Mi canción no es neutral
ni me la canto a mí mismo,
por eso tiene amigos y enemigos…
Alí Primera
Conocí al Comandante Chávez un 13 de junio de 1994. Formaba parte de un grupo de jóvenes (y otros no tanto) que escoltamos y acompañamos al (ya para ese momento) legendario “alzado” del 4 de Febrero. Estuvo en Acarigua en varias actividades, pero la más significativa sin lugar a dudas, fue su contacto con el pueblo. En una tarima ubicada entre la esquina de la calle 25 con avenida Alianza y la avenida Libertador de Acarigua, en poco más de 2 horas, el comandante Chávez nos habló y orientó, nos brindó una conferencia histórica. Muchos nos llamaron locos o “loquitos”, pero fuimos testigos del cabalgar histórico de ese Centauro. Por supuesto, no pudo faltar la música eterna de Alí Primera. Precisamente unos días antes nuestro Glorioso Comandante había visitado la casa de Carmen Adela (la madre de Alí). Así lo escribió Alexander Montilla en “Las Verdades de Miguel” del 11 al 17 de febrero 2005: “Aquí llegó el 7 de mayo de 1994 y se abrazó con mi madre”, cuenta Mireya, una de las hermanas de Alí, en la propia sala donde se hizo el acto velatorio. “los dos lloraron y Chávez le dijo a mamá que le había quedado mal a Alí porque falló el 4 de febrero de 1992. Mamá le dijo que no había fallado porque ahora era cuando tenía que luchar por este país para ayudar al pueblo. Recuerdo que Chávez andaba con Jorge Luis Chirinos, Justo Barráez, y Victor Montilla, 3 revolucionarios aquí en Falcón. También estaba Iván Primera, hijo de mi hermano Asisclo. Mamá les brindó café y después salimos todos cantando para hacer la ruta de los claveles, de aquí al cementerio. Los muchachos del barrio se sumaron y Chávez declamó un poema en honor al comandante Acosta Carlés. En la noche durmió en la casa de mi hermano Asisclo y al día siguiente almorzó pescado con mi hermano Montecano”.
“Este día de reencuentro tiene para mí un significado especial. Venir a la casa de Alí Primera, al nido de Carmen Adela y sus sueños es reconfortante y el calor que aquí pervive nos llena la sangre de fuerzas tremendas, especiales. Alí, tu canto siempre fue arma para la lucha, tu ejemplo y tu guitarra van grabadas en nuestra bandera. Carmen Adela, en este día de las madres, he sentido aquí, con la brisa fresca de tu Paraguaná seca, los besos de mi madre y el fuego sagrado de la patria. Aquí estamos junto al canto y la esperanza con Alí en vanguardia. ¡POR AHORA Y PARA SIEMPRE! Hugo Chávez. Punto Fijo 7 mayo de 1994”. Así escribió su mensaje en el libro de visitantes nuestro Comandante al visitar el museo de Alí. El mismo Montilla entrevistó a Chávez en el año 2000, en Maracaibo y le preguntaba sobre el significado de la música de Alí en su quehacer diario. “Es algo que me transmite mucha energía y a la vez me llena de compromiso. Nosotros cargamos a Alí en el corazón y tenemos la obligación de no fallarle”
Alí Primera y Nuestro Inmortal Comandante libraron a lo largo de todas sus vidas largas batallas a favor del pueblo, ambos fueron atacados duramente por los poderosos, ambos sufrieron el acoso de las televisoras privadas venezolanas, de los medios impresos. Ese pueblo al que le canto Alí fue el mismo que reivindicó años más tarde el Comandante Barinés. No hubo acto donde no sonara la canción necesaria del falconiano, del Cantor del Pueblo. Las luchas a favor de los pobres librada por Alí a través de su música continúo con Chávez en su presidencia.
Alí hablaba del despertar del pueblo. Chávez despertó a ese pueblo, lo hizo visible frente al mundo. Modificó toda la estructura legal burguesa del país poder beneficiar al pueblo, obligó a los bancos a dar créditos, le entregó tierras a los pobres, construyó autopistas, puentes, escuelas, liceos, ayudó a muchos países, sacó a Bolívar del olvido, reivindicó a los pobres, junto a civiles y militares, rescató a los discapacitados, pensionó a los ancianos, creó MERCAL, PDVAL, municipalizó la educación universitaria, creó las misiones…en fin, se visibilizó a los excluidos de siempre, acabó con la represión de Estado, con la recluta.
Alí denunció con todas sus fuerzas la criminal guerra de Vietnam, Chávez denunció sin tapujos la invasión de Afganistán, Irak, Libia, Siria, se solidarizó con Palestina. Ambos denunciaron a medios manipuladores y mentirosos al servicio de los más oscuros intereses nacionales y extranjeros. Alí le cantó a Cuba, Nicaragua, Haití, Puerto Rico, El Salvador, Colombia, Chile, entre muchos países. Muchos de estas naciones fueron ayudadas solidariamente por nuestro Comandante. Chávez rescató la nacionalidad, tan maltrecha por adecos y copeyanos.
El cantor del pueblo Venezolano decía que. ”El que no adora su tierra tiene espíritu prestado”, precisamente Nuestro inmortal Presidente se dedicó en cuerpo y alma a rescatar el sentido de nacionalidad de un pueblo engañado y maltratado, entregado a las grandes corporaciones mundiales en el marco del neoliberalismo. Al igual que Alí nuestro Chávez hizo llamados a la unidad, a combatir el burocratismo, la corrupción y la desunión. Nuestro padre cantor nos llamaba a buscar al cura de parroquia, no al cardenal. El Comandante se enfrentó a una cúpula eclesiástica alejada del pueblo y defensora del gran capital; Nuestro Alí llevó un mensaje ecológico: le cantó a nuestro Lago, a la Puerta de Trujillo; Nuestro Comandante anduvo por el mundo haciendo llamados para salvar el planeta de la voracidad capitalista que arrasa con los recursos naturales de nuestra Pachamama.
Son tantas las coincidencias políticas entre Chávez y Alí. La forma como uno y otro lucharon y vivieron. Alí lo cantó y Chávez lo cumplió. Ambos fueron frontales en la defensa de los intereses del pueblo y por eso cuentan con el amor del mismo. Chávez cambió de paisaje, va a encontrarse con Alí, allá donde sólo llegan unos pocos, quienes han sido queridos por el pueblo, aunque para ser justo, ambos se habían ganado ese sitial mucho desde mucho antes.
¡ALÍ Y CHÁVEZ AL PANTEÓN NACIONAL, JUNTO A BOLÍVAR!
