Hugo Chávez tuvo traidores y aliados

Revisar el pasado permite encaminar los eventos del futuro, o por lo menos incidir en ellos. Todavía es muy pronto para ponderar en su entera dimensión la obra social de quien condujo los destinos de Venezuela durante los últimos 14 años; pero más tarde o más temprano la historia universal alabará la actuación del hombre que vino de una familia campesina humilde y se abrió caminos extraordinarios que otros no pudieron transitar, y sin el apoyo de empresas transnacionales ni potencias extranjeras, este venezolano marcó un antes y un después en la vida de los pueblos de la América Latina y todos los pobres del mundo.

Fue así que el carismático candidato presidencial Hugo Rafael Chávez Frías en 1998 aparecía con el prestigio de la rebelión militar contra el desprestigiado régimen de las viejas élites corruptas e incapaces de promover bienestar a la nación; tenía también a su favor la conformación de una estructura militar paralela y clandestina que disuadía al gobierno de Caldera a no intentar ningún fraude electoral que pudiera provocar nuevos alzamientos armados.

Chávez abrazó una identidad bolivariana que resultaba mucho más amplia e inclusiva como plataforma ideológica que el anacrónico catequismo soviético que tanto daño le hizo a los partidos de la izquierda ortodoxa venezolana y los condujo al estrepitoso fracaso tanto en el plano militar guerrillero como en el político electoral.

Con una ideología criolla y autóctona fundamentada en Simón Bolívar, Chávez se convirtió en el primer Presidente venezolano no impuesto por las élites económicas nacionales y extranjeras. Tal realidad le cayó por sorpresa tanto a los sectores tradicionales de la derecha ni como a los de la izquierda mansa que predominaba en esa época.

Muchos marxistas extraviados (ex partidarios de Rafael Caldera), tigres del pasado que ahora eran felinos desdentados pero resentidos por tantos fracasos y sueños rotos, más de una vez lo calumniaron públicamente al calificarlo como reformista, demagogo, populista y hasta colaboracionista de Washington y Bogotá.

Esos discípulos venezolanos de la degradada Perestroika soviética pretendieron abiertamente desacreditar a Chávez al mentarlo como animal de tres patas (cristiano, bolivariano y marxista). Fue en ese contexto de difamación y deslealtad contra el líder que simultáneamente le reclamaron cuotas de poder.

Cogollos de la vieja izquierda corrompida pidieron gobernaciones, magistrados en el TSJ, ministerios, alcaldías, diputaciones que posteriormente al no ser totalmente complacidos, se dedicaron a crear (elección tras elección) candidaturas paralelas como chantaje para dividir al chavismo y favorecer directamente el triunfo de los partidos de la burguesía y el imperialismo yanqui.

De los sectores de la derecha, la historia es bien conocida y para nada sorprende, dos golpes de Estado, guerra económica, ataques mediáticos al honor y la reputación del Presidente, entre otros flagelos, fueron episodios de la turbulenta relación entre el oposicionismo ultraderechista y el ahora rebautizado por la Revolución Bolivariana como su Comandante Supremo.

Ocurre con todos los héroes y redentores, Chávez fue odiado e incomprendido por los ricos, los consorcios, las pandillas, los carteles y cúpulas podridas de partidos reformistas con insanas ambiciones de poder (aunque hoy con Chávez muerto muchos se autoproclamen “chavistas”). Sólo el pueblo de a pie se portó bien con Chávez, lo abrazó desinteresadamente en todo momento y lo internalizó en sus afectos por encima de miles de mentiras de izquierda y de derecha que se fabricaron en su contra.

El Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez ha creado un nuevo escenario donde nunca más la burguesía podrá obtener mayoría de votos del mismo pueblo al que ha injuriado y despreciado. El antiimperialismo y el anticapitalismo son un legado chavista que se ha multiplicado en millones de seres humanos que hoy habitan nuestra Patria Querida.

Chávez desarrolló una obra basada en inclusión social, el buen vivir de
todos sus compatriotas con independencia, soberanía y paz sin excluidos. Nunca en su historia Venezuela nunca fue tan libre como ahora.

Nuestro Presidente en 14 años de Gobierno Bolivariano hizo realidad grandes reivindicaciones económicas y sociales al igual que redistribuyó con justicia la riqueza petrolera pero conjuntamente a lo material, en el campo espiritual engrandeció la cultura popular, la dignidad nacional y los valores de la moral revolucionaria.

En su dramática batalla contra la enfermedad del cáncer, ese grandioso gobernante tuvo capacidad de diseñar el plan estratégico para seguir protegiendo a su pueblo aun más allá de su existencia como individuo en el planeta tierra; por eso aquella conmovedora noche del 8 de diciembre sabiamente el pidió al pueblo votar por su discípulo Nicolás Maduro en aras de salvar la revolución.

A pesar de su lamentable fallecimiento, sobrevive la dirección político militar del Chavismo, el PSUV, el Gran Polo Patriótico, la unión latinoamericana y un pueblo bolivariano organizado con Maduro en la Presidencia deben ser garantes de que los ideales de Chávez sobrevivirán en el tiempo y se harán totalmente realidad.

Constitucionalista. Profesor de estudios políticos e internacionales UCV.

http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

jesussilva2001@cantv.net


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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

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