Caracas y la historia

Francisco Herrera Luque: La historia es la memoria de los pueblos.


1.— MartínMailleferllegadoaVenezuelaen1826yautordeunlibrollamadoLos novios de Caracas: Hoy, cuando un tercio del caserío de Caracas está en ruinas, a causa del terremoto, y las heridas de la guerra bien lejos de haberse cicatrizado, la sombra de la antigua Caracas vale más que la mayoría de las ciudades del Nuevo Mundo; la amenidad de las costumbres, el gusto de las artes y las letras, la devoción consciente a la causa de la libertad, un clima delicioso y el encanto de las ruinas, imprimen a esta capital una peculiar fisionomía que se graba profundamente en la memoria del viajero. Los extranjeros y los americanos mismos la consideraban antes del cataclismo como la ciudad más agradable y más europea de todo el continente meridional. No puede negársele espíritu penetrante y pronto, notable actitud para la literatura y las ciencias, y disposición loable para acoger todo lo que viene del extranjero. Estas observaciones de Maillefer no son hijas de la adulación, ya que publica su libro muy lejos de Venezuela y sin propósitos de retornar; como tampoco lo son de arrebatos líricos. Tiene críticas para nosotros.


2.— En 1640 llegó a Caracas en calidad de Obispo de la ciudad, procedente de Cartagenade Indias, Fray Mauro de Tovar. (Uno de los mandamás del Santo Oficio) Un gallego bragao que se indispuso desde su llegada con buena parte de la capital. Tenía su gente, por supuesto, como una tal Mary Pérez, una vieja beata que donó buena parte de sus tierras a la Iglesia, las mismas que conocemos (hoy) como barrio de Maripérez.


En aquel entonces El Silencio no se llamaba Silencio, sino se hablaba de las rancherías que estaban más allá del Caroata. El 12 de junio de 1641 un “loco” a quien llamaban Ropasanta, se puso una piedra en la cabeza y cantando esta redondilla por toda la ciudad se fue a dormir a descampado por lo que pudiera ocurrir:


Ropasanta: Qué triste está la ciudad


Perdida ya de su fe
Pero destruida será
El día de San Bernabé
Quien viviere lo verá
Tengolo yo que decir
yo no sé lo que será
Mañana es San Bernabé
Quien viviere lo verá


Tal como lo había predicho el “loco”, a las ocho y media de la mañana, un pavoroso terremoto destruyó la ciudad. Dios mío, se ha derrumbado la Catedral. Adentro rezaba la Maripérez.Cuentan las crónicas que aquel impresionante silencio que sucedió al terremoto de San Bernabé siguió por muchos años, hasta el punto de que ni los pájaros cantaban en ese sitio. Desde entonces se llamó El Silencio al céntrico y escandaloso barrio capitalino.


3.— Los textos de historia escolar y hasta de grandes tratadistas están tan salpicados de errores y de mentiras dichas con tal desfachatez, que, uno llega a creer que estas son leyendas y fantasías. Como una pequeña contribución a esa historia de verdad-verdad, que todos esperamos, traeremos algunos ejemplos. Vamos a ver: ¿quién nos dice la fecha de la fundación de Caracas?


4.— El 25 de julio de 1567. El Capitán Diego de Lozada, rodeado de sus soldados y de los indios amigos, luego de dar los tres golpes de espada contra el rollo de la justicia, en medio de la actual plaza Bolívar, dijo con voz tonante: Y así declaro fundada en este sitio a Santiago de León de Caracas.El 25 de julio nuestra ciudad capital, desde hace más de cuatro siglos celebra su fundación. Se otorgaba la “orden” Diego de Lozada a los miembros más “prominentes” de la colectividad. El Consejo Municipal celebraba como es debido el “fausto suceso”. Los medios de comunicación anuncian en primera página el nuevo aniversario, y los cronistas se dejan ir por los caminos de Úbeda creyendo que es autopista.Pero esa historia tenida de verdad-verdad, es de embuste-embuste. Nadie sabe ni en qué fecha ni en qué año Lozada fundó la ciudad capital. También es falso que Caracas reciba su nombre de una yerba o que existiese una tribu del mismo nombre.


5.— Uno de los conquistadores y pobladores de Caracas, Francisco Guerrero llamado el “Cautivo”, malagueño,(al servicio de Soleimán) capturado en el Sitio de Viena,(de allí su alias)y germen de grandes familias caraqueñas. Tiene una explicación… Una mañana, acompañado de mi sirviente turco Omar, con permiso de Fajardo abandoné (Caraballeda) el campamento junto al mar, afanoso de trepar la montaña, y ver que había más allá. Anda que te anda llegamos al lugar a donde se fundó Caracas. Cuando una columna de humohacia la montaña incitó mi curiosidad. (Cántico, Oración de mujer en lengua indígena.) Omar, como no había perdido la manía de expresarme en turco, me dijo: mirad amo, una caraca… Siendo de advertir que “caraca” en turco o albanés significa mujer de cara de color (o bruja).EnTurquíahayunaciudaddeorigenromanollamadaCaracas. Amigables y en guardia nos acercamos a la bruja, con los ojos puestos en el apetitoso cochinillo que asaba sobre una hoguera. ¿Cochinillo? ¡Válgame el Profeta! Lo que asaba la “caraca” era un niño de unos tres años. Cuando llegamos al Campamento de Fajardo, todavía vomitábamos sobre el recuerdo. Apenas quedó enterado de nuestra aventura exclamó bronco e iracundo:


6.— Fajardo: Por eso debemos acabar con esa mala hierba. Todo cuanto huela a “caracas” y a su gente hay que arrancarlo hasta la raíz.Juan de Gallas, el poeta, quien siempre escuchaba a medias, cuando oyó hablar de la mala hierba pensó, como el tonto que siempre ha sido, que era una planta a la cual Fajardo se refería. Como él era hombre de letras y nosotros ignaros soldados, dio por noticia, y con ligereza, la especie tan difundida de que un monte o yerbajo que nadie ha visto le viene el nombre a Caracas. Todo es mentira o bobaliconería de Juan de Gallas.


¡A Caracas le vino el nombre de una bruja Caníbal! Pero al parecer, así se escribe la historia.


7.— Jamás hubo una tribu con tal nombre. Había teques, mariches, toromaimas; pero Caracas no. Por extensión pudo dársele el nombre de indios caracas a los que ocupaban el territorio que ya recibía tal nombre.No hay ningún documento anterior a los tiempos del neogranadino Oviedo y Baños, en 1725, que nos diga la fecha de la fundación de Caracas. Sobre la fecha y origen del nombre de la ciudad tenemos que afirmar que es una verdad prefabricada. Como su largo nombre comienza con el del Apóstol Santiago, patrono de España, y cuya fiesta se celebra el 25 de julio, algún espíritu abusador —porque no merece otro nombre— dio por verdad que en esa fecha, Lozada fundó Caracas.


8.— Diego de Lozada, pocos días antes de la señalada fundación, pasó la Pascua Florida —es decir la Semana Santa— en un valle al que por tal motivo llamó Valle de la Pascua. Cuando a uno le dicen así de sopetón: Valle de la Pascua, piensa de inmediato en la hermosa ciudad guariqueña, a cientos de kilómetros de esta urbe; y no cae en cuenta que el Valle de la Pascua es el mismísimo Pueblo del Valle, en nuestros días parte integral de Caracas.


9.— El Valle de la Pascua de Lozada, es el hato de San Francisco de Francisco Fajardo o el Valle que todos conocemos. No es casualidad que para esa fecha —abril o marzo— el Conquistador hubiese llegado al Valle de Maio, como en lengua indígena se llamaba a esta región. ¿Y se puede saber porque? Por una sencillísima razón. Las operaciones militares en aquella época, y hasta bien adentrado el siglo XX, se hacían tomando en cuenta el ritmo de las lluvias. Un ejército mojado y empantanado es un ejército fregado; los arcabuces no sirven, los caballos resbalan, la marcha se dificulta al igual que la agresión y la defensa.


10.— José Tomás Boves inicia su marcha hacia Caracas el 2 de noviembre, noche que además de ser mágica, coincide con el final de las lluvias.


11.— Preguntarán: Pero la Batalla de Carabobo se dio el 24 de junio, y la emigración a Oriente, con Boves en la retaguardia, fue el 6 de julio.Sí; pero fíjense que fue el Libertador, quien estaba en situación de superioridad militar, el que obligó a la batalla, tal como había hecho con él Boves, siete años atrás. El que estaba en ventaja sobre el enemigo prefería la lluvia al tiempo seco.
12.— Diego de Lozada, quien era un excelente conductor de tropas, tenía que saber que el momento más propicio para poner pie en el Valle de Caracas, era al final del verano o en las primeras lloviznas. Su superioridad dependía de las armas de fuego, (arcabuces) que se volvían inservibles con la lluvia, y también la caballería. Era lo que podía oponer a los 50.000 indios bravos que en cualquier momento podían caer sobre él.


13.— Por todo esto creemos, que Caracas tuvo que ser fundada entre marzo y abril, y no en julio como se afirma con seguridad y petulancia. ¿Se imaginan ustedes a Lozada y sus hombres fundando Caracas en medio de un chaparrón?¿Creen ustedes que Diego de Lozada, uno de los primeros capitanes de Tierra Firme, se iba a exponer a sucesos semejantes, fundando ciudades en plena época de lluvia, como era el 25 de julio? ¡Nunca, jamás!


14.— Así como en el caso anterior, existen otros innumerables. Veamos éste. En los últimos años del siglo XVIII fue ejecutado en Caracas, por conspirar contra el Rey, el patriota venezolano José María España. Estamos seguros de que todos los que nos leen recordarán la célebre frase que dijo al cura cuando éste le conminaba a ponerse en paz con el Creador, para entrar al reino de los cielos:José María España: Si en el cielo hay españoles, al cielo no quiero ir…


15.— Tan altiva respuesta, que alguien inventó y se siguió repitiendo hasta nuestros días, denotando de paso suprema ignorancia de los tratadistas, fue la respuesta que al fraile dio el Cacique cubano Hatuey, cuando éste le conminó a hacerse cristiano, momentos antes de su ejecución:Hatuey: Si en el cielo hay cristianos, al cielo no quiero ir.Esta bravía respuesta la encontrarán ustedes en la Historia de las Indias escrita por Fray Bartolomé de las Casas hacia 1550; es decir, dos siglos y medio antes de la muerte de España. ¿Hay mentiras o no hay mentiras en la historia de verdad-verdad?


16.— Hace tiempo leímos que carece de toda veracidad la muerte de Ricaurte en San Mateo. El “héroe” neogranadino, éste no murió haciendo volar el polvorín cuando se encontró rodeado de enemigos, como nos lo han hecho creer, y como lo confiesa el Libertador a Perú de la Croix y éste recoge en su Diario de Bucaramanga.


Libertador: “Ricaurte murió de un lanzazo en la espalda y de un tiro de fusil en la cabeza. Yo mismo lo encontré en una ladera tendido boca abajo, ya muerto y las espaldas quemadas por el sol. Pero necesitaba un héroe neogranadino que enseñar a los venezolanos”.Señores: ¿Vamos a seguir con ese cuento?


17.— Hay personas muy sabedoras de la historia que en un pequeño opúsculo sobre el camino de Caracas a La Guayra hablan del sendero que conducía a Maiquetía, (por la quebrada de los locos, actual Tacagua) veinte años antes de que fuese fundado el hermoso pueblo. Hay cronistas de Caracas, al igual que notables historiadores e intelectuales, que hablan de la Pacífica Colonia, cuando ya hemos visto que aquello fue un pandemónium. Y,¡Lozada un genocida!


18.—En el momento mismo en que exhalaba Miranda el último suspiro, (La Carraca–Cádiz) Bolívar sufría tremenda derrota en Ocumare de la Costa. Era el 14 de julio de 1816. En otro 14 de julio, (1806) Miranda fue igualmente derrotado en Ocumare, y por haberse ausentado de París el 13 de julio de 1789, se perdió por un día de ser testigo o protagonista de la histórica toma de la Bastilla. Aunque indudablemente Miranda es digno de compasión, no hay nada más falso que ese cuadro de Michelena, donde aparece el Precursor como un preso gomero. Miranda tenía La Carraca sólo como lugar de pernoctación. Durante el día era entrar y salir de ella cuando le viniese en gana, paseando por la ciudad y llevando la vida —salvo aquella restricción— de cualquier persona común.En La Carraca Miranda tenía una habitación confortable y un mayordomo a su servicio, además de los médicos que quisiera. Y si tienen alguna duda consulten los libros que sobre Miranda escribieron Nucete Sardi y el historiador ruso Grigulievich.

19.— Hay autores de la talla intelectual del Dr. Arturo Uslar Pietri, donde se da por cierto y sabido que en la batalla de La Victoria, el día que se celebra el día de la juventud, el fiero Boves asediaba la ciudad con su “horda de forajidos”. No hay orador que en este día no traiga a colación al feroz asturiano. Lamentamos participarles que Boves no peleó en la Victoria. Estaba convaleciente de una herida reciente, en Villa de Cura. Quien luchó contra los patriotas fue Tomás José Morales. Lo que nos parece, es, que de aquí en adelante no debe seguirse repitiendo ese cuento.

20.— El zambo Borrajas y sus compinches le cortaron la cabeza a machetazos a José Félix Rivas en el pueblo de Tucupido,por cobro de una vieja cuenta, ya qué Rivas les cayó a bastonazos por caminar por la acera reservada al mantuanajeen el centro de Caracas. (En esa época la gente de color tenía prohibido caminar por las aceras, debían caminar por el centro de la calle) Los españoles, enviaron su cabeza frita en aceita y salmuera ala ciudad capital.

21.— Para un bizarro soldado como el general Pablo Morillo, que siempre esquivó, tanto en Caracas como en Bogotá, vincularse a la mutante oligarquía, que un día gritaba ¡Viva el Rey! y mañana ¡Viva la República! ha debido resultarle repugnante el espectáculo de que los amigos y hasta familiares de José Félix Rivas infamasen su cabeza, clavada en una pica en la Plaza Mayor, lanzándole objetos, escupitajos y maldiciones, para ponerse de buenas con el triunfador. Bien sabía que esa gente que ahora lo aplaudía dos años antes asesinaba a mansalva a sus compatriotas, mientras señoritas de la “buena sociedad” danzaban sobre los muertos, al son de una alegre melodía llamada el Palito.


¡Gringos Go Home! ¡Libertad para los antiterroristas cubanos Héroes de la Humanidad!
¡Hasta la Victoria Siempre, Comandante Chávez!
¡Venceremos!



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Manuel Taibo


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