La Europa de Capriles y la Venezuela de Hugo Chávez

Definitivamente Venezuela entró al siglo XXI, con la mejor estrella. En la postrimería del siglo XX se sacudió el yugo de la corrupción, del entreguismo, de la exclusión, del racismo, del analfabetismo, de la dependencia y de la traición a la patria por parte de los actores de la IV República, que el 23 de Enero de 1958, robaron y secuestraron la victoria popular para continuar con el país hipotecado a las transnacionales y al Departamento de Estado. Con la victoria electoral en 1988 del Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, quien sobre la moribunda constitución de la traición y la venta de la patria, juró no dar descanso a su alma hasta lograr una nueva carta magna que enterrara la democracia representativa y garantizara la democracia, participativa y protagónica, se abrió un nuevo capitulo en la historia. Concluido el juramento Chávez, salió directamente a suscribir el decreto que llamaba a la constituyente y relegitimación de los poderes, sin importarle su triunfo electoral, en un gesto de desprendimiento y de honor, que el pueblo venezolano supo apreciar. La derrota aplastante sobre las pretensiones de la derecha fascista no se hizo esperar y la patria de Bolívar inició un nuevo camino de libertad y soberanía, libre de las ataduras del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y del tutelaje militar del pentágono, para dar paso a la soberanía política, social económica y al pensamiento militar bolivariano y con ello la dignificación del país y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que sería depurada de indeseables, durante el frustrado golpe de Estado de abril de 2002.

Pueblo civil y en armas, junto al gobierno legítimamente ratificado por la voluntad popular, enfrentaron la arremetida criminal del nazismo venezolano, liderado por Henrique Capriles Radonsky, Leopoldo López y Julio Bórges a través de la falange Primero Justicia, que estuvo activa tras el golpe mediático y el paro patronal, que le costó a la economía del país, mas de 20 mil millones de dólares en pérdidas, producto de la acción de los vende patria.

Durante 47 horas lograron retener el poder los nazis venezolanos, a través del sátrapa Pedro Carmona Estanga y ese tiempo bastó para que Leopoldo López y Henrique Capríles, dieran rienda suelta a su vocación de SS, con el asalto a la Embajada de Cuba en Venezuela y las residencias del Capitán de Navío (r) Jesús Ramón Rodríguez Chacín, Ministro de Interior y Justicia del gobierno Constitucional, a quien privaron ilegítimamente de su libertad, sacaron secuestrado de su residencia y lo expusieron a la ira de la jauría que previamente habían convocado a través de Globovisión, RCT, Televen y Venevisión, actores principales del golpe en el espectro radioeléctrico, reforzados por El Nacional, El Universal, 2001 y demás medios impresos comprometidos con la traición a la patria. Otro tanto hicieron con el poeta Tarek Williams Saad, para el m omento Diputado a la Asamblea Nacional.

Esas lágrimas, sudor y sangre, que el fascismo venezolano le arrancó al pueblo en los aciagos días del 2002, hasta febrero de 2003, bien valieron la pena porque sirvieron para lapidar la tumba política de los delincuentes habituales que pugnan por revertir la soberanía, las libertades y la solidaridad, que el legado de Chávez, sembró en nuestra patria.

Esta Venezuela de Hugo Rafael Chávez Frías, el Comandante Eterno, una vez más salió airosa al,derrotar la candidatura de un agente del imperio, al servicio del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y del Club Bilderberg, que pretendía retroceder a nuestra amada patria, a las penurias a que le sometieron los cipayos que ocuparon a Miraflores, hasta que llegó el comandante y los echó para siempre. No olvidemos la rebelión popular del 27 de febrero de 1989, cuando los pobres excluidos y dominados por la oligarquía, bajaron de los cerros a donde habían sido confinados, a reclamar y a expropiar a sus verdugos, lo que les habías robado, durante los siglos de saqueos y sometimiento.

Ahora toca hacer una reflexión sobre la Europa que está siendo arrasada por el modelo económico que el señor Capriles quería para Venezuela, engañando a los incautos con su pregonado: PROGRESO, eufemismo del capitalismo para justificar su voracidad planetaria que arrasa con todo a su paso. Bien lo dijo Alí Primera, en su canción necesaria: “No te dejes engañar cuando te hablen de progreso, porque tu te quedas flaco y ellos aumentan de peso”.

Ahí está la Europa del señor Capriles, causando lástima, por la desesperante situación que viven en Grecia, donde el parlamento acaba de aprobar el despido de de 15 mil empleados más, amen de los miles que ya están en la calle, hurgando en la basura para alimentarse y durmiendo en parques públicos, porque lo han perdido todo. Otro tanto ocurre en España, donde los suicidios se han disparado de manera espantosa, entre la clase media, que de vivir de manera confortable y digna, en casas y apartamentos ha ido a parar a la calle, con hambre y sin esperanzas, lo mismo ocurre en Italia y Portugal, países bajo la bota de la Troika, Banco Mundial, Unión Europea y Fondo Monetario Internacional, cuya ejecutante es la canciller teutona Ángela Merkel, que no cree en nadie. En España el desempleo pasa de seis millones y los jóvenes buscan desesperadamente emigrar hacia América Latina, donde el Huracán Bolivariano ha multiplicado las expectativas de vida en armonía, en libertad y con soberanía.

Estados Unidos de Norteamérica, es un capitulo aparte, allí el llamado sueño americano, se ha convertido en las más horrenda pesadilla, para quienes se fueron al norte en busca de mejor vida. La debacle de la clase media, allí es peor que la europea. En ambos casos la policía no ahorra porras ni bastones para acariciar a quienes protestan pidiendo justicia y la renuncia de los gobiernos de turno

Pero mientras todo eso ocurre en el Norte, paradigma de la derecha fascista venezolana y en la Europa, sometida por la Troika, que amenaza con una implosión social, en la Venezuela de Hugo Rafael Chávez Frías, ahora bajo la batuta del obrero Nicolás Maduro Moros, a partir de mañana 1° de Mayo, entra en vigencia un aumento escalonado de salario, de 45 por ciento y el desempleo va en franco descenso, pese a los sabotajes y maniobras de la oligarquía que todavía conserva las riendas del poder económico y de manera especial, la cadena alimentaria.

Mientras allende los mares, el capitalismo despoja a las familias de lo que por años y generaciones fue vivienda, en la Venezuela de Chávez, se entrega a los más pobres viviendas equipadas todos los días y el programa en desarrollo, contempla la construcción de tres millones de viviendas dignas, para 2019, cuando se estima que no habrá un venezolano, viviendo en ranchos o en riesgo.

El gobierno de calle inaugurado por Nicolás Maduro, es un gancho al hígado de las pretensiones de la derecha fascista, pues mientras su conspicuo representante se dedica a conspirar y violentar todas lasa leyes que rigen nuestra sociedad, el presidente obrero está dando respuesta económica al país activo y productivo y atacando con pedagogía la violencia que representa uno de los más graves problemas en nuestro país. Bueno es decir que parte de esa violencia es generada por el hampa política, organizada por quienes han hecho de la inseguridad un filón electoral, para confundir al pueblo vulnerable. De cualquier manera, ese panorama descrito marca la diferencia entre la Europa de Henrique Capriles Radonsky y la Venezuela de Hugo Chávez.

Periodista*

CNP 2414 cd2620@gmsil.com


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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

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