera de tierra, que se ha convertido en un camino verde para el contrabando. Los La señora y otras personas indignadas pararon la gándola y reclamaron y el chofer y éste le señaló, “no señora usted no puede hacer nada, esta carga de azúcar es de Fulano de Tal (un pez gordo de la administración pública). La señora tuvo que tragarse sus reclamos y sus posibilidades de contraloría social.

Para terminar este trabajo de opinión, es importante destacar como ha funcionado la geografía de los precios en la frontera, lo cual se constituye en la principal causa del contrabando y que debe ser estudiado por el gobierno para resolver más allá de la coyuntura, la estructura del contrabando. Hace 25 años el contrabando favorecía a Venezuela. De esa manera frente a Puerto Ayacucho, en el Vichada colombiano se fundó un pueblito llamado Casuarito. Allí montaron importantes negocios de ropa, alimentos, cuero, medicinas, etc. Gran cantidad de venezolanos acudían allí porque se compraba más barato todo. Eran los venezolanos lo que movían la economía fronteriza. Hoy día Casuarito es un pueblo fantasma, ningún venezolano va a comprar allí productos colombianos por los precios exorbitantes. Todo esto, e igualmente el contrabando tiene que ver con la paridad del bolívar con el peso. Esta paridad se mueve con el precio del dólar negro en Venezuela. En la frontera colombo-venezolana el bolívar se ha ido devaluando ocasionado por este hecho económico ilegal. De esa manera mueren todas las posibilidades de integración y hermandad entre las dos naciones. Lo sustento con este ejemplo: Para ir del Puerto del Burro, a orillas del Orinoco (Estado Bolívar) a Puerto Carreño el pasaje cuesta cincuenta (50) bolívares. Para el regreso cobran 7 mil pesos, equivalente a casi cuatrocientos (400) bolívares. Analicen esto apreciados lectores. Esto forma parte de la irracionalidad ocasionada por la constante devaluación del bolívar y que tiene como origen el movimiento hacia arriba del dólar negro.

Cierro este artículo, ratificando que una de las causas del contrabando tiene que ver con esta paridad del bolívar frente al peso, que se transforma en una irracionalidad económica que ambos gobiernos deben meterle el ojo y resolver en nombre de los dos pueblos que lo que aspiran es la integración, el reconocimiento y a tener relaciones afectivas profundas. Del otro lado el gobierno venezolano debe tener una política de seguimiento y evaluación a los funcionarios de estado que tienen que ver con el control fronterizo. Deben ser formados para tener un sentimiento de patria y en muchos casos deben ser rotados.


juannoguera@yahoo.com



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