Chivo que se devuelve se esnuca

Admiro desde hace años al compatriota Wladimir Acosta, por su inteligencia, capacidad de análisis, conciencia revolucionaria y armonía del discurso por lo cual, lo que expondré a continuación no significa en absoluto diferencias sino discrepancias en los conceptos y visiones de esta hermosa y prometida lucha revolucionaria que nos sembró el Comandante Eterno.

Este lunes 22 en su habitual programa por Radio Nacional, hizo señalamientos y comentarios sobre inseguridad, corrupción y triunfalismo que no comparto plenamente por lo que me atrevo a exponer a continuación mi campo de discrepancia.

Señala a la inseguridad como el problema más álgido desatado últimamente en nuestro país en donde los arrebatones, los atracos, los secuestros, los asesinatos están a la orden del día.

Si bien es muy cierto que la inseguridad ha ido creciendo en los últimos 100 años hasta convertirse en un mal mundial que cobija a todos los pueblos de nuestra “única nave espacial” remedando a Walter Martínez, también no es menos cierto que en Venezuela existe un impulso mediático de este problema con la única finalidad de desprestigiar al proceso revolucionario. Yo le aseguro al maestro Acosta que si el “majunche” hubiese triunfado en los comicios del 14 A, a esta altura del tiempo la inseguridad hubiese disminuido unos 6 a 8 puntos mínimo. no por la eficacia de este impostor sino por la eficiencia de los medios de comunicación en disminuir el caudal de noticia falsas dando así una sensación de gobernabilidad.

Desde hace años vengo sosteniendo que la inseguridad podrá tener un 40% de realidad pero el otro 60% es un reality show exclusivamente mediático. Esto los sostengo por cuanto como un verdadero ciudadano de a pié, que patea las calles de Santa Cruz de Aragua, Cagua, Turmero, Palo Negro Maracay y Mariara, y realiza frecuentes visitas a Caracas por el sector de los Rosales, no solamente por las calles del centro sino por barrios y veredas, nunca me he topado con sucesos, eventos o situaciones que me confirmen esa temible tragedia.

Recuerdo que mi última vivencia de la inseguridad ocurrió hace 5 años, en Noviembre de 2.008, cuando caminaba por la avenida Fuerzas Aéreas de Maracay, en el tramo entre la entrada de la Urbanización Fundación Mendoza y el Supermercado Luxor, frente a una Farmacia, cuando ví a dos señores entrados en años, como de unos 50, forcejeando con un supuesto delincuente que, con un arma en su mano, se aprestaba a huir en una moto y quien, con su audacia y juventud logró zafarse de los que trataban de someterlos no sin antes dejar caer la pistola al suelo. Cuando camino por las calles de nuestras ciudades y pueblos no me topo con cadáveres, no observo atracos, no oigo tiroteos, no veo policías persiguiendo delincuentes, no presencio arrebatones, etc., y de mis familiares, amistades y vecinos no oigo comentarios vivénciales, es decir donde ellos estuvieron presentes, solo los comentarios de prensa, radio y TV. Esto no quiere decir que yo niegue la inseguridad, solo que la ubico en su justa dimensión, dándole una gran responsabilidad en su magnificación a los medios privados escuálidos de comunicación.

En cuando a la corrupción, los epítetos utilizados para describirla fueron de tal graficación que, según el Maestro Acosta a este país se lo esta comiendo esa perversión de la humanidad.

Si comparamos la movilidad del gasto publico en la cuarta república con las acciones en este Proceso Revolucionario creo vamos a conseguir un referente que nos permitirá valorar el destino del dinero público.

Recuerdo, como adulto mayor que soy, haber presenciado en la cuarta republica una parálisis casi total de las obras publicas, la reducción forzada del ingreso familiar, millones de venezolanos viviendo en la indigencia, enfermedades y epidemias afectando a mas del 60% de la población nacional.

En cambio, hoy observo a mas de 2,4 millones de pensionados, 3 millones de escolares que reciben desayuno, almuerzo y merienda en Escuelas y Liceos bolivarianos, mas de 700.000 humildes venezolanos que reciben al menos una buena ración diaria de alimento en las casas de alimentación, miles de kilómetros de tuberías de aguas blancas y residuales sustituidas, miles de kilómetros de carreteras anualmente reasfaltadas, mas de 120.000 centros de salud en todos su niveles, desde el gran hospital hasta el consultorio, mas de 20 grandes obras en construcción: el tercer puente sobre el río Orinoco, el tren Tinaco - Anaco, la línea férrea Puerto Cabello - La Encrucijada – San Fernando de Apure, los metros de Valencia y Maracaibo, lael teleférico de Mérida, los metro cables, los cable tren, créditos blandos a mas de 250 mil campesinos que en la cuarta republica estaban invisibilizado, construcción de cientos de miles de viviendas al año en la Gran Misión Vivienda Venezuela, canalización y limpieza de los cauces de ríos, quebradas y canales de drenajes en todo el país para evitar inundaciones en la época de lluvia, fumigaciones contra los mosquitos transmisores de enfermedades, construcción o renovación de parques, plazas y áreas de recreación, ayuda económica a la actividad deportiva en todos sus niveles, etc., todo lo cual implica un enorme gasto público no común en los gobiernos corruptos.

En cuanto a la eficiencia del estado mi percepción es que observo a Ministros y funcionarios de alto nivel vistiendo modestamente y trabajando más de 18 horas diarias, pateando calles, supervisando obras. Que viajen en camionetotas, como dice el majunche, bueno y que quieren, que se trasladen en camastrones que se accidenten en la primera esquina; además esos vehículos son oficiales no particulares. A los funcionarios de nivel medio y bajo los observo bregando con modestia, humildad, vocación de servicio, cero ostentación, mucho trabajo, mucha dedicación, excesiva atención al adulto mayor, etc. Ejemplos? Metro de Caracas, Banco de Venezuela, CDI Santa Cruz, CAT Turmero, Mercal, Mercados Bicentenarios, CIARA, etc.

Que existan algunos que están robando, negociando, flojeando, manipulando, espiando, etc,? bueno hay un refrán que lo grafica bien: “de todo hay en la viña del Señor” y estoy seguro que esa plaga se esta combatiendo día a día.

En cuanto a un supuesto triunfalismo creo no lo hubo, pienso que en toda campaña electoral hay que mirar el triunfo con optimismo sin caer en él por lo cual los 10 millones fue una meta optimista, posible, alcanzable, que lamentablemente no se logró debido a la inteligente campaña del opositor que se ubicó, acertadamente, en el ámbito de lo cotidiano, resaltando los problemas del día a día como: la inseguridad, la inflación, la escasez de alimentos, los apagones, los huecos de las calles, la falta de agua, la escasez de medicamentos, todos y cada uno de ellos promovidos o magnificados por el gran poder mediático y dirigido a un elector que toda su vida ha sido inoculado con los valores del capitalismo neoliberal del consumismo, la eficiencia privada, la ineficacia oficial, la vida frívola, los valores materiales, el entretenimiento falaz, la exaltación del vicio y otras descomposiciones sociales, con una arrolladora propaganda electoral en la dosis y calidad necesaria, durante la emisión de programas fatuos como novelas, películas o programas de concurso que le transmuto su pensamiento y lo condujo a cambiar su percepción como elector.

Que hay que hacer?, seguir en esta lucha, persistir, insistir, continuar combatiendo los vicios del capitalismo, mostrando los beneficios del socialismo, pues esta es una lucha larga donde la taima no tiene lugar, donde el enemigo no descansará buscando vernos mordiendo el polvo de la derrota o el fracaso.

Bien cierto es que Maduro no es Chávez, el líder, el estratega, el sobrado, el audaz, el capaz, el inteligente, pero apuesto por un Maduro acompañado por millones de revolucionarios fieles, auténticos, disciplinados, inteligentes, sinceros, cada quien en su trinchera de lucha, haciendo lo que hay que hacer, conformando un gran equipo nacional para, bajo su dirección, conducir a nuestro país por el rumbo del socialismo y rescatar a muchos de esos casi 6 millones de compatriotas confundidos y engañados que acompañan a ese millón y tanto de burgueses, oligarcas, corruptos y pillos que aliados al capital internacional juegan por el desmantelamiento de nuestra amada Venezuela en beneficio propio.

ESTAMOS VENCIENDO.

Alberto Romero

Alberrome59@yahoo.com.ve



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