CRBV, reestructuración del Estado y prohibición al reciclaje de malos burócratas

En días recientes el Presidente Nicolás Maduro ha reconocido la imperiosa necesidad de emprender una reestructuración profunda del Estado venezolano y seguramente tanto el chavismo como la oposición comparten esa inquietud de cambio para alcanzar mayor eficacia y eficiencia en las acciones del Estado.
 
Desde este enfoque Venezuela necesita una reestructuración que separe las competencias entre Gobierno Nacional y Partido de Gobierno para que la especialización en las tareas predomine sobre la indebida acumulación de funciones en un mismo sujeto, el cual ensaya acciones poco efectivas en todos los espacios de gerencia bajo un sistema improvisado, efectista y cortoplacista.
 
Hacen falta mandos rotativos al interior del aparato burocrático a fin de que se fijen metas concretas en tiempo determinado y que ello sea parte de una planificación administrativa conocida por el pueblo en áreas como la productividad económica, la generación de empleo, la lucha contra la delincuencia, el fortalecimiento de la seguridad alimentaria, etc.
 
Entonces, ministro, viceministro, presidente de instituto, director general, que raspe el examen de calidad administrativa debe ser removido de su cargo, ya no reciclado a otro ministerio para que prosiga con su negligencia, sus desmanes y su aburguesamiento que tanto irrita al ciudadano chavista y no chavista.
 
Debe procurarse una red de consejos comunales y comunas que no sean apéndice del gobierno ni sean objeto de discriminación política sino que tengan niveles de autonomía suficiente para gradualmente sustituir el poder representativo de los funcionarios e implantar el nuevo poder protagónico del pueblo en todos los niveles, pues mientras más comunidades se involucren en las tareas de la administración pública, más elevada será la comprensión de los problemas colectivos y más eficaz será la solución generada desde el interior del propio pueblo organizado.
 
En este contexto es menester recordar lo que nuestra Constitución plantea en su artículo 136: "El Poder Público se distribuye entre el Poder Municipal, el Poder Estadal y el Poder Nacional. El Poder Público Nacional se divide en Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano".
 
De manera que la implantación de un cuarto ámbito de poder en la distribución del poder público, es decir, el desarrollo sistemático del poder comunitario o comunal a lo largo y ancho de toda la geografía de Venezuela será la estrategia determinante para la exitosa reestructuración del Poder Público, más allá de la superficie administrativa
 
Expandir el poder comunal, o sea, asignarl más tareas al pueblo en vez de a los burócratas, es perfectamente constitucional y para tal fin basta revisar lo dispuesto en el artículo 5 de nuestra Carta Magna cuando se refiere a las formas previstas en la ley para el ejercicio directo de la soberanía.
 
Una de esas formas debe ser la "organización popular" de allí que las nuevas leyes del poder popular deben ser concentradas y traducidas en acción para un mismo plan estratégico de cambio radical en la gestión pública a fin de que el poder popular practique mecanismos de cogobierno y control social.
 
Dentro de cada vomuna o conseko comunal, deben activarse los comités comunales para la reestructuracióndel Estado, ya que sólo el pueblo organizado puede encabezar un nuevo proceso constituyente comunitario desde abajo para erradicar plagas como el burocratismo y la corrupción heredados del viejo Estado burgués que todavía se opone a los avances del nuevo Estado revoluconario.


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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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