Es difícil visualizar, precisar o determinar cual fue el legado más importante que dejó nuestro comandante Chávez. Un plan político económico bien trazado como para cien años, un equipo de mujeres y hombres con un fuerte liderazgo y muchísima capacidad para gobernar en socialismo y un pueblo maduro. Un pueblo maduro se traduce, o es igual, a un pueblo con la decisión de tomar el destino de su Patria en sus manos, un pueblochávez, un chávezpueblo que habla, que se expresa, que está dispuesto a condenar a la oligarquía a cadena perpetua, un pueblo que reescribe su historia y se deslastra de los vicios neocoloniales poco a poco y se enfoca en el legado de Bolívar, una América libre y unida del poder imperial, caminando como gigante hacia el amor real de los pueblos.
El legado de Chávez es un todo espiritual, es la confianza que día a día este pueblo coloca decididamente en Nicolás, es la confianza en un destino socialista, el mejor legado de Chávez fue la risa, el amor, el humor, el abrazo y la entrega incondicional, el todo por el todo al bienestar común de la Patria. Por eso en estos seis años de período revolucionario, de continuidad y transformación, debemos ir con más fuerzas, con más decisión rectificando y avanzando. No podemos dar tregua a la ineficiencia, al corporativismo; hay que abrir las alamedas del socialismo, reestructurar el ministerio de la cultura, de educación, profundizar al máximo el Poder Popular y combatir el gran flagelo de el desclasamiento, por que es imposible que existan 4 millones de oligarcas, son 4 millones de compatriotas confundidos, llenos de odio y de un sueño neoyorkino, con ideas inoculadas por los históricamente explotadores, sin ver en sus manos las marcas históricas, las marcas espirituales de ser los eternos explotados, y ahora los eternos explotados ideológicamente.
Maduro gana, gana el pueblo y por eso es irrevocable e inaplazable los cambios necesarios para la consolidación del socialismo, por eso es inaplazable e irrevocable el peso de la ley a los poderosos que infringen la ley, 4 millones de compatriotas confundidos no puede poner en jaque el sueño de Bolívar, el legado de Chávez, el amor del pueblo. Así que Nicolás confía en el apoyo de tu pueblo que es el de Chávez, el de Bolívar y has los cambios necesarios para que la Patria marche en su rumbo inexorable hacia el socialismo.
Nicolás gana y todos ganamos, incluso los que piensan que perdieron. Es el legado de Chávez, amor para todos, incluso a los que lo crucificaron en alguna oportunidad.
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