La gloria del comandante

Comandante, recorres la llanura del inmortal en la comarca del espíritu, entretanto dialogamos desde la conciencia en la esfera de la espiritualidad. Asimismo, eres la corazonada del pensamiento, la brisa entre los árboles, el torrente de las olas, la arena de la playa y los médanos, la ventisca en los páramos de la cordillera, el sol del alba, los mundos de la naturaleza y la transparencia musical del revolucionario. Sereno galopas en el potro blanco del Libertador como un presagio que intuyó el pueblo al desprenderte y una sensación inefable zarandeó las almas. ¿Cómo no llorar?, si las lágrimas fluyen del profundo sentimiento como la hondura de tu querencia a la patria, querido hermano.

Hugo, tu valor y ejemplo de soldado y civil bolivariano, de héroe histórico, humanista sensible, perdurará en la memoria de las generaciones, de tus hijos y nietos dispersos en la geografía del planeta. Padre y abuelo. Vuelas libre con la alegría de los pájaros en los parajes de la verdad de la obra viva. Allí estás desde aquella luminosa madrugada del “por ahora” y como una centella contundente atravesaste la imaginación del pueblo oprimido. Entonces, reemprendimos el proyecto bolivariano. Creador de una original concepción de la existencia y de la cultura social.

Ahora floreces en el pueblo y éste no te defraudará porque lo forjaste en la virtud política. Estadista y maestro, enseñaste a aprender el ideal moral de la revolución. Poeta y filósofo, pensador de la utopía que ya es realidad como el sueño emprendido, no araste en el mar. Jamás te doblegaron los egoístas y los traidores, los sin patria, con la dignidad del hombre nuevo, sabio y paciente. Desde este momento tu voz, el coraje y la mirada es la del pueblo, porque como pintor a la patria grande diseñaste y le diste color.

Vemos en el horizonte de la tierra de gracia, la bienvenida de los patriotas en la resplandeciente pradera y vegas del río de la inmensidad. Allí están Guaicaipuro, Leonardo Chirinos, Tupac Amaru, Bolívar y Manuela, Simón Rodríguez, Miranda, Sucre, Juana “la avanzadora”, las Heroínas, Zamora, Martí, Zapata, Maisanta, Alí, el Ché, Tania, Fabricio, Camilo, Allende, Neruda y otros tantos, del colectivo, las mujeres y los varones del pueblo. Los libertadores que sembraron los caminos de la sabana y las montañas con las flores de la libertad.

Estás en el corazón del pueblo. Sembrador que cosechas frutos maduros de felicidad y de amor; hombres fuertes y mujeres bellas, jóvenes robustos, niños inteligentes y sanos, mayores optimistas y satisfechos. Quienes intervienen y configuran en el presente un porvenir de superación y bienestar porque unidos somos Chávez. El hombre síntesis y genio. Camarada del trabajador, obrero, campesino, veguero, arañero, indígena, estudiante, artesano, militar, artista, visionario, pensador, intelectual, profesor. Camarita, interpretaste la gloria de Simón.

Zamora y Bolívar, cual líderes del bravo pueblo, eufóricos te abrazan cumplida la misión; porque con tu llave y sabiduría se abrió el umbral del futuro ¡Libertador! Mientras la conciencia es una lluvia de pueblo soberano. No obstante, ¿cómo le explico a mi niña y a mi niño?, si con sus lagrimitas del alma preguntan ¿por qué?, ¿cómo? (…) Y dicen: –“Si yo amo a Chávez”--. –Sí, mi vida--. Y con ellos lloro. Por tanto, el compromiso es el impulso consciente, para emular los valores éticos y revolucionarios de este gigante impecable: humilde, honesto, generoso, solidario y pleno de amor. En nosotros por siempre vivirás, ¡Comandante!

alexisvazquezchavez@gmail.com



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