La derecha nos distrae

Nuestra revolución hoy está siendo atacada con el arma de la distracción. Nos distraen los opositores con sus herramientas y mecanismos y podría asegurar que no nos percatamos del hecho. Nos distraen con sus opiniones mediáticas, con sus medios de contaminación social ¡perdón! quise decir comunicación social, con sus acciones vandálicas y violentas, nos distraen con sus “estudiantes” y sus manifestaciones, nos distraen con sus voceros incongruentes, y pecamos de ingenuos al creer que de ese lado hay fricciones y divisiones. La oposición nos está distrayendo y dice la canción que para un beso solo se necesita una boca otra boca y nada más, pues para una distracción se necesita el distractor y el distraído.

El distractor hace gala de sus mejores atributos en el arte, pero toda distracción tiene un propósito y en este caso es poder avanzar en la agenda oculta, es avanzar en oscuridad por debajo de la mesa en los llamados planes de “la salida”. El distractor sigue un libreto, un guion desde donde desarrolla las cualidades actorales y teatrales, usa los mecanismos de propagación más inmediatos, cambia de rostro a cada instante y hasta de color como el camaleón: por eso les indicaba unas líneas atrás que nos hacen creer que están divididos o fraccionados. Es malabarista y hombre bala al mismo tiempo, es payaso y contorsionista y en algunos casos se convierte en mago. Puede caminar sobre la cuerda floja y no se cae, se mete en el cañón de los medios y sale disparado como noticia, usa una nariz roja y su rostro pintado, evade las situaciones judiciales  y como por arte de magia son capaces de aparecer o desaparecer de la historia.

El distraído peca de ingenuo al creer que no lo están distrayendo y que son sucesos normales de la historia lo que se está desarrollando. Desvía sus objetivos  y sus tareas hacia otro plano para atender la distracción de la que es objeto. Pierde tiempo intentando atacar o contrarrestar el avance del distractor. Cae en la feroz trampa de la distracción y termina convirtiéndose en parte del plan contrario cuando dedica su tiempo y sus energías en controlar al distractor.

La derecha venezolana ha ido perfeccionando sus estilos, formas y actores que utilizan a diario en la búsqueda de distraernos. Tal como la ciencia avanza al mismo paso los enemigos de la revolución dedican parte de su tiempo a “inventar” esos laboratorios mediáticos de guerra sucia y las acciones que a la par acompañan en lo tangible esos llamado elementos distractores: marchas, ruedas de prensa, protestas, quemas de unidades de transporte, asedio a lugares públicos, secuestros prolongados etc. Mientras más importante sea el distraído, más contundentes serán los mecanismos a utilizar. Si la derecha te distrae, ¡apágala!

 

@jesuszambranou

chaseb01@hotmail.com



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