Pedagogía política

El bachaqueo en en Zulia y la Guardia Nacional Bolivariana

A 190 años de la Batalla Naval del Lago, el estado Zulia está viviendo el interesante trance histórico de la arremetida de las fuerzas contrabolivarianas en su máxima expresión. Varios son los frentes en que se libran estas batallas: i) el “bachaqueo”, combinado con el contrabando de extracción de los alimentos regulados de la canasta alimentaria; ii) una frontera colombo-venezolana en territorio zuliano “infestada” de propietarios agropecuarios, “paracos” y “narcos” colombianos, cuyas fincas sirven de aliviaderos para el contrabando; iii) una prensa hostil y manipuladora al servicio del oscurantismo, cuyas líneas editoriales ocultan y/o minimizan los logros gubernamentales y exacerban y maximizan sus yerros y omisiones; iv) una fuerza pública representada por un pequeño sector de la Guardia Nacional Bolivariana que, desentendiéndose de sus obligaciones y de su juramento a la Patria, se hacen cómplices a “cielo abierto”, a la vez que beneficiarios, de los desmanes del contrabando de extracción al “mayoreo” y al “menudeo”, muy en especial, en todas las zonas de influencia de “El Cruce”, Casigua, Orope, El Guayabo, hasta La Fría, amplia región donde las autoridades más conocidas y “respetadas” son “paracos” y “narcotraficantes”.
La terrible realidad del suroeste del lago, municipios “Jesús María Semprún”, Colón, Catatumbo y Perijá, es, por decir lo menos, tétrica. En el sector llamado “El Cruce”, en territorio del prenombrado municipio “J. M. Semprún”, se desarrolla un mercado proveedor que termina, en un 90%, en consumidores del otro lado de la frontera, en contravención de lo que debería ser: proveer a las familias zulianas. Camiones de PDVAL cargados de alimentos para -supuestamente- abastecer los “mercales y mercalitos” de toda esa subregión, descargan en los grandes negocios para ser transbordados y pasar invictos, sin tropiezos en las alcabalas, directo para el hermano país. Y sucede a la vista de todo el mundo, ante la mirada impávida e impotente de los ciudadanos, porque son las mismas autoridades las alcahuetas de la situación irregular. Busco un nombre, un adjetivo para calificar esa inmundicia y, estupefacto, no encuentro el término, todos se quedan cortos.
Y no se necesitan informantes, lo que sucede está a la vista pública. Hoy, viernes 27 de julio de 2013, provenientes del o los centros principales de distribución de alimentos regulados para abastecer los municipios antes mencionados, grandes gandolas* y/o camiones descargaron decenas de toneladas de mercancías en los poblados y comercios; de allí fueron traspasados a Colombia. Algunos comerciantes receptores, entre ellos, de origen “chino” (de la China), venden las cargas completas a transbordadores que, en motos (llegamos a contar hasta 14 “motomulas” escoltadas por un Caprice azul con techo gris), llevan la mercancía a través de la frontera, pasando por Casigua, por Orope, por las “trochas”, por toda esa zona fronteriza. ¡Aaah, y pagan en pesos colombianos! Claro, el diferencial cambiario los beneficia y así el negocio se les multiplica favorablemente.
Hay algo que me preocupa, y mucho, por lo que quiero referirme a ello de manera especial. Es con respecto a un minúsculo sector de la Guardia Nacional Bolivariana.
Según Decretos del 21 de junio de 1957, la Guardia Nacional, ahora Bolivariana, asume, mediante respectivos reglamentos, el Resguardo de la Renta Aduanera en todo el territorio nacional, así como en materia de la Renta de Alcohol y Especies Alcohólicas. Más reciente es el Decreto de fecha 8 de febrero de 1995, publicado en la Gaceta Oficial Nro. 35.658, mediante el cual se crea el Resguardo Nacional Tributario, complementado por Decreto del 17 de octubre de 2001, publicado en Gaceta Oficial. Las competencias de la GNB se subsumen en el nuevo Código Orgánico Tributario, cuyos artículos 140 al 144 asignan competencias a la misma en esta materia. Es por ello que la Guardia Nacional Bolivariana, de acuerdo con las disposiciones legales, debe desarrollar sus actividades de resguardo nacional bajo la dependencia funcional del Ministerio de Finanzas y del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat).
En síntesis, el Resguardo Nacional tendrá el carácter de cuerpo auxiliar y de apoyo a la Administración Aduanera y Tributaria para custodiar los bienes que constituyen la Hacienda Pública Nacional. Es una misión de auxilio y apoyo que dirige su esfuerzo al cumplimiento de los planes y programas fijados por el Seniat, con miras al cumplimiento de las metas de recaudación y al combate de los ilícitos fiscales. De manera que son variadas las funciones que se le adjudican.
Teniendo la GNB tan patriótica, delicada e inmensurable función como lo es la del resguardo nacional, expuesto en la Constitución Nacional y ratificado en el Código Orgánico Tributario, como lo expresa el artículo 140, nos preguntamos: ¿cómo es que un pequeño grupo de este componente militar se hace de la vista gorda, no tiene presencia en los caminos verdes, no ve las remesas millonarias de alimentos, gasolina, gasoil, a Colombia? Ha llegado la hora histórica de ponerle el cascabel al gato; el desangre del erario se está haciendo con la complicidad, incompetencia y/u omisión, si observamos el breve recorrido que hemos hecho de la institución. No hay razón. Esto ha llegado a niveles de escándalo. A la histórica “matraca” de Paraguachón y Peracal, ahora se suma esta desvergüenza. Las más altas autoridades del estado Zulia, de este componente militar y las fuerzas que hacemos vida en el Zulia tenemos que ofrendar nuestro aporte. Por todo lo dicho, llamamos la atención de la Fiscalía General de la República y de la Fiscalía Militar para que actúen en consecuencia. Por favor, considérense estas notas notitia criminis.


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César Eulogio Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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