Todos los patriotas colombianos, y en particular los miembros de PLATAFORMA SUR, recibimos con inmensa tristeza la noticia de la muerte del comandante venezolano Hugo Chávez Frías. También la recibimos con mucha rabia, al conocer la declaración del Vicepresidente Nicolás Maduro, difundidas por la radio y la televisión oficiales desde el Palacio de Miraflores, sobre la responsabilidad del Imperio Norteamericano y de los enemigos de la revolución en ser los provocadores de la enfermedad que finalmente aniquiló al Comandante: “los enemigos de la Patria, particularmente en EE.UU., han decidido activar planes para la desestabilización”,- dijo-. Sustentó la tesis de un “ataque científico” detrás de la enfermedad del presidente Chávez: “No tenemos ninguna duda que el comandante Chávez fue atacado con esta enfermedad. Tal como ocurrió con Yasir Arafat (...) Llegará el momento en el que se iniciará una investigación científica sobre la enfermedad del presidente Chávez...Es el imperialismo que no perdona que un hombre como Chávez pudo levantar la Patria, devolverle sus recursos naturales, su dignidad (...) No ha habido ni un segundo de respeto al derecho humano para que Chávez pueda atenderse su salud, hablan mentiras y mentiras”.
No es de extrañar que la mano homicida gringa, patrocinadora de la oposición oligárquica venezolana pueda estar detrás de la causa de la enfermedad de Chávez. Baste recordar los serios indicios sobre el asesinato del Libertador Simón Bolívar, para esclarecer lo cual, el mismo Chávez creara una comisión científica investigadora. Al respecto es elocuente la nota publicada por El País de España: “Jorge Mier, esgrime "más de 2.000 documentos" que le entregó un pariente suyo, tataranieto de don Joaquín, el anfitrión de Bolívar en su última morada. El Libertador, dice Mier, fue traicionado por sus colaboradores, y él mismo dejó las pistas de su asesinato. ¿Dónde? En una carta (apócrifa) a una amante de su juventud en Francia, en la que usó "claves masónicas ocultas" para señalar a sus asesinos. Mier pudo descifrarlas gracias a "un código de signos secretos" que tenía don Joaquín de Mier. En la conspiración están implicados el presidente de EE UU, Andrew Jackson, el rey de España, Fernando VII, y la corte de Inglaterra.” (http://www.historiayfotos.com/2008/12/la-hipotesis-del-asesinato-de-simon.html). Sobre el envenenamiento de Arafat, baste consultar http://www.rebelion.org/noticia.php?id=152901.
La figura de Hugo Chávez brillará para la historia de la humanidad con los mismos lúmenes que la de Bolívar o la de Fidel, como Segundo Libertador de la República Bolivariana de Venezuela y de Latinoamérica y el Caribe, porque como los otros dos grandes próceres, contribuyó definitivamente a echar las bases de la Patria Grande. Latinoamérica y el Caribe hoy están de duelo, pero a todos los libertarios nos une una profunda convicción que nos enorgullece y alegra: jamás el Imperialismo podrá sentar de nuevo sus reales en nuestras naciones como lo hacía antes de Chávez. Quedan aún algunas neocolonias, regidas por oligarquías parias como la de nuestra sufrida Colombia o la de Chile, pero el oxígeno que les da el imperio resulta cada vez más escaso. La débil vida de éstas se revela en evidencias como su incapacidad para resolver urgencias populares. Obsérvese no más, la represión con que el gobierno Santos pretende resolver la crisis de subsistencia de las 600.000 familias cafeteras que se vieron obligadas a recurrir al paro campesino indefinido; o el terror paramilitar que masacra a más de 100.000 colombianos para contener el avance guerrillero revolucionario y para seguir concentrando las mejores tierras.
La grandeza de Hugo Chávez, como ícono de los revolucionarios del mundo, no se encuentra solamente en haber tenido la dignidad y el coraje de gritarle en su propia cara al emperador yanqui o al Rey de España, su carácter demoníaco para nuestros pueblos. Radicó también en la energía vital con que recuperó el pensamiento del Libertador para hacerlo realidad en la edificación de la unidad latinoamericana y del Caribe, consolidado en la CELAC, como un nuevo gigante económico-político, capaz de sostenerse en tiempos en que hasta los poderosos imperios del capital comienzan a derrumbarse; en la habilidad con que retomó la cultura latinoamericana para empoderar a nuestros pueblos con el pensamiento de los grandes maestros, tras cientos de años de ignominia y explotación, habilidad que se materializó en obras como la Biblioteca Ayacucho que rescata el pensamiento latinoamericano; en la lucidez con que recuperó los recursos energéticos de manos de las transnacionales para ponerlos al servicio de su pueblo y de los demás pueblos de Latinoamérica y el Caribe, dignos pero necesitados; en la genialidad con que proveyó a Venezuela de una nueva Constitución que recupera la tierra, el capital y las fuerza de trabajo para ponerla al servicio de un pueblo, antes desperdiciadas por pequeñas élites corruptas; en la fortaleza que infundió al pueblo venezolano para unirse alrededor de una Revolución Socialista de Nuevo Tipo, que ahorro ríos de sangre, al ingeniarse estrategias pacíficas de cambio social que fueron paradigma para países como Ecuador, Bolivia y Uruguay y que sigue iluminando al resto de América y al mundo. Por eso el Partido Socialista Unido de Venezuela es uno de los mayores blasones heredados a Hugo Chávez.
Chávez como gigante de la libertad muere prematuramente, seguramente a causa de la maligna maniobra de los enemigos de la vida, pero su espíritu se agigantará con el paso del Siglo XXI. Crecerá con la dinámica imparable y veloz con que veremos crecer la Revolución en América Latina y el Caribe. Por eso Chávez seguirá, vivo animando los corazones de nuestros pueblos. Lo despedimos con la misma arenga con que cantamos al gran Che Guevara: ¡Hasta siempre, Comandante, Amigo! ¡Fuerza en la unidad, grandioso y valiente pueblo venezolano en esta hora aciaga: sabréis seguir construyendo con dignidad la victoria socialista!
