Anoche, la altanería de un tal Vladimir Villegas me causó el infausto recuerdo de una ignominiosa lista de traidores

Yo no sé leer pero me escriben, lo cual agradezco infinito. Mas, empiezo a deletrear. Deletrear la realidad no es tan difícil cuando tú haces el debido uso de la razón cercana y de la intuición también porque sólo la razón no basta para uno guiarse en este complicado alfanumérico mundo de hoy e inclusive, siendo adulto ilustrado, contimás vruto como un vurro, tal que no sepas leer y, por supuesto, escribir; la práctica rompe la gramátika y a veces sucede lo contrario.

Antes de ir al grano del asunto que me trae ahora permítaseme comentar que estuve en antecedente de que Dair volvió ayer, lo que el alto comando del “Club de los pobres” celebró en comandita.

_Volvió Dair -me comentaron al unísono-.

_Y, ¿eso que tiene que ver?

_Es que ella no salía en la pantallita de VTV desde hace tiempo y nosotros pensamos que la habían botado por reducción de personal, sabíamos que a ti también te iba a atacar la tristeza como a nosotros, de continuar tan insoportable ausencia para ver las noticias por la mañana, menos mal que Vanessa sigue ahí en su puesto de batalla informándonos antes de Walter.

_Anjá, qué bueno, estupendo, mañana me dedicaré a la vagancia y estaré en casa todo el día, así que miraré la VTV, y ocurrió que vi las radiantes noticias hoy en la mañana.

Valga también hacer notar que hace buen tiempo me llevé tremendo susto cuando yo, tratando de dormir, entreoí que Walter anunciaba como que el kilo de café valdría 150 $; del susto me pregunté ¿cómo voy yo a hacer mi cafecito en la madrugadita antes de salir a ganarle la carrera al Sol?

Pero una voz autoritaria me retrucó en tono represivo, así:

“¡No seas bobo, ¿tú no te das cuenta de que no se trata de un kilo sino de una onza troy de café?”;

Y, eso si me tranquilizó. Pero, uno se asusta con Dossier, me basta con ver a Vanessa y luego ponerme a soñar, claro, no puedo dormir tarde porque tengo que levantarme temprano a poner andar mi patria, aunque sea un grano, a propósito del cual os digo que oí al tal Vladimir Villegas hablar en tono grandilocuente, lo cual no le queda nada bien porque él es uno de esa copiosa lista de hombres que traicionaron con vileza la confianza que el Comandante Chávez les brindó.

Ese tal Villegas fue jefe de VTV, creo que hasta ministro y, por cierto, embajador en Mexico, no obstante resultó ser tremendo escuálido y por supuesto, aleve traidor. Y, sin embargo, ahora en aparente diálogo por la paz de la patria, se dio el tupé de hablar en un tonito ignominioso, al menos para mi modesta interpretación.

Yo estoy seguro que el Presidente de la República también lo notó pero es bueno que le dé base por bolas al referido camorrero, ese tal Villegas, si con ello se apaga un poco la guarimba mediática del tal sujeto.

No entiendo mucho la matemática pero si mal no sé, desde que Cristóbal Colón impuso la palabra colonización contra nosotros hasta la llegada de adecos y copeyecos transcurrieron aproximadamente 500años, luego se le suman 40 años de los referidos sinvergüenzas y obtenemos 540 años de dominación oligárquica contra nuestro pueblo; en cambio, la liberación del pueblo ahora tiene 15 años de vigencia, en medio de intensa guerra de todo tipo y con pequeños momentos de paz.

¿Cómo hacerle tantas exigencias a la revolución, no es una desfachatez?

La ignominiosa lista de traidores y entre las cuales figura tristemente ese tal Vladimir Villegas carecen de moral para hablar de paz, pero dado que Maduro los convoca, en gesto que enaltece, aceptémoslo, pero sin olvidar de quienes se trata ya que el que fue picado de culebra cuando ve bejuco brinca.



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Guillermo Guzmán


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