Trincheras de Ideas

¡Ganó Chávez, ganó Maduro, ganó el pueblo!

Todos los revolucionarios chavistas, socialistas, comunistas, bolivarianos teníamos la certeza que, pese a la ausencia física del comandante Hugo Chávez y el escasísimo tiempo que imponía la corta campaña electoral de apenas un mes y del desmesurado ventajismo mediático del campo enemigo, de la ultra derecha fascista, íbamos a ganar las elecciones y elegiríamos a Nicolás Maduro presidente de la República.

La mayor parte de las fuerzas se pusieron en tensión. La movilización de las fuerzas chavistas fue casi unánime, cohesionada, unida pero muy oficialista, políticamente débil. Un promedio de tres actos multitudinarios por días en todos los estados lo que significaba una enorme capacidad de organización para movilizar en tiempos tan breves concentraciones de cientos de miles de activistas y seguidores del chavismo. Enormes inversiones en la instalación de tarimas, equipos de sonido y toda la infraestructura y la logística para garantizar actos políticos de gran envergadura con la presencia del candidato que desplegó una actividad extremadamente agotadora. Pero había mucho espejismo en aquello, los resultados electorales negativos o disminuidos así lo evidencian.

Estábamos seguros de ganar pese al reto que significaba la ausencia del líder que no era poca cosa, ir con un candidato que venía a ser el representante de la nueva generación de jóvenes políticos revolucionarios y de lo que he llamado el primer anillo de la vanguardia revolucionaria, del liderazgo colectivo con el que tendrá que gobernar Maduro, además del poder popular, piedra angular de su mandato.

Más no estábamos preparados para una disminución del caudal electoral obtenido por el Presidente Hugo Chávez en las elecciones del 7 de octubre de 2012.

¿Qué ocurrió que de 8.191.599 obtenidos por Chávez a los 7.505.338 por Maduro, es decir una disminución de 1.599828 votos, mientras el candidato derechista del fascismo delirante subió su votación a 7.270.403 de 6.591.304 que habían obtenido el 7/10/2012, un aumento de 679.099?

Hay varias razones que pensamos produjeron ese giro hacia la derecha de un sector importante del universo chavista, parte del cual sufragó por la peligrosa opción de la candidatura capitalista. En primer término, a nuestro juicio, la debilidad o escasa formación política e ideológica de esos sectores, la falta de conciencia de patria, de conciencia de clase. Esa debilidad política que pudo abonar la debilidad de sufragar por el candidato fascista tiene, naturalmente razones que indujeron a ese giro.

Siempre se ha hablado de la formación política, de las escuelas de cuadros a nivel de los trabajadores y del sector popular de las comunidades, pero esa política fundamental se ha diluido o debilitado o no ha llegado a todos los sectores populares que tiene una escasa conciencia política. El deber de todo revolucionario es difundir la pedagogía política y contribuir con la preparación y elevación del nivel de conciencia de nuestro pueblo.

Pero indudablemente hay otros factores que incidieron sobre la conciencia del pueblo. Podemos señalar, en primer término, la incidencia que tuvo la agresiva ofensiva del empresariado y de los comerciantes desde el mes de noviembre del pasado año, produciendo alzas desmesuradas en los precios de no sólo los productos de primera necesidad (pan, huevos, quesos, aceites, pastas, etc., etc.) sino absolutamente en todos los productos que consume el pueblo. Alzas superiores a 200, 300 y 400 por ciento en productos de la línea blanca, ropa, calzado, bebidas, con el pretexto que no habían dólares. Todo, absolutamente todo sufrió alzas desmesuradas que dañaron el bolsillo del pueblo. Contra eso no hubo freno del gobierno o sólo medidas tibias por parte de Indepabis.

Otra razón del descontento fue el error de devaluar el bolívar y subir el precio del dólar a Bs. 6.30. Resulta un error que en ausencia del presidente Chávez y previsible un proceso electoral se tomara una medida tan drástica, errada y políticamente peligrosa y que fue astutamente manejada por la derecha, que la impulsó, la presionó con el manejo perverso del dólar paralelo, el Sitme que les puso el BCV en bandeja de plata 14 mil millones de dólares. Los efectos de la devaluación tuvieron terribles negativos en la economía popular.

Sin dudas que la conspiración de los alimentos impulsada, entre otros, por los monopolios económicos como Polar, Alfonso Rivas y otros, fueron –y son– misiles contra el pueblo que no encontraba desde el papel sanitario, la harina de maíz, la harina de trigo, el aceite de comer, jabones,, mantequillas, pasta de diente, leche en polvo e infinidad de productos más, eso sin contar la estafa con los quesos de todo tipo que semanalmente suben como la hace la carne, el pollo y los huevos que están por las nubes. Si bien Mercal, Pdval, los mercados a cielo abierto remediaron mucho esa crisis de carencias y evitaron en buena medida un colapso, pero un importante sector de la comunidad no tuvo acceso, por diversas razones, a los mercados del Estado y se desesperaba buscando el producto que no iba a encontrar. Eso se tradujo en un descontento que horadó las conciencias menos sólidas y prepararon las condiciones para que los chavistas políticamente débiles se desplazaran hacia la derecha o en se abstuvieran de votar.

El análisis sobre las causas que llevaron a la drástica disminución del voto chavista toma en cuenta lo ocurrido con internet, la hackeada de los twitter del presidente Maduro, Teresa Maniglia, Elías Jaua y otros altos dirigentes de la revolución y los 200 mil intentos de hackear la página del CNE. El viernes, nos informan, un buque norteamericano, con equipos sofisticados y la presencia numerosa de técnicos e ingenieros en informática, fondeado en las aguas colombianas cercanas al Golfo de Venezuela, presuntamente trató –según los informantes–, a través de conexión satelital de penetrar los códigos de las votaciones para invertir los votos el día de las elecciones. Para estos sectores eso podría explicar la disminución del voto chavista trasladado a Capriles. Esto, naturalmente, suena algo fantástico, pero la hackeada masiva, la interrupción de internet no fue mentira.

La Revolución Bolivariana y Socialista tenía, sin lugar a dudas, el mayor de los retos. La derecha internacional y criolla corrió la idea que con la muerte de Chávez moría también el chavismo. Nosotros sabíamos que no era así, aún perdiendo electoralmente esta corriente política que es el chavismo tenía una fuerza y un peso de tal magnitud en el país y en el continente que era imposible desconocerla. Precisamente por la fortaleza de la revolución Venezolana se podía ir confiado a la batalla electoral aun cuando Nicolás era un candidato que por primera vez participaba como candidato presidencial y con un tiempo escasísimo, una intensa campaña de apenas 10 días por todo el país.

Hay que decir que el trabajo del Psuv fue débil en algunas regiones, la burocracia se impuso por encima del trabajo con la masa popular. Cuando se analiza los números de los estados que ganamos en octubre del 2012 y que perdimos en abril del 2013, llegamos a la conclusión que no hubo un trabajo a fondo con el pueblo. La propaganda era necesaria pero no sustituía el trabajo boca/oreja de la militancia con el pueblo trabajador que no se realizó con fuerza y eficacia. El candidato, con su intenso trabajo, tuvo que hacer no pocas veces el trabajo político que no hizo el partido.

El análisis de los resultados electorales debe continuar, es vital, fundamental, llegar al fondo de las fallas, sacar a relucir los errores cometidos.

Saludamos al presidente Nicolás Maduro por su elección y le auguramos éxito en su gestión al lado del poder popular.

(humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola)


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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

 humbertocaracola@gmail.com      @hgcaracola

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