El Imperialismo Yanqui asesinó a Hugo Chávez, no cabe la menor duda al respecto. Ahora que sólo podremos ver los ojos de Hugo Chávez en la tarjeta del PSUV, el próximo 8 de diciembre a la hora de votar en las elecciones municipales, no debemos olvidar que debemos votar por el partido de Hugo Chávez (PSUV). Vendrán nuevos escenarios para construir el socialismo, por ahora la batalla es electoral. Recordemos que los gringos tenían urgencia en desaparecer al hombre que sorpresivamente revivió la rebeldía de la clase popular venezolana y les arrancó la riqueza petrolera que gobernantes indignos les regalaron en el pasado.
Jamás olvidemos las circunstancias en que murió ese héroe latinoamericano que se llamó Hugo Chávez. El Arañero de Sabaneta murió por la Patria y murió por el pueblo. Ver documento http://goo.gl/UJhHIy
Aunque una vieja izquierda mezquina, reformista y derrotada por el Puntofijismo, dijo mil veces que Chávez durante 14 años (1998-2012) hizo poco o nada por construir el socialismo en Venezuela, otros con mayor objetividad y disciplina científica sabemos que: Luego del final de la Guerra Fría (1992), nadie por encima de Hugo Chávez, ha hecho más al frente de un Estado por el avance de la libertad, la dignidad, la independencia, la soberanía y la justicia social en el mundo.
Me incluyo entre quienes se atreven a decir públicamente que muchas cosas han cambiado desde la muerte de Chávez. Ni la oposición ni la Revolución son iguales a lo que fueron antes del 8 de diciembre de 2012. La derecha está envalentonada porque se siente a pocos pasos de consolidar una nueva mayoría. En efecto el estrecho resultado del 14 de abril 2013 le hace creer que se encuentra predestinada a seguir creciendo en votos y por eso, por una vía u otra, aspiran tener un Presidente capitalista en 2014.
Para el chavismo ahora todo es más difícil, la ausencia física de Chávez es aprovechada por traidores, burócratas déspotas, oportunistas y divisionistas para hacer el mayor daño posible al Estado Revolucionario y así ganarse la simpatía de la oposición. Tales renegados preparan su exilio o su salto de talanquera al bando capitalista y desde ya hacen todo disimuladamente por ser perdonados y aceptados en su nueva familia de líderes neoliberales.
La nueva era sin Chávez, no solo obliga a consolidar rápidamente un nuevo liderazgo colectivo en el Alto Mando Revolucionario, sino también a un acelerado desarrollo del poder popular, el poder comunal, los consejos comunales y las comunas para establecer una democracia horizontal donde participen directamente millones de venezolanos. Los patriotas incluidos en la democracia socialista podrán, desde esa nueva y revolucionaria posición, defender y profundizar las conquistas económicas, sociales, políticas y culturales del proceso bolivariano. El gobierno bolivariano no puede, por si solo, derrotar la amenaza de la restauración capitalista que crece dentro de su propio seno.
El carisma de Hugo Chávez nos ayudó muchas veces a dejar en un segundo planos varios asuntos por resolver para el desarrollo del país, ahora sin Chávez los problemas (modelo monoproductor rentista petrolero, burocratismo, corrupción, inseguridad ciudadana, desabastecimiento, inflación, electoralismo burgués, etc.) son más visibles y esta dura realidad obliga a resolverlos con un Estado cada día más eficiente y eficaz, así como un modelo político que profundice el poder popular y sustituya la rígida jerarquía de mando por un sistema popular horizontal.
Ahora que sólo podremos ver los ojos de Hugo Chávez en la tarjeta del PSUV, seguramente nuestro Comandante Supremo nos diría que profundicemos la Revolución Socialista, o de lo contrario el enemigo populista seguirá fomentando descontento social y ganando terreno electoral. El pueblo quiere socialismo, el pueblo no quiere una simple lucha entre dos burguesías demagogas.
