Anoche más de uno estaba hecho un manojo de nervios. La espera a la que nos vimos obligados tras el cierre de las mesas electorales parecía eterna. Incluso horas antes de que los resultados fueran emitidos, seguidores de la revolución ya se encontraban celebrando. Por otro lado, se podía escuchar y leer a muchos opositores cantando fraude antes de que Tibisay Lucena apareciera en escena.
Tras el anuncio oficial del Consejo Nacional Electoral, mundialmente reconocido como el más impecable, transparente de los sistemas electorales, empezó un clima por demás acalorado y un poco incierto. Una vez más, como el pasado 7-Oct, hubo dos reacciones. Hubo un ganador y un perdedor. El chavismo optó por ir a Palacio a apoyar a Maduro y celebrar. La oposición, sin intenciones de aceptar el desenlace, esperaba con doble ansia el pronunciamiento del ex candidato Presidencial, Capriles Radonsky, con la triste esperanza de que eso cambiaría de algún modo, las cifras irreversibles.
FRAUDE! gritaban muchos. Las cacerolas se hicieron presente pero fueron pronto solapadas bajo el fuerte estruendo de la victoria revoluciona acompañada de fuegos artificiales.
La diferencia tan pequeña en las cifras acrecentó sus gritos y redujo nuestras ganas de celebrar. Sin embargo, hoy recibí de una amiga mía, este mensaje de una camarada argentina:
"Si me permiten, no es mi país pero como creo en la patria grande y el papel de Venezuela de "estado stop" para el avance de intereses foráneos en América Latina, me permito tener una opinión.
Me tomé el trabajo de mirar una buena cantidad de medios de comunicación, venezolanos, argentinos y la lacra del periodismo CNN y llegué a esta conclusión: Sí, compañeros. Tienen que festejar. Anoche ganó un candidato que no se enfrentó nunca a este nivel electoral y con tres semanas o 9 días de campaña consiguió que 7 millones de personas lo votaran sólo por el hecho de que es la continuación de la revolución. ¡Festejen! Festejen que la mesa política de la revolución, todos sus Ministros y Gobernadores acataron la voluntad del comandante y apoyaron a Maduro sin chistar. La otra cuestión es que la cantidad de electores disminuyó y eso hace que el porcentaje de quien saca menos votos crezca. Es erróneo pensar que un porcentaje de quienes votaron a Chavez en las anteriores, esta vez lo votaron a Capriles. Mas bien, creo que la población opositora a la revolución creyó que como el comandante pasó a la inmortalidad, eso les haría ganar y por eso el mayor caudal de votos hacia el candidato majunche. Ahora ¿El pueblo es responsable de esto? yo creo que NO. ¿Por qué? porque es un pueblo que pasó por tres elecciones y la muerte de su comandante en 6 meses y aun así 7 millones de venezolanos y venezolanas votaron para que la revolución continúe. Nunca perdieron la fe y la esperanza. ahora les toca a ustedes la militancia organizada el sacudir las mentes y los corazones de todos los venezolanos y tener confianza en Maduro que, no compañeros, NO es Chavez; es quien el Comandante indicó que debía tomar las riendas de esta revolución. Por último y me quedo en el tintero: Maduro no perdió votos porque es la primera elección a la que se presenta. En todo caso fue capaz de retener más de 7 millones. un abrazo argentino y latinoamericano."
Si somos capaces de entender la importancia de haber ganado estos comicios, seremos conscientes de la necesidad de festejar los votos y mucho más, defenderlos!!!
Vienen días difíciles pero ¿quién dijo que sería fácil? Sobretodo cuando por primera vez en 14 años, nos encontramos sin el Comandante Chávez. Y es un hecho que debemos aceptar. Chávez nos influye en el AHORA, pero no pertenece a él. Debemos, por consiguiente, apoyar lo que el creó y dejó.
Vienen días difíciles, pero si me lo preguntan, sí, ¡Hay que festejar! festejar nuestro triunfo, nuestra decisión soberana y sobre todo la exitosa jornada con la que hemos hecho frente a las fuertes realidades que nos ha tocado vivir en los últimos tiempos.
jammarquina@hotmail.com
