Pisar Tierra y Recordar el Modelo Económico que Sufrimos

Hemos tropezado con la realidad, una Venezuela que depende de las leyes económicas del capitalismo y sus relaciones de trabajo y valorización. El modelo económico imperante sigue levantado sobre los pilares de la renta petrolera, tanto lo privado como lo público siguen dependiendo del rentismo y los subsidios que el estado pueda hacer y del ritmo de las relaciones económicas del capitalismo internacional.

La economía no es un elemento de comportamiento inmóvil, con vida propia fuera de las relaciones humanas y sus decisiones. Más allá de la devaluación del bolívar, está un modelo económico edificado sobre el interés capitalista, donde la renta petrolera atraviesa todo ejercicio económico alimentando la cultura de conseguir todo lo que necesitamos como sociedad, como país, en el mercado internacional.

La burguesía venezolana, nunca propuso como proyecto histórico para Venezuela un camino para superar el modelo rentístico, ningún gobierno de la IV república hizo esfuerzos serios para promover un modelo de industrialización y de producción agrícola y tecnológica que se enrumbara hacia la plena satisfacción de las necesidades nacionales. De allí aquella tesis del camarada Kleber Ramírez, la necesidad de producir alimentos, ciencia y dignidad como superación del modelo de la cuarta república, y pilar para la construcción de la IV República.

La Revolución Bolivariana tiene como reto la edificación de un nuevo modelo productivo, que supere el rentismo por una economía productiva, garantizando la soberanía nacional en todos sus aspectos. En sus acercamientos teóricos y propositivos se plantea la construcción del modelo productivo socialista (según el plan de gobierno del 2006 y la propuesta presentada por Chávez 2012), sostenido en el trabajo con significado, en el régimen propiedad social y en la satisfacción de las necesidades sociales.

Sin embargo, el rumbo a ese modelo no tiene el camino despejado, el debate actual sobre la devaluación nos arrastra hasta la triste realidad de reconocer realmente que la misma es parte de un ciclo recurrente que siempre será una opción, desde la racionalidad técnica dominante, para reacomodarnos ante nuestra dependencia al dólar y a la renta.



El problema actual está, en que a pesar de que el estado es el mayor beneficiado de estas políticas, puesto que es quien más dólares (96%) percibe a través de la venta del petróleo en el mercado internacional, estos recursos favorecen a la racionalidad económica dominante del capital, favoreciendo corporaciones económicas, que para completar el cuadro, son mayoritariamente del sector comercial no productivo.

Innumerables alocuciones han resaltado sobre el crecimiento de la economía venezolana, lamentablemente, esa economía que crece no es más que la economía capitalista, las cifras son frías y cercen del carácter emancipador, muestran como se supone que un país crece, pero en realidad quienes engordan sus cuentas son las corporaciones económicas capitalistas. El sector privado - comercial especulativo sobresale en las tablas del crecimiento económico, reconociendo por un lado la histórica carga parasitaria de la burguesía nacional y sus nuevos engendros.

Entonces, la correlación de fuerza nos muestra que el proceso revolucionario está en minusvalía ante el poder económico capitalista. No se pueden obviar los esfuerzos del gobierno bolivariano y su conducción en intentar socializar la distribución de la renta, subsidiando y financiando políticas sociales de impacto determinante para el crecimiento social de nuestro país. A pesar de esto, claramente hay que señalar que el esfuerzo revolucionario debe interpelar la racionalidad económica dominante y plantearse la alternativa radical a la opresión económica capitalista.

En ese caso el movimiento revolucionario, debe reconocer y superar el carácter reformista, avanzar sobre las recetas que proponen cambiar todo para no cambiar nada. El momento nos hace ver nuevamente, para quienes dormitaron en el sueño de la paz y la tranquilidad, la necesidad de profundizar el proyecto histórico de los excluidos y explotados de estas tierras, la Revolución Bolivariana necesita una economía que verdaderamente produzca para satisfacer las necesidades sociales y nacionales, que nos salve de los vaivenes del mercado capitalista y que nos permita avanzar en nuestra esperanza de construir una sociedad sin explotación y liberada del dolor de la expropiación de nuestro trabajo y de la destrucción de la naturaleza.

Y es confuso, que la dirección del proceso, el gobierno, el partido, no puedan hacer aparecer un discurso (mucho menos una práctica) subversivo ante la racionalidad económica dominante. Tanto real, poder político e institucional, para aceptar las leyes del capitalismo como inertes, sin ninguna oportunidad para establecer un criterio pedagógico para denunciar la lógica capitalista y a sus operadores, como política planificada y no un esfuerzo individual de algún preocupado o preocupada.

La salida a problemas como la devaluación, la especulación, el acaparamiento, el desempleo, la inflación y demás síntomas de las lógicas del capital, no es otra que el salto cualitativo hacia una sociedad post capitalista. Dentro del reino del capital la deformación económica seguirá rigiendo el camino hacia la barbarie. Desde el movimiento revolucionario nuestra ruta debe marcar en lo inmediato:



· La defensa del poder adquisitivo de las mayorías populares

· La lucha por mecanismos que garanticen la protección del salario de las y los trabajadores

· La lucha contra la especulación y por la eficacia de los organismos institucionales de control y fiscalización del comercio y las empresas.

· Concientizar y organizar a las y los trabajadores del campo y la ciudad para la lucha por el control obrero, social y comunal de las fábricas y las tierras.

· Solicitar la confiscación de los medios de producción y sus bienes a los especuladores y acaparadores. Diría el general de hombres y mujeres libres, Ezequiel Zamora: "Lo que debe secuestrarse son los bienes de los ricos, porque con ellos hacen a guerra al pueblo, hay que dejarlos en camisa"

· Promover desde nuestros espacios de militancia política, la militancia económica en experiencias concretas de trabajo liberador.

M.R-Solidaridad – REDES

juankmurphy@gmail.com

CHAVISTAS POR SIEMPRE
VIVA LA LUCHA POR EL SOCIALISMO


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Jesús Silva / Jhony Murphy

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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