Los hechos acaecidos posterior al proceso electoral del 14 de abril demuestran la verdadera composición ideológica y política de la oposición venezolana, reafirma su carácter reaccionario y fascista; menospreciar su accionar es el peor error que podemos cometer los revolucionarios. Hoy día nos corresponde analizar cada una de las acciones que desarrollaron, los cuales no respondieron de manera casual a un twett, sino que son parte de una agenda política bien analizada y estudiada desde sus jefes en el exterior.
Para mí no es nada casual la quema de los CDI y los ataques a radios y televisoras comunitarias; el ensayo fue perfecto para ellos, puesto que el día lunes con el cacerolazo demostraron su esencia fascista, saliendo a marchar y a intimidar a los revolucionarios y chavistas frente a sus casas; como la popular película de los zombies se mantuvieron atropellando a cuanto rojo y rostro de nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez y de Nicolás Maduro se consiguieran en las calles.
La agenda prevista para ese día y los siguientes estaba en un derramamiento de sangre a gran escala, para lo cual era necesario neutralizar los espacios donde el pueblo pobre y humilde podía ir a cubrir la asistencia médica, por tal razón atacaron los CDI, puesto que nosotros vestidos de rojo llegar a una clínica y caer en las manos de los muy preparados médicos venezolanos, significaría a la vez un suicidio por el odio que llevan los profesionales de la medicina que han perdido desde todo punto de vista la sensibilidad humana.
Ante ello el plan era claro, inhabilitar los centros de salud asistidos por médicos cubanos los cuales tienen una profunda vocación humanista y revolucionaria, con la intención que los chavistas heridos muriéramos sin posibilidad de asistencia médica. Ese fue el plan oculto de la derecha; debemos asumir que nos agarraron sin una preparación previa frente a ese escenario, pero ahora nos toca reforzar para los próximos y recientes enfrenamientos que vendrán.
En este mismo orden revelaron su intención clara de tomar estratégicamente las radios y televisoras comunitarias en el caso de Lara fue la Radio La Antena, Guachirongo en Dial y Tamunangue Libre; ellos los que se rasgan las vestiduras por la libertad de expresión atacaron los medios comunitarios alternativos, con la clara intención de golpear a quienes en el 2002 fueron los medios del pueblo para informar sobre el golpe fascista que dieron estos mismos personajes fascistas. Decir que fueron ideas vagas es completamente falso, fue un plan orquestado con la intención clara de evitar la denuncia al golpe que vienen ejecutando contra la democracia participativa y protagónica que hemos construido en estos 14 años de revolución.
Ante ello, debemos tener claro que sus planes golpistas siguen en curso, nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez habló el 8 de diciembre del 2012 con una certeza increíble, como tal padre que anuncia el devenir a sus hijos, cuando nos decía: “no faltaran quienes quieran aprovechar coyunturas difíciles” y ante eso nos toca “unidad, lucha, batalla y Victoria”.
El enemigo viene galopando muy cerca a nivel electoral, sin embargo el escenario con el que cuenta el Camarada Maduro es propicio para profundizar la revolución, son 20 gobernaciones, la mayoría en la Asamblea Nacional y un respaldo del pueblo gracias a la confianza que le depositó el Comandante Chávez. Nuestro gigante nos alertó claramente de la necesidad de la eficiencia o nada, es lo que se requiere para lograr esa mayoría plena que garantice la mayor suma de felicidad posible que anhela nuestro pueblo.
Esto lleva necesariamente a evaluar desde ya el papel de las alcaldías y espacios de poder local, es inconcebible tener calles con huecos y deficiencias en la vialidad de nuestra patria. Los gobernadores electos el 16 de diciembre deben ser evaluados trimestralmente, sobre ellos sopesa la marcha ascendente de esta revolución en cada Estado. Se hace más que necesario garantizar la efectiva construcción de las viviendas a nivel nacional en el marco de la GVV, debemos imprimirle un mayor ritmo a esto. Pero el asunto no está en solo entregarle una vivienda a quien la necesita que ya ciertamente es mucho, sino trabajamos el tema de la formación política al cabo de unos años la gente se le olvida que esa vivienda se la dio esta revolución y cuando este acomodado y cubiertas sus necesidades básicas olvidará lo que esta revolución ha hecho por ellos.
Urge una profunda batalla de ideas, quien recibe una casa, un carro, un crédito entre tantas cosas debe tener clara la necesidad de la continuidad de esta revolución de Chávez, debemos comprender claramente lo que ha costado lograr eso en nuestra revolución.
¡Eficiencia o nada!, Ese fue el lema que uso el Comandante Supremo en el lecho de su paso para la eternidad, triste es que Chávez muera por culpa del burocratismo, del sectarismo de unos pocos que controlan el poder con su monótono accionar que no les permite innovar, por el enceguecimiento que produce el poder, cuando muchas veces le queda grande poder administrarlo con actitud revolucionaria, por la ambición sin límites que te vuelve sordo al punto de no oír el clamor del pueblo que te eligió. Basta ya de seguir con más de lo mismo, lealtad a Chávez es defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años: La independencia Nacional, gracias a Chávez y al pueblo revolucionario. Esto se traduce en trabajo, trabajo y más trabajo por la patria, con eficiencia, con disciplina y entrega revolucionaria.
Nuestra revolución pende de un hilo, y eso está en todos nosotros, desde los trabajadores que construimos y laboramos en una fabrica simple y que debemos dar la lucha por garantizar una conciencia política clara, hasta el cargo más alto que ocupa el camarada Maduro; no podemos perder esta revolución, no podemos volver al pasado. Y eso amerita primeramente en afianzar nuestra confianza sobre el Comandante Supremo Hugo Chávez, ese nuestro gran maestro no eligió a Nicolás Maduro con una moneda o al azar.
Cuando aquel 8 de diciembre dijo su nombre fue por su certeza revolucionaria a la hora de tomar decisiones, debemos depositar toda nuestra confianza sobre el camarada Nicolás Maduro, seguros estamos de que el dará continuidad con el legado de nuestro Comandante Eterno. Debemos confiar en todo el equipo de gobierno, cuantas campañas sucias se han tejido contra Diosdado Cabello, creo que con razón lo han hecho, pues el enemigo más frontal y encarnado que tiene la burguesía venezolana está ahí, por ello han lanzado sus ataques contra el camarada, a él debe ir nuestro apoyo absoluto, confiar en el nuevo gabinete de Maduro y en el alto mando político militar de la revolución es un deber como revolucionarios, pero no podemos perder de vista que a nosotros nos toca desde las bases una fuerte tarea para lograr que esta revolución continúe y se profundice.
Hay un enemigo al acecho, fascista y golpista; si no tomamos riendas en el asunto seguirán los ataques de los desestabilizadores en Corpoelec y el descontento ante recortes sin planificación, bajones eléctricos y sorpresivos apagones seguirá mermando la paciencia de nuestro pueblo, y ¿donde están los responsables? nos preguntamos.
Seguirá el acaparamiento y la especulación galopante que golpea en el estomago a nuestro pueblo, y ¿donde están presos los responsables que ocultan la Harina, el papel higiénico, la crema dental, el aceite, el pollo, la azúcar y tantas cosas más? Nos preguntamos.
Es un golpe de baja intensidad, pero con una acción premeditada en trastocar y cambiar el respaldo que tiene nuestra revolución y vaya que ha cumplido sus objetivos. Toca darle un parao efectivo a esto, y es nuevamente la organización revolucionaria del pueblo la que debe iniciar la efectiva depuración en todas las instituciones del Estado, la contraloría social no es una simple consigna de moda, es una tarea patria que debemos cumplir.
Nuestro gigante Chávez dio mucho por nosotros, no permitamos que muera esto por el accionar vacio de quienes no tienen la razón y desprecian a nuestro pueblo, llegó la hora de la unidad revolucionaria sincera contra el fascismo golpista galopante que quiere matar a Chávez de la conciencia de este heroico pueblo. Hoy la derecha no es sólo una oposición, hoy ellos son la contrarrevolución antichavista y fascista que quiere brindarnos la muerte para que acompañemos a nuestro gigante y la patria se vuelva oscura como era antes.
Trabajador Revolucionario
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