Pobrecitos empresarios

Recuerdo a Marta Colomina compadeciéndose de los "pobrecitos banqueros" -Colomina dixit- quienes enfrentaban entonces, según ella, el acoso de Chávez. Tal parece que la historia se repite pues estos pobrecitos empresarios nuestros, adalides del desarrollo nacional y de la tan cacareada empresa privada, andan con el hombro fracturado a causa del manotazo que el gobierno, muy tardíamente, hay que decirlo, les está propinando.

Preocupa y sorprende, sin embargo, que hasta ahora el gobierno se haya concentrado solo en los electrodomésticos y otras mercancías secas. Con la navidad en puertas, deberían apresurarse a llegar hasta los expendios de víveres, donde la especulación hace que los precios de Daka parezcan la gran oferta del día. Acabo de ver, por ejemplo, una botella de salsa de soya importada, de medio litro, en Bs. 574.

Lo interesante es que si uno revisa la lista de las empresas que reciben dólares de Cadivi, se sorprende de que nada queda por fuera. Yo, por ejemplo, me había resignado a no tomarme ni un trago más de whisky dado lo exhorbitante de los precios y mi convicción de que no se les otorgaban divisas a los importadores de licores.

¡Sorpresa! en la nombrada lista aparece Diageo, y seguramente habrá otras distribuidoras, con un buen pucho de biletes verdes para que puedan cumplir con su obligación de suministrarnos escocés a un precio decente.

¿Recuerdan la campañita aquella de "con mi whisky no te metas" que encabezaba Claudio Nazoa? Extraña que no ande de nuevo embraguetao defendiendo los derechos de los acorralados bebedores en que nos han convertido.

Adelante Claudio, por favor. ¿Si no eres tú quién podrá defendernos?


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Cósimo Mandrillo


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