La ciencia de la basura….

¿Cero desechos?

Desde hace varios años en muchas ciudades de diversos países del globo, han asumido el reto de minimizar las cantidades de basuras que generan. A tal extremo han llevado ese reto que algunas urbes se han auto impuesto la meta de “Cero desecho”. Buscan opciones de re-uso de ciertos desechos y el reciclaje de otros; evitan que un envase se convierta en basura a través del retorno, o devolviendo los objetos ya usados a su fabricante -una vez agotado su ciclo de vida útil; estimulan la prolongación misma de esa vida útil del objeto al mejorar el diseño industrial con criterio ecológico y al promover la conservación de las cosas por parte de los usuarios.
Esas son solo algunas de las estrategias (algunas obviamente culturales) cuya combinación deriva en la progresiva reducción de las cantidades de basura de una ciudad.
A todo ello, agregan estrategias ingeniériles y gerenciales que garanticen un moderno sistema de limpieza urbana que combina la recolección convencional (pero eficaz y disciplinada) de las basuras con la clasificación de los desechos por su material (vidrio, aluminio, orgánicos, de papel, etc.).
En muchas de esas ciudades, quieren minimizar la presencia de basura al extremo de esa utópica meta de “Cero residuos”. Así están las cosas en materia de basura…en otras latitudes.
Por estas calles, en cambio, pareciéramos estar retrocediendo en manejo de desechos, al obviar, desconocer o desatender lo que la investigación científica y tecnológica ha puesto en claro y que se aplica con éxito en otros países.
Nuestra ciudad capital y decenas de otras en todo el país parecieran estar a la deriva, navegando en toneladas de desechos, mientras sus alcaldes abordan el asunto desde una óptica política-ideológica ignorantes del saber, conocimiento, y experticia técnica acumulados en esa materia. Desde hace siete años el Alcalde de Caracas gasta sin éxito millones de dólares en camiones y equipos, propaganda y publicidad, y mucho proselitismo armando cooperativas y fiscales sin que la basura deje de ser un problema cada vez peor. Falla el enfoque y visión del asunto, falla la eficiencia y –en consecuencia- falla la gestión.
En nuestras ciudades, cada ciudadano genera un promedio de 800 gramos de desechos diariamente y su prevención, control, manejo, recolección y disposición final adecuada representa un complejo asunto que requiere respuestas complejas, con conocimiento técnico y basamento científico. La basura no perdona neófitos.

Entretanto, la afanosa búsqueda de un ideal extremo de “cero generación de basura” es la consecuencia de más de cuatro décadas de desarrollo de investigación y conciencia ambiental en las ciudades que asumen con seriedad y criterio este asunto. En esas ciudades el respeto por la investigación está acompañada del crecimiento significativo de las empresas e infraestructuras en el área del reciclaje y la recuperación de los residuos sólidos.

En esas latitudes como Oregon y California en USA, Toronto en Canadá, Curitiba en Brazil, varias ciudades de Escocia, Nueva Zelanda, Irlanda, y Australia, así como en buena parte de Francia y unas doce naciones de Asia, se aspira alcanzar el ideal de “Cero Desechos” en el año 2010. Son países o regiones que han promovido la investigación en materia de residuos sólidos y el reciclaje desde hace décadas, al tiempo que han elaborado una minuciosa trama de leyes, ordenanzas y reglamentos que favorecen la prevención de desechos, el retorno y el reciclaje, junto al desarrollo de empresas (de todos los tamaños y naturalezas) en el ramo de la recuperación y el reciclaje.
Políticas claras, de visión ecológica y basamentos científicos, han permitido que se generen condiciones propicias al re-diseño de bienes para alargar el ciclo de vida de estos, la reingeniería de los procesos de distribución de bebidas creando circuitos y procedimientos para el retorno de los envases y han auspiciado la innovación y los cambios en la materia, creándose nuevas empresas y fuentes de empleo asociadas a la recuperación de materiales, el reciclaje y el retorno.

Ahora, experiencia acumulada de por medio, en muchas localidades del planeta buscan maximizar la producción de abonos de sus composteros, optimizar los procesos de reciclaje, elevar al máximo las cantidades de materiales recuperados para su reciclaje, perfeccionar los mecanismos y regulaciones que les permiten asegurarse que los productos son diseñados para su mayor duración, su re-uso, reparación, o su reciclaje de regreso a la naturaleza. La tercera Ley de la Termodinámica tiene expresión política en esas leyes y reglamentos integrales.

Las políticas de “Cero Residuo” quizás no alcance tan pronto la meta, pero son más un principio orientador que impulsa los cambios y que –incluso- tiene un significativo potencial para motivar a las personas a cambiar su forma de vida, sus estilos de consumo, la creación de nuevos productos, y la conducta de las Alcaldías, corporaciones, empresas, y organizaciones sociales. La búsqueda de ese ideal otorga un vitalizador aliento a quienes, incluso, ya tienen décadas de clasificar sus basuras, evitar el consumismo y conservar los bienes y objetos.

En Venezuela involucionamos mientras el cambio aguarda para que podamos formar parte de ese mundo exitoso y dejar de vivir entre basuras. Nuestras ciudades, unas más, unas menos, han realizado esfuerzos tímidos para iniciar políticas integrales y la basura crece acompasada con el crecimiento de los recursos que los municipios y los ciudadanos gastan en ineficaces esfuerzos de aseo urbano. Hace ya más de diez años que los Congresos Nacionales de Conservación, y los de Residuos Sólidos señalaron la necesidad de políticas holísticas, modernas, integrales, que tengan el saber científico por basamento, para abordar el asunto de los residuos sólidos con criterio ecológico y social, propiciando la reducción de las crecientes cantidades de basura que generamos y auspiciando el crecimiento del sector abocado al manejo de desechos y al reciclaje. ¿No es tiempo ya de escuchar a la ciencia?


* El autor es Planificador Ambiental

antillanoarmas@yahoo.es


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