Debate en torno al Sistema Nacional de Orquestas debe profundizarse

A Chávez sí pueden criticarlo, a Abreu “no”

El caso “Abreu-Sistema-Juanes-Bosé-Pérez Pirela-Hernández” movió las
bisagras de una puerta vieja que estaba cerrada, censurada y
clausurada para la discusión y el debate. A diario, y desde hace ya
más de catorce años, en los medios de comunicación nacionales e
internacionales (radio, televisión, impresos e internet), se atacan y
critican, desde la derecha y la izquierda –muchas veces-, las
decisiones, acciones y discursos del Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, hoy en fase
post-operatoria y en “franca recuperación” dicho por autoridades del
Gobierno Nacional. Lo que llama la atención y a la suspicacia, es cómo
se pretende acallar los cuestionamientos, sanos, democráticos,
necesarios e impostergables, en torno al Sistema Nacional de Orquestas
fundado por el “Maestro” Abreu.

Vale argumentar, que una “revolución” debe mantener su esencia radical
sin pruritos, para destruir las estructuras oprobiosas del pasado
capitalista, occidental y eurocentrista con su cultura entronizada aún
en gran parte de la población y fundar los cimientos de
“nuestramericanidad” con todos los colores que nos caracterizan, los
que se preservan y los que hay que reinventar, adecuar y traer al
presente para forjar el músculo identitario, que garantizará la
fortaleza de nuestra soberanía cultural. En este mar de voces
intransigentes, hasta calumniosas, altisonantes y sesgadas, aparecen
los defensores de lo “establecido”, los “conservadores”, los
“restauradores” y los “reformistas”, verbigracia de mantener lo que
existe, como fundamento y método (europocéntrico) para alcanzar el
“éxito” y en el peor de los escenarios contradictorios, la “victoria
revolucionaria”.

El “Maestro” Abreu se equivoca. No es infalible. Es un ser humano
–aunque algunos dicen lo contrario- y con la recepción que hiciera en
Venezuela, específicamente en la sede principal de “El sistema” en
Caracas a Juanes y Bosé, lo ha demostrado. En el video que todos
conocen (http://www.youtube.com/watch?v=QkxrUi6aqko), las palabras del
“Maestro” son delatadoras. Signos, referentes y significantes
incontrastables. Los pretextos de agenda “copada” y de hacer y enviar
carta a la Vice-Presidencia de la República solicitando su respaldo
para “el concierto” son falacias colosales. La opinión en defensa de
“El Sistema” y el “Maestro” Abreu, de parte del filósofo P. Pirela,
demuestra el desconocimiento de una realidad que no se estudia en El
Vaticano, ni en la Sorbona, sino que se vive, se respira, se palpa y
es vox populi en los estamentos culturales de Venezuela, de los cuales
evidencia también, estar muy desconectado.

Por mucha tambora y violín que toque o haya aprendido a tocar –no nos
importa, ni nos atañe-, y pese a su manipulador discurso en
soliloquio, de historia de vida cotidiana personal o “existencialista”
poniéndose a sí mismo como “ejemplo” -egocentrismo con intencionalidad
de egolatría: arrogancia pura-
(http://www.youtube.com/watch?v=rJ4HB9dzLoo), incomprendió crasamente,
los mensajes de alerta que cultores y no cultores venezolanos,
lanzaron a la internet respecto a la pretendida y acordada presencia
de Bosé y Juanes en Venezuela con su propuesta de concierto de “Paz
sin fronteras”. Sin darse cuenta, el agua del debate llegó hasta el
punto nunca tocado tan masivamente: El Sistema Nacional de Orquestas.

Catalogar sus opiniones como “radicalismos de poca monta”,
“radicalismos baratos”, sin ahondar en sus inferencias, reflexiones y
argumentos, lo convierte en un censurador de aquello que no le parece
ni aprueba. Y no por capricho, sino por reacción calculada, maquinada
incluso por y con el “Maestro” –quien lo llamó, dicho por él mismo-,
pretendió lavar la cara de Abreu y del “Sistema de Orquestas” respecto
al concierto “Paz sin fronteras”, que entre muchos “méritos” que él
desconoce evidentemente, tiene en su currículo, la extinción de
innumerables Escuelas de Música de todo el país y diversas
estudiantinas. Pregúntele a los músicos P. Pirela. Infórmese. Para
completar su sobreactuada perorata, insultó además, a la mayoría del
Pueblo Venezolano, diciendo que por no tocar violín o tamboras, unos
cuantos serían delincuentes “… Yo no estoy con una pistola, porque me
dieron un violín y una tambora. Y muchos de ustedes también” (Ver
video antes adjuntado). Es decir, que ser pobre o vivir en un barrio
es condición sine qua non para ser delincuente. Ese es un discurso
discriminador. ¿O no filósofo? El Pueblo también sabe desmontar
informaciones, contrainformaciones y desinformaciones.

Entonces, en más de treinta años de trabajo de “El Sistema”, según su
interpretación y defendida eficiencia, debería ya haber erradicado la
pobreza intelectual de las mayorías y en términos fácticos, no debería
ya haber delincuencia en el país porque “El Sistema” sería hoy en
conjunto, los incuestionables Ministerios del Poder Popular para la
Educación, Cultura, del Interior y Justicia y de Asuntos
Penitenciarios. ¡De la generalidad al simplismo! Lecturas de la
realidad basadas en desconocimiento o por “no entrar en detalles”.
“Usted me perdona don… Yo no sé filosofar” (A. Primera).

La guinda a este debate la puso el periodista C. Hernández de Ciudad
CCS al hacerle una infeliz, desatinada y apologética entrevista al
filósofo zuliano de un “barrio de Maracaibo” P. Pirela
(http://www.ciudadccs.info/?p=379532). En vez de lavarle el rostro al
filósofo –tal como pretendía-, se lo ensució más. Y entiéndase que
nadie cuestiona las inclinaciones políticas de estos personajes,
devenidos en paladines sacrosantos e “irrebatibles” del “Chavismo”.
Nadie puede dudar que obran hacia la izquierda, pero defienden
desinformadamente en este caso, a la derecha; subestimando a un Pueblo
conciente que sí desmontó la “olla” no obviando “detalles”
inexcusables. A fin de cuentas, la mentira del “Maestro” en torno al
“concierto” al renegar del contenido del video de El Nacional, la
desinformación de un filósofo y el desconocimiento imperdonable de un
periodista, nos convocan a profundizar el debate en torno al Sistema
Nacional de Orquestas y a hablarle claro a cuanto fulano – de una lado
y del otro-, se crea más que alguien y más que el Pueblo: “AQUÍ YA NO
HAY, NI HABRÁN MÁS NUNCA, VACAS SAGRADAS”.

La Contraloría Social debe activarse para preguntar si “El Sistema” es
otro Estado dentro del Estado, otro Ministerio de Cultura, el negocio
de alguien, “La caja de Pandora” de unos pocos, la dependencia
cultural más onerosa de la Nación, la panacea contra la inseguridad,
“la resurrección y la vida” y que “fuera de ellos no hay quienes
salven”; el Alfa y el Omega contra el caos latinoamericano y mundial o
una mafia capaz de todo por mantener su estatus y dominio. La
Contraloría Social pregunta por qué el Gobierno Nacional no se ha
pronunciado al respecto. Ese silencio sin duda, crea más suspicacias
que claridades.

Y termino diciendo: “El Sistema” y el “Maestro” Abreu son criticables,
son cuestionables, no son dioses, ni deidades, son parte de una
realidad que la Revolución Bolivariana debe abordar para descifrar sus
enigmas, su compromiso y sus propósitos reales, objetivos, verdaderos,
sinceros a esta historia de todos, no a la de ellos, los ungidos, los
pocos. Quítenle el cuantioso respaldo financiero, a ver si no se le
quiebran las motivaciones y las convicciones a “El Sistema” y sus
integrantes y vean quiénes defenderán la Revolución Bolivariana en una
coyuntura caótica. Propongan “El Sistema” en África o Haití, para ver
hasta dónde les llega el “altruísmo”. La ingenuidad “no es buena
consejera” y en revolución es imperdonable.





Pedroromero1964@gmail.com


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