La devaluación solo favorece a la burguesía, aunque intenten convencernos de lo contrario

Justo después del anuncio de la devaluación anunciada por parte de Merentes y Giordani el pasado viernes, se alzo el revuelo de opiniones y posturas tan contradictorias y disonantes, que parecieran no dar cuenta del mismo hecho si no de dos completamente diferentes. Que si la devaluación es lo mejor que le pudo pasar a la economía venezolana o hasta que es un nuevo paquetazo neoliberal.

Pero, veamos, ¿como una sola medida puede llegar a ser cosas tan opuestas? Es justo revisar quienes y con qué fines, emiten tales opiniones, y no dejarse llevar por las apariencias y los discursos.

De ninguna manera en la devaluación de la moneda se encuentra la panacea de los graves problemas estructurales que tiene nuestra economía, no va a generar estabilidad sostenida en el precio del dólar paralelo, ni mucho menos se incentivara la producción nacional, disminuyendo las importaciones. Lo mismito se dijo cuando se devaluó en diciembre  del 2010 y todavía ni se dio un paso para tener el susodicho súper aparato productivo, que según, iba a desarrollarse a partir de tomada la medida.  Tampoco se estabilizo el precio del dólar paralelo. ¿Entonces por qué nos mienten?

Del otro lado están los lobos disfrazados de corderitos, tiñéndose de un discurso progresista y generando simpatías entre sectores del pueblo que se verán afectados por esta nueva devaluación. ¿Quién le cree a esta gente? En su programa de gobierno adelantaron sin sonrojarse que sus medidas económicas privilegiarían la participación e inversión privada, y son los mismos que impulsaron el verdadero paquetazo neoliberal en el 89. Su propuesta hoy es el neoliberalismo del siglo XXI. Que no se la vengan a dar de defensores del pueblo!

 Sin embargo, el problema más grave parece estar dentro de casa. Dentro de las filas de la revolución. Y es que lo que si tiene de particular esta nueva devaluación es el marco político dado por la ausencia del presidente de Chávez y la situación de incertidumbre sobre el futuro de nuestro proceso. Muchos tenemos esperanzas sobre el pronto retorno del presidente, pero también debatimos y alertamos de la necesidad de reactivar con todas las fuerzas, como en sus mejores épocas, al poder constituyente, al soberano mismo, a quienes hacen hueso y carne de la revolución cotidianamente. Al grito de ¨yo soy Chávez¨ miles de venezolanas y venezolanos nos juramentamos el 10 de enero, asumiendo la responsabilidad del gobierno en nuestras manos.

Entonces, en primer lugar ¿Por qué no nos consultaron? Ante la ausencia del presidente ¿no es el pueblo a través de sus organismos de discusión y organización el principal garante de este proceso, como una decisión de tal envergadura puede ser secuestrada de tal manera? En segundo lugar ¿Por qué nos mintieron? Por qué nos estuvieron diciendo que no iba a hacerse y luego se hace en la tarde de un viernes previo al asueto de carnaval. Y por último ¿Por qué nos siguen mintiendo?  ¿Por qué no hacemos un debate franco sobre la necesidad de la medida, sobre cómo nos podría afectar y que otras medidas se pueden tomar para evitar sus consecuencias negativas?

Pero resulta que ya tomada la decisión, pretenden hacernos ir al matadero, convencidos de que tenemos que ir sonriendo. No hace falta ser un experto en economía para darse cuenta que la devaluación afecta el poder adquisitivo de quienes viven de su salario. A propósito, un excelente análisis del economista Andrés S. Zuñiga, explica que la devaluación:

¨Beneficia en primer lugar a los que poseen ingresos o activos financieros valorados en dólares. Aquellos sectores económicos que disponen de cuentas externas donde van a parar los dólares que capturan de la renta petrolera y los dólares que obtienen por la exportación… Estos son los primeros que apuestan a la devaluación porque son ganadores netos: obtendrán más bolívares por cada dólar que poseen. En segundo lugar, la devaluación es un mecanismo muy eficiente para aumentar la extracción de plusvalía abaratando el costo laboral. Así que los sectores empresariales privados tendrán un costo que se abaratará en relación a los otros precios de los productos finales que ellos vende¨

En vista de esta situación, es necesario exigirle a la dirección política de este proceso que sea franca, que abra los debates a tiempo, y que no pretenda seguir haciendo pasar una medida clásica de ajuste como una medida socialista. Porque sobre la necesidad de la devaluación, o de otras medidas económicas, políticas, sociales o militares que se deban tomar y que impliquen un sacrificio del pueblo, es el pueblo quien lo debe debatir, y cuando sea necesario y justo este pueblo se apretara el cinturón. De eso la historia no deja espacio para la duda. Pero de que a través de mentiras y maniobras se pretenda embarcar a las bases de este proceso revolucionario a defender medidas que actúan en su contra, y además medidas de dudosa necesidad, pues ahí que las cosas no pintan bien.



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Andrea Pacheco

Activista de la Plataforma contra el Arco Minero del Orinoco. Directora del Centro de Estudios de la Realidad Latinoamericana. Militante feminista.

 milux28@gmail.com      @AndreaPachecoH

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