Como no amarte mi Comandante

Como no amarte mi comandante, si fuiste nuestra voz, si fuiste nuestra conciencia, si fuiste nuestros sueños, nuestra tristeza, nuestra alegría.

Como no amarte mi comandante si en todo lo que tenía que ser reivindicado estaba tu acción tratando de colocar las cosas en su justo lugar.

Les devolviste el mar a los pescadores.

Iniciantes el pago de la promesa del Libertador a nuestros campesinos.

A nuestros pueblos originarios les reconociste la propiedad sobre sus tierras, sobre su lengua, sobre sus cosmovisiones del mundo y su creación.

Al África eterna le reconociste no solo los brazos de los encadenados sino el cuerpo, el alma, el canto y la alegría, convirtiéndola en patrimonio para el orgullo de un presente que lleva su sangre, sangre zamba como la tuya y nuestra mi comandante.

Como no amarte mi comandante

Si nos enseñaste que un hermano con alguna discapacidad, no era un inútil, y le brindaste la oportunidad merecida.

Si nos enseñaste que la humanidad y la historia no la hacemos nosotros, sino; Nosotras y Nosotros.

Si nos enseñaste que ser ama de casa no es estar sin trabajo.

Le distes, a la hermana, esposa, hija, amiga, compañera y madre el justo sitial de ser MUJER.

Como no amarte mi comandante

Si nos enseñaste que no somos un aparato electrodoméstico que puede entrar en desuso y se le llama “viejo”, nos enseñaste que seguimos siendo personas.

Como no amarte mi comandante.

Si todas las luchas de los oprimidos fueron tus luchas.

Si hasta los ríos, mares, peces, flores, mariposas, pájaros, árboles, frutos y hasta el aire encontraron en ti un defensor.

Como no amarte mi Comandante.

Si nos distes amor a todos, incluyendo a los que celebran tu partida, a los que creían que tú eras una amenaza a su propiedad privada; aprobaste leyes para que ningún subterfugio bancario le arrebatara su propiedad.

Como no amarte mi comandante:

Si nos enseñaste que la riqueza es mucho más que el dinero y levantamos con dignidad en cualquier parte, nuestra vida de vendedores y vendedoras de turrones, majaretes, arañas, de becerreros y todo los que nuestra extracción de pueblo nos brindo.

Como no amarte mi Comandante.

Si nos contabas historias, la verdadera historia que no nos contaron, como a niños y niñas de cunas nos arrullabas con relatos maravillosos de un Bolívar despertando generales, de un Zamora anunciando tempestades, de Don Simon Rodríguez encendiendo luces, de un Sucre invencible en Ayacucho, de José Leonardo y su cimarronaje, de Miranda y su grandeza, de Guaicaipuro y su coraje y el relato lo perfumabas con el canto del llano o una canción de Alí.



Como no amarte mi Comandante.

Si quienes desde mucho tiempo andamos tras la isla de la utopía, ya estábamos como Penélope en la estación del tren, esperando que la historia pasara y tus nos estremeciste “carajo” con tu ¡POR AHORA! Y despertamos y nos dejamos de lamentar oportunidades frustradas y volvimos a ser militante, y volvimos a la lucha activa por un mundo posible, y volvimos hacer historia.

COMO NO AMARTE MI COMANDANTE, HASTA LOS HUESOS, HASTA LOS TUETANOS, HASTA EL ALMA, HASTA EL ULTIMO ALIENTO.



COMO NO AMARTE MI COMANDANTE



Patria Socialista

Viviremos y Venceremos



Chávez somos todos.





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