Capriles a su mami: Marcharé el primero de mayo como presidente incógnito

Mamá, ahora sí mamá, voy de frente y daré la cara. Aunque soy empleador voy a marchar este primero de mayo, mamá, como trabajador de qué, no sé mamá, pero de que soy, soy, pues yo cobro quince y último.

Y, es que hay por delante, mamá, un conjunto de situaciones que hay que echar a andar en la gran marcha que nosotros los opositores al gobierno de Nicolás: el que todavía no reconocemos como tal, hay que desnudarlo en vivo con nuestras consignas Patria, mamá, que serán muchas de las muchas que están en el documento que presentaremos al TSJ para que se reconozca legalmente nuestra impugnación que inspira confianza propia a unas nuevas elecciones y, entonces sí, mamá, ya verás.

Te das cuenta, mamá, porqué soy incógnito todavía, pero esa incógnita la vamos a despejar pronto, mamá, entre él y, yo, mamá, y recuerda que el que persevera vence y, yo soy el vencedor, mamá. Aunque la señora esa de Tibisay Lucena se empecine en descalificarme con su automatismo de integridad que, la hemos descartado a priori después de haber jugado un poco con nuestras ironías transfúndicas amorfias, mamá.

Había pensado, mamá, tomarme un descansito en el apartamento de Nueva York, pero la política es la política y da más, mamá, y he considerado mi deber sin sugerencia que hay que marchar, aunque sean cinco cuadras que pesan un mundo en recorrido que mediáticamente le pasará por encima a la otra marcha de los pata en el suelo del bando contrario, mamá.

Es oportuno comentar, mamá, que nuestra marcha estará ligada a un colorido nacional e internacional donde aflorarán consignas que traslucirán el espacio venezolano y, para ello contamos con Organizaciones, Empresas, Ong, Institutos autónomos y Emporios de dilatadas datas que resguardan nuestro presente y futuro y, es preciso citar, mamá, entre ellas a Empresas Polar como la gran hambruna del pueblo que, cada vez que quiere esconde sus productos alimentarios para después “bajarles” el precio, la UCV con su consigna alarmante que cuando no está de paro está marchando, la USB que forma en sus aulas a los trabajadores informales de la burguesía, Pepsi cola: un refresco que refresca a la oposición venezolana que estén ansiosos de poder con golpe, Coca cola: un refresco que lo llena de felicidad y alegría y le limpia la poceta de sus convulsiones internas sin que usted se dé cuenta, La Ong: “Tumbe al Gobierno” y cuente con nosotros como libres que dependemos del Departamento de Estado todo en dólares, Organización Cisneros S.A que si usted no es golpista lo metemos de lleno y, a ver excitada a Viviana Gibelli infortiatum y la más simpática de todas las pancartas, mamá, será como verá, si quiere ser cineasta bochinchero lo metemos a trabajar en la Escuela de cineastas de la gobernación de Miranda que dirijo yo, mamá.

Desde ya pensamos, mamá, que nuestra marcha se orientará a unir lo que no se puede unir, pero como deseo al fin va en ese sentido y, aunque deseos no empreñan mamá, esperamos, según los cálculos bien conservadores que maneja Guillermo Aveledo como secretario de la MUD y, es que, alrededor de siete millones de amarillos tomarán el Este de Caracas como una acción sin precedentes y, se dice por allí que, no recuerdo quién lo dijo mamá, que más de la mitad son desempleados botados de la Administración Pública.

Como usted misma puede darse cuenta, mamá, hay un todopoderoso mundo de desconsuelo que nos lleva a marchar con la mirada del otro mundo en nosotros y, en mí como el gran líder que no acepta imposiciones y menos con trampas, mamá.

Entonces solamente me resta decirles a mis seguidores que no dejen de marchar este primero de mayo y, que no olviden de traer sus cacerolas por si acaso que uno nunca sabe, mamá, pero mejor es ser precavido con un ojo cerrado y el otro abierto que al CNE no le espera nada bueno, a pesar que siempre he creído que nosotros no manejamos más votos que los dichos por el CNE y, lo otro es llover sobre lo mojado a ver si dios nos da el pase al poder por las malas, ya que él todo lo puede, mamá.

Y, la última consiga que me acaban de pasar, mamá, dirá: “Rivero muérete, primero preso que libre”. “No comas Rivero, que por no comer no serás preso político”.

¡Henrique mijo! Yo que te parí sin dolor te comprendo, aunque no te entiendo. ¿Y como yo, cuántos, mijo?

estebanrrojas@gmail.com


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Esteban Rojas


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