Dos enemigos diametralmente opuestos

A tan sólo pocos días de las elecciones en la nueva Venezuela, en esa Venezuela ahora más humana en el escenario mundial, en esa Venezuela revolucionaria y combativa, en esa nueva República Bolivariana de Venezuela, estoy seguro y me atrevo a decir, como colombiano, como latinoamericano, como cualquier ser humano, que habita este extraordinario Planeta Azul llamado Tierra y parafraseando a mi Comandante Chávez, que todo lo que ha de ocurrir en Venezuela escrito está.

Está afirmación contiene simplicidad y profundidad, dependiendo del cristal con que se miren las cosas y se corresponde, con una realidad innegable, abordada por Martín Heidegger, filosofo alemán y uno de los máximos exponentes del neokantismo, quien estudio teología y ciencias naturales, nacido en Messkirch Alemania, el 26 de septiembre de 1889 y quien muere casualmente, el día 26, pero de mayo de 1976, Heidegger afirmó que el lenguaje puede ser utilizado de dos formas: “Como instrumento y como instaurador de la realidad” y esto también concuerda con el libro más grande que conozca el hombre, pero esa parte, la dejo a la imaginación.

Heidegger fue un filósofo excepcional, puesto que enfoco su accionar con el campo teológico, ya que estudio teología, lo crucial de este hombre es su fina intuición, para con esa realidad que hoy nos envuelve, es en este sentido, que ocurre una conjunción, un accionar de ideas, que se conjugan precisamente en la realidad venezolana y mundial.

El Comandante Chávez quizá jamás pensó en ser Presidente de Venezuela y regir los destinos de ese extraordinario país, pero así ocurrieron los hechos y así han de seguir ocurriendo, para infortunio de pocos y beneficio de muchos.

Chávez comentaba insistentemente varios aspectos que llaman la atención poderosamente, hablaba de Jesús, se refería al padre de la patria, nuestro libertador Simón Bolívar, muchas veces dijo ser el hombre de las dificultades y en verdad que las tuvo en cantidades industriales, cabe citar: La tragedia de Vargas, El Paro Petrolero propiciado por una súper ultraderecha enferma de odio, un Golpe de Estado, Dos incesantes años de sequía que agotaron las reservas de represas como el Guri para generar electricidad, Ataques mediáticos a cada segundo contra el y su noble pueblo, traiciones, odios, envidias y pare usted de contar, no cabe duda entonces de su afirmación y desde luego, quizá ese accionar, tenga mucho que ver con ese lenguaje como instaurador de la realidad, al cual se refería Martín Heidegger.

Dentro de este contexto Chávez se acerco en forma premonitoria, a ese futuro distante de su patria, la Venezuela revolucionaria y socialista, la Venezuela Bolivariana y humana, que como antorcha encendida, ilumina la oscuridad del sendero, que conduzca a los pueblos oprimidos del mundo, en la búsqueda de su verdadera libertad. Hugo Chávez señaló el camino correcto y humano, que despoje a la humanidad de los falsos fulgores del Capitalismo Salvaje y Neoliberal, del camino que mediante el engaño y la obnubilación de la conciencia, somete a los hombres. Chávez destrozó las hábiles estratagemas urdidas por el capitalismo gringo, para someter a nuestros pueblos latinoamericanos.

Bajo esta óptica premonitoria de Chávez, fallecieron los Tratados de Libre Comercio (TLC) y la Alternativa de Libre Comercio para las Américas (ALCA) propugnada por el imperialismo norteamericano, se consolidó la unidad latinoamericana, mediante la creación de alternativas más humanas como el ALBA, la UNASUR y la CELAC, dándole fuerza al pensamiento de Bolívar respecto a la Gran Patria, la Colombia unida, frente al demoledor imperio que ante nada se había detenido, hizo pues con su accionar, retroceder al Dragón y que ya acusa el castigo y se siente acosado, y es allí donde resulta más peligroso.

Otro aspecto que indudablemente contrasta con esta realidad, es la referida al cúmulo de misiones educativas, destinadas a crear un hombre nuevo, a crear un hombre verdaderamente pensante, en función del conocimiento, vale entonces seguir pensando en Bolívar el Gigante que nos liberó, del explotador yugo español y que dijo alguna vez: “Un pueblo ignorante es instrumento de su propia destrucción.”

Reflejar toda la obra material del Comandante Chávez, ocuparía cientos de páginas y en este momento lo prioritario, es no permitir que la patria de ustedes y de Bolívar, vuelva nunca más a caer en las siniestras redes del depredador, por ende, lo procedente es comprender que el Comandante físicamente no esta, pero su pensamiento y su corazón, ese amor sin fronteras, que aceptó la muerte por su revolución, debe continuar.

El sabía su destino y aquel 8 de diciembre, no dudo en aceptarlo de esa manera, y tuvo la gallardía de aceptarlo, pero tampoco deja de ser cierto, que reconociéndose así mismo en ese trance vital, supo encontrar el sustituto apropiado, aunque todos podían haberlo hecho de ese modo, pero su consecuente estudio del sustituto, ya tenía su candidato: “NICOLÁS MADURO” y entonces sin arrepentimientos y con la absoluta seguridad, de quien se sabe muerto, lo pidió de esa manera, confieso que al escuchar aquellas palabras y luego escuchar aquella canción tan profunda, tan triste, tan dolorosa, tan firme, le dije a mi compañera, con una pena muy honda, que me traspasaba el alma: “Chávez se está despidiendo, creo que el Presidente Chávez se nos va y me acosté con el corazón dolido.

Desafortunadamente pese mi resistencia al día siguiente y en los posteriores, hubo cruce constante de todas partes del mundo por la salud del Comandante y mientras unos rezaban por su recuperación otros seres viles y despreciables, sólo deseaban su muerte, desconociendo que, con la vara que midan serán medidos.

Ya transcurrió más de un mes de su muerte y su última canción: “Patria Querida” resuena en mis oídos en forma constante, tanto que, se ha convertido en un Himno a la Hidalguía, que nos anuncia y nos prepara para seguir el camino por el abonado, Nicolás, sigue el camino de nuestro Comandante insigne, y quiero que sepas, tu y ese gran pueblo venezolano, que los verdaderos amigos, estamos regados y Colombia somos todos, la Gran Patria de Bolívar, Martín Heidegger tenía razón, el lenguaje es instaurador de la realidad y esa realidad, no es otra que seguir transitando hacia ese socialismo más humano, más respetuoso del ser, más respetuoso de la naturaleza que todo nos da, en Venezuela este fajo de engañadores más nunca volverán.

Esos dos enemigos diametralmente opuestos son Humanismo y Capital, uno reconoce al ser y el otro no hace más que pensar, en su dinero, en sus carros, en sus palacios en todo lo demás y para lograr mantenerse en el poder, acude a todos los artificios, que son el engaño y la maldad.

¡ESTE DOMINGO 14 EN VENEZUELA QUE SE IMPONGA LA JUSTICIA Y LA PAZ Y QUE GANE NICOLÁS!

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Arturo Pradera


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