Palabras para Zenaida

Zenaida, ¿Cuántos días transcurrieron desde que la tristeza se metió por debajo de la puerta, se instaló en tu mesa, y ocupó esa silla vacía donde antes se sentaba tu alegría primogénita, tu desbordado amor pequeñito que decidió irse tras una utopía? Zenaida Mata, tu cara me recuerda a mi Patria esperando a sus hijos; tus ojos son el testimonio del amor, tu misma eres un pueblo, sentada en la mecedora con tu vaivén entre la nostalgia y el anhelo. Con tu vestido negro de flores blancas aguardas que alguien toque la puerta para devolverte un rostro perdido hace ya tanto, que sin embargo sigue joven y vigoroso, como las ideas y el corazón.

Zenaida, ya quisieran otros tener un poquito de tu valor. Cuarenta años, casi la mitad de tu vida mirando hacia el vacío, así como “cuando llora una estrella”, en un silencio, titilante, pero sin apagarse nunca.

Pero mira cómo son las cosas, lo único permanente es el cambio, si ayer el silencio de los sátrapas fue la respuesta al lamento, hoy el río de la lucha de los tiempos devuelve los alejamientos del alma: Noel Rodríguez regresó, y ya no es silencio o sombra, vino agostando ese espacio de irremediable melancolía en el corazón de tantos que aún esperan, con él también vino la verdad, el deshielo de la falsedad que cubrió los ojos de aquellos que no quisieron ver. Noel no es odio ni herida, llega para seguir develando aquello que no volverá a ser. Con su llegada viene el rompimiento de esa moral putrefacta de aquellos viejos seres que nacieron con una oquedad en el lugar del corazón.

Noel Rodríguez regresó, sí, y es un testimonio de la amoralidad de un sistema reproductor de miseria, adorado por los idólatras de la moneda, capaces de muerte con tal de mantener el altar de su mezquindad y la venta de su pueblo.

Noel Rodríguez regresó, sí, y es el testimonio de la superioridad ética del socialismo, debo decir Zenaida: del amor por el ejercicio de la honestidad, la verdad y la memoria.

Noel Rodríguez es un clamor, un llamado moral a un pueblo que debe mantenerse despierto, organizado y crítico ante la violencia, la corrupción y la falsedad sin importar el color de origen de estas miserias tengan.

Por eso Zenaida, escribirte a ti es como construir versos para un pueblo, un amor memorioso pero que ya no espera más, no puede esperar ni un minuto más, la necesidad le hace elevar la mirada a este amor, tiene la urgencia de abrazarse con sus hijos y avanzar hacia la vida.

padronh77@hotmail.com


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