Los acontecimientos políticos del país después de la muerte de Chávez y los insólitos resultados electorales de las elecciones presidenciales del 14/04, han roto con todos los pronósticos y proyecciones de especialistas, opinadores de oficio, encuestadoras y con los recientes balances locales, zonales y parroquiales del PSUV. Es urgente movilizar y estremecer el piso del partido y de nuestra militancia, para adecuar, actualizar y tecnificar los métodos y forma de lucha, para direccionalizar con efectividad el proceso.
El partido instruyó a las diferentes instancias del PSUV desde la UBch, hasta las instancias superiores a debatir las razones políticas e ideológicas, que conllevaron a tan estrecho margen entre el candidato de la oposición Vs. candidato de la revolución. Y son infinitas las razones o argumentos que se esgrimen sobre tan preocupantes resultados, pero todos estos análisis no serán suficientes para determinar o diagnosticar con objetividad las causas y efectos que desde el 2007 viene atravesando el proceso revolucionario.
Lo cierto es que las circunstancias políticas y económicas en las cuales le toca asumir las riendas del país como Presidente de la República, al compatriota Nicolás Maduro, no son las más favorables, porque la oposición se niega a reconocer el triunfo electoral, porque existe una marcada polarización política, porque hay serias amenazas a la estabilidad del país, porque existen amenazas de sanciones diplomáticas, porque existe una guerra tecnológica trasnacional, guerra psicológica y operaciones encubiertas internas, desconocimiento a las instituciones del Estado y las sistemáticas descalificaciones y ofensas al presidente de la república, Nicolás Maduro.
Ahora bien, independientemente de todo lo antes expuesto y sus pretensiones por anarquizar el país, el nuevo gobierno revolucionario salió a la calle a conocer y dar respuesta oportuna a la realidad social y económica del pueblo. No debemos perder tiempo, estamos obligados a hacer un gobierno perfecto, a evaluar sistemáticamente y a corregir a tiempo.
El momento político exige una revolución dentro de la revolución, mover las estructuras de poder pero con profundidad, no cambiar las piezas por capricho de los engranajes estratégicos, necesitamos estremecer con fuerza la conciencia del país y es allí donde el PSUV, deberá ser el instrumento fundamental para fortalecer la conciencia patriótica, repolitizar y reunificar al pueblo, desarrollar el poder popular, reimpulsar la ideología Chavista y Bolivariana, a fin de lograr a corto, mediano y largo plazo, cambios cualitativos en la conciencia de los trabajadores, estudiantes, jóvenes y pueblo en general.
Pedro_infante2002@yahoo.es
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