Ya a los pocos minutos del infausto hecho en que las circunstancias despojan físicamente a Venezuela y el mundo del mas prodigioso líder de los pueblos humildes y más necesitados, el vicepresidente Maduro cargado de un profundo dolor que trasciende a todo el pueblo venezolano y buena parte del mundo entero, cumplió con el encargo de comunicar a todos los ciudadanos de la tierra que el prominente hombre de inmensas virtudes de humanismo, había fallecido. Se creció sin duda en tan difícil tarea el hombre que por absoluta voluntad del líder físicamente ido, impulsó ante su pueblo para sucederle en la conducción del país por la circunstancia conocida, que con una fortaleza descomunal sólo los magnánimos de la historia pueden advertir. Por eso Maduro será en las próximas semanas el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, elegido por el pueblo bolivariano. Pero entonces, con una extraordinaria lucidez, a pesar del difícil momento que se atravesaba, apareció cristalino, como un rayo en la penumbra, el Ministro de la Defensa Alm. Diego Molero. Y le dio el primero y más grande espaldarazo a la revolución y el socialismo en ausencia física de Chávez. Diáfano en el hablar, parco y claro en sus oraciones y generoso en el cometido, el ministro arrió las banderas de la democracia inclusiva y el socialismo. No pudo haber mayor expresión de lealtad ante el ideal que albergaba en su conciencia el líder fundamental Hugo Chávez Frías. Es probable que con las palabras de Diego Molero se empiece a conformar con firme basamento un liderazgo de la revolución de grandes virtudes socialistas en las esferas militares. Y tendrán los estratos opositores, que arrinconarse otra vez ante una inaplazable realidad. El pueblo chavista como fulgurante mayoría en Venezuela, elegirá pronto a Nicolás Maduro Presidente de Venezuela y desde siempre, la memoria de Hugo Chávez trascenderá en vida por los siglos de la historia patria como el más trascendental hombre americano de los últimos siglos.
