El sur de Venezuela nuevamente arde por el acuerdo logrado entre el Gobierno Bolivariano y parte de la Junta Directiva de Sutiss, comandado por José Meléndez. El armisticio fue la evocación de un renacer de victoria cuando la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) lograba, durante el 2007, registros de producción de acero líquido de 4. 3 millones toneladas/año.


Guayana representa, desde los tiempos de la sexta década del siglo pasado, la oportunidad de crear un nuevo polo de desarrollo, dentro de la política económica sustitución de importaciones de bienes y servicios, para desmitificar el rentismo petrolero como sistema imperante en el país.


Los científicos del Instituto Harvard idearon un plan para la creación de las Empresas Básicas aunado, al mismo tiempo, en la oportunidad de edificar los cimientos de la ciudad nueva; la ciudad del futuro en Venezuela, que iba a descomponer los problemas insalubres de la conglomerada y desordenada San Félix y Ciudad Bolívar.


La descomposición social, las mafias, el contrabando, la inflación y la impunidad viajaron a Bolívar de manera sostenida, y ello se evidencia en el comportamiento de los grandes protagonistas que tiene como nombre Sidor.


La noticia de la firma del nuevo contrato colectivo para los trabajadores y trabajadoras de la empresa siderúrgica llegó a las manos de las grandes transnacionales de la información y la comunicación, quienes han emitido su veredicto dentro de un contexto generalizado a través de la opinión pública como: “Gobierno Bolivariano Ineficiente y Represor”.


Lo cierto, y más o menos descifrable, es que estamos en una lucha totalmente antagónica. En CNN, ese veredicto está institucionalizado a través del ex candidato presidencial, ex gobernador, anarquista y diputado de Causa R (Causa Radical), Ramón Velásquez. “Hay una empresa del Gobierno que está en banca rota y es Sidor”, sentenció.


Para agregar a la desdén del caso, el político opositor señaló: “Los trabajadores tienen dos años tratando que se apruebe el contrato colectivo y le mandan bombas lacrimógenas, disparos, tanquetas y prisión”.


Velásquez insistió que el gobierno que preside Nicolás Maduro “debe aceptar, admitir y tener la humildad suficiente para conversar con los trabajadores”.


Empero, la situación se agudiza profundamente, abriendo brecha de impostergable final, cuando a pesar de la lucha del contrato colectivo, se contagia la enfermedad a causa de la falta de insumos y materias primas, según información de la periodista de la localidad guayanesa Elita Barroso.


Para el 2014, Sidor habría eliminado 47.297 órdenes de compra de repuestos, y la operatividad por departamento está entre 18 y 30%. En el área de planchones, de cuatro (4) hornos sólo funcionan dos, por ello el delegado departamental de la zona, Ericko García, destaca: “Nosotros no planificamos, no comparamos y no manejamos los recursos de la empresa”. Esto ha traído, inevitablemente, un bajón de la operatividad en 70%, mientras se cosecha el acero líquido en menos de los previsto.


En palanquillas, planta hermana a los planchones-18% de operatividad-, su necesidad aparente es dolomita, caliza, chatarra y refractarios, esto afecta de manera vertical la producción de alambrón y, en su efecto próximo, las cabillas necesarias para la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV).


Siguiendo el recorrido extremo, la planta de barra y alambrón debe laminar con dos líneas, y sólo funciona una de ellas, causado, principalmente, por falta de rodamientos para arrancar la línea II, así como la falta de caja de cojinetes, rodillos y cilindros para la laminación y el motor para el Bloque Morgan.


Mientras en laminación, lo caliente sufre porque la demanda de seis (6) toneladas de acero no ha sido cumplida desde el 2010, y el promedio este año está entre 1.500 a 2.000 toneladas. Según el trabajador Raúl Larrategui, de 21 líneas que funcionan en laminación en frío, sólo dos (2) están en operatividad debido a la falta de aceites hidráulicos de presión.


Nuestro viaje finaliza en las dos (2) líneas de pellas, y en su estructura la Línea A no marcha desde septiembre 2013, y recrudece la situación por la falta de depuradores, cintas transportadoras y repuestos eléctricos en las áreas de peleatización y molienda. Por tal agravio, la Línea B no produce suficiente pellas para abastecer la demanda de la Ferrominera de Sidor (FMO).


Dentro de este contexto, la firma del contrato por adecuación tecnológica en el 2012 por la cantidad de 268 millones de dólares gracias al Fondo Chino, es interpretado por los detractores de la verdad en el traspaso del manejo de la empresa por parte del Estado a empresas de origen chino.


La camba dialéctica persistente discrimina cuando en un espacio televisivo de una empresa transnacional de la comunicación, el presidente de Sutiss José Hernández saliera favorecido por el tiempo, el sonido y la herramienta tecnológica utilizada en la entrevista con respecto a la versión unisonora, inaudible e inentendible (problemas audible) de José Meléndez.


En la tertulia, Hernández mencionada que “el artículo refiere que sólo tiene derecho a firmar contrato colectivo el Comité Ejecutivo en pleno o en ausencia de ella, el Presidente del Sindicato, el Secretario General y el Secretario de Reclamo”, afirmó.


El Gobierno Bolivariano, según el Presidente Sindical, acusó a los ministros José David Cabello y Carlos Osorio, de formar un sindicato paralelo en desconocimiento del legal”. En el sentido, afirmó: “José Meléndez ha traicionado al movimiento obrero al colocarse al lado del patrono, porque esto no es un problema de familia, sino de institución”.


La respuesta del ministro Cabello fue tomar las riendas de la polémica diciendo: “las guarimbas han sido derrotadas; aquí no va a dirigir ningún burgués”, sentenció.


El camino podría tomar un rumbo sosegado y tranquilo hacia la producción y la inversión en insumos, pero todavía la sombra del contrato colectivo estará vigente por las mentes de la anarquía, la mala burocracia y la infamia.

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