USA- Venezuela: Relaciones inevitables

Las relaciones diplomáticas entre los Estados modernos responden a la lógica de estrechar relaciones de amistad, colaboración y cooperación en diversos areas del interes de los Estados, aun cuando entre ellos existan importantes diferencias e, incluso, situaciones de confrontación política, económica e, incluso, militar, porque en momentos de extrema confrontación, tales canales de comunicación mínima pueden favorecer la solución política negociada de las controversias que amenazan el rompimiento definitivo. La Cuba Revolucionaria es un emblemático ejemplo de ello.

En el desarrollo de las relaciones diplomáticas entre Estados de grandes o pocas identidades políticas o grandes diferencias de intereses, se pueden producir momentos de coincidencias sobre una gama importante de temas bilaterales o de la agenda regional e internacional, que pueden conducir al desarrollo de diversos acuerdos e iniciativas conjuntas pero, el surgimiento de hechos en la realidad interna de cada Estado o en la región en donde geográficamente estan ubicados, pueden generar cambios inesperados, profundos o permanentes en sus relaciones que conduzcan al “enfriamiento” (reducción), rompimiento técnico (relaciones sin intercambios) o, al rompimiento beligerante o no de tales relaciones. El caso de la Federación Rusa y la República de Ucrania es un caso paradigmático digno de estudio.

En el caso de las actuales relaciones entre los Estados Unidos de América y la República Bolivariana de Venezuela, el ambiente de crispación y confrontación en que se desenvuelven hoy se explica por las profundas diferencias existentes entre los gobiernos de ambos países; el primero, intentando neutralizar y derrocar al gobierno bolivariano con el fin de destruir los procesos de soberanización e integración que se vienen produciendo en América Latina y el Caribe, lo cual debilita la vieja hegemonía de esa potencia imperialista en la región y, el otro, asumiendo la defensa de la Soberanía y la Independencia venezolana, en su legítimo derecho a construir un proyecto de país que ofrezca a sus habitantes “la mayor suma de felicidad posible” y que impulse el segundo intento de construcción del proyecto histórico de la unidad de la Nuestra América, propuesto por el Libertador Simón Bolívar en el Congreso Anfictiónico de Panamá, en 1.826.

Hoy, el centro del conflicto entre los gobiernos de la República Bolivariana de Venezuela se ubica en decisivo papel que esta jugando la República Bolivariana de Venezuela en los importantes cambios soberanistas y de Justicia social que se vienen operando en los gobiernos de la region y el decisisivo papel que juega en el desarrollo y consolidación del proceso de unidad e integración que viven los pueblos de América Latina y el Caribe con la creación de ALBA, PETROCARIBE, UNASUR y CELAC. Unido a ello, la política petrolera soberana, que eliminó el proceso de privatización y desnacionalización de la industria petrolera representó un duro golpe para las corporaciones petroleras estadounidenses y sus socias del centro capitalista mundial, al perder el control de la mayor reserva probada del mundo: La Zona Petrolífera del Orinoco; lo que explica el descarado apoyo politico, diplomático, financiero y de inteligencia que el gobierno de los Estados Unidos brinda a la ultraderecha golpistas venenezolana en su actual ofensiva contra el gobierno del presidente Maduro que ha provocado 43 muertos, 1250, heridos y 15 mil millones de bolivares en pérdidas materiales.

El presidente Maduro, tal como en otras opoprtunidades lo afirmara el Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, ha dicho y reiterado que desea mantener las mejores relaciones de amistad, solidaridad y respeto con el pueblo de los Estados Unidos y sus empresas (las donaciones a grupos minoritarios de nuestra empresa CITGO, las muestras de solidaridad de algunos colectivos y personalidades y la presencia empresarial hacia lo confirman) y desea sostener relaciones con el gobierno de los Estados Unidos en un plano de respeto a nuestra dignidad y soberanía, permanentemente afectadas por las declaraciones ingerencistas de los voceros politicos y militares del gobierno Obama y las acciones desestabilizadoras de sus agencias de espionaje pero, pese a ello y, dado el caracter integracionista de su política regional, debe suponerse que Caracas toma en cuenta, no solo sus intereses nacionales y la defensa de su sobernía sino el promisor escenario de unidad e integración de la América Latina y el Caribe a la hora de definir lineas de acción en sus dificiles relaciones con los Estados Unidos porque, una situación de beligerancia permanente con esa potencia no favorece el proceso de diálogo y acuerdo politico regional; de allí que sostener canales ordinarios de comunicación y acuerdos con el gobierno de los Estados Unidos de América, sirve a la política internacional de la Revolución Venezolana y al proceso de unidad e integración de Nuestra América.

Los Estados Unidos y sus aliados del Centro Capitalista Mundial mantuvieron 71 años, con relaciones diplomáticas o no, de presiones y amanazas contra la URSS, Cuba ha resistido un embargo y muchas amenazas y agresiones durante 53 años y mantiene una “Oficina de Intereses” de USA en la Habana y, China mantiene amplias y provechossas relaciones con USA pese a sus provocaciones en el Estrecho de Formosa y la tensión en la peninsula de Korea. Entonces, por qué la República Bolivariana de Venezuela debería tomar la inconveniente decision de romper relaciones diplomáticas y de otro tipo por las actuales tensiones con Whasington si sabemos que la tension forma parte de la naturaleza contradictoria de nuestros sistemas políticos?.


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Yoel Pérez Marcano


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