No subestimar al enemigo

Frase que repetían nuestros instructores cuando nos iniciábamos en las luchas revolucionarias y eran bíblicas cuando nos creíamos imbatibles y el infantilismo de izquierda dominaba nuestra conducta. Muchos camaradas cayeron en batalla, algunos presos y torturados, mientras que la CIA asesoraba a los organismos represores que permitían la sustentación de los gobiernos de AD y Copei.

En los países latinoamericanos en situación de insurrección revolucionaria, el Imperio crea la Alianza para el Progreso como mecanismo de ilusión material a los pueblos, la oligarquía para la represión coloca su capital y los títeres gobernantes, dan la estocada final y se mantienen en el Poder hasta la llegada de Chávez que abre nuevos horizontes.

Cuarenta años después, el mismo enemigo se hace presente, ahora, con nuevos aliados. AD y Copei se consumieron en su incompetencia y en la corrupción y aparece en escena Primero Justicia, mas definidos con sus intereses de clases, nacidos en hogares perfumados, con lenguaje refinado que se ponen a la orden del Imperio y este, con todo su poderío económico establece rápida alianza.

Antes hicieron pactos para acallar todo un movimiento que en armas reclamaban soberanía, ahora aparece otra vía, la electoral, con un bolivarianismo triunfante, pero al Imperio y a sus socios criollos no les gusta y organizan la resistencia.

En esta oportunidad, el enemigo principal - los Estados Unidos- lo abruma la crisis global del capitalismo, se le agotan las reservas de petróleo y ante sus narices emergen gobiernos soberanos que abrazan la propuesta del Socialismo del Siglo XXI y con nuevas herramientas lanzan la ofensiva, colocando en la mira, en este lado del mundo, en primer lugar a Nicolás Maduro para luego rematar contra Evo Morales, Rafael Correa, Kristina Fernández, Carlos Ortega. Dilma Rousseff y Raúl Castro.

Al otro lado del planeta cumpliendo la orden del Imperio, Israel bombardea a Damasco y Obama “siente preocupación” por la democracia en Venezuela.

Como vemos, no es cualquier cosa, el juramento de Nicolás Maduro de continuar el proceso revolucionario requiere de afinar los pasos para avanzar, no embestir los trapos rojos que asoman los fascistas y apagar las candelitas que aparezcan en el camino.

Nicolas lo está haciendo bien, hay que acompañarlo, sigue vigente el llamado…!! No subestimar al enemigo¡¡

diputadojgj@hotmail.com




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