Culminado el proceso electoral, en donde la voluntad popular, le confirió por cuatro (04) años más el mandato a la Gobernadora Stella Lugo de Montilla, quien deberá asumir nuevos retos, para transitar los caminos que conducirán al Estado Comunal, vía hacia a la instauración del Estado Socialista; de inmediato, irrumpieron los aspirantes a las Alcaldías del Estado Falcón.
En la calle, muchos nombres están sonando. Algunos con aspiraciones simbólicas. La oposición, desde hace un año tiene su candidato, quien hasta ahora, no ha salido a la palestra como tal y permanece en anonimato.
En este proceso electoral, deberán explicar nuevos elementos. Existen una serie de leyes, que obligan a implementar las políticas revolucionarias de cambio en la gestión municipal. No puede existir un proceso de elección, sin que los aspirantes en sus mensajes no mencionen como van a engranar con las leyes del poder popular y con la Ley Orgánica para la Gestión Comunitaria de Competencias, Servicios y Otras Atribuciones. Todas estas leyes revolucionarias, obligan a mancomunar esfuerzos para construir el nuevo Estado, a poner en práctica la planificación pública y popular, y al comienzo de cada año, presentarle al Consejo Federal de Gobierno, el plan de transferencia de competencias comunitarias, para que las organizaciones de base del poder popular, se incorporen a la ejecución de presupuesto por proyectos.
El pueblo está familiarizado con los planes de desarrollo. Desde el 2007, el Presidente Hugo Chávez, viene hablando a cada rato del Plan Simón Bolívar, herramienta que guía la gestión del Estado Bolivariano.
Bajo las líneas del Plan Socialista de Desarrollo Sustentable, todas las ramas del Estado, tienen que planificar su gestión; para ello, están las instancias de la planificación: A nivel nacional, el Consejo Federal de Gobierno; en los Estados, El Consejo de Planificación y Coordinación de Políticas Publicas Estadales; y en los municipios, El Consejo Local de Planificación Pública.
En la campaña para elegir el Presidente de la República, todo el pueblo observó, como el Presidente-Candidato, en sus apariciones públicas enarbolaba el proyecto del Plan de la Patria, como la propuesta para seguir construyendo el socialismo: explicaba las ideas centrales del II Plan Socialista 2013-2019. El Presidente reelecto, de inmediato, activó la Constituyente del segundo Plan Socialista, para que todas las instancias del Estado, de los sectores privados y sociales y de las organizaciones de base del poder popular, pudieran participar a través de propuestas, en la conformación del plan rector del desarrollo nacional. Culminado el proceso de consulta, se procederá a someter a la Asamblea Nacional, el Proyecto del II Plan Socialista, para convertirlo en Ley de la República.
Hasta ahora, de las acciones proselitistas de los potenciales candidatos, se percibe que andan como si no existieran cambios. Los planteamientos y los medios para propagarlos, son similares a los de la cuarta república. Pretenden buscar votos, sin dar muestras que están inmersos en el proceso de cambio, enmarcado en las nuevas leyes.
A estas alturas, los aspirantes a las Alcaldías, ya debieran tener en la calle, bajo los lineamientos del Plan de la Patria, sus propuestas para la elaboración de los Planes Estratégicos Municipales. Quienes resulten electos, a esos planes estratégicos, que son mandato en las leyes del poder popular, una vez realizado el proceso electoral, posterior a sus pasos por las respectivas consultas y aprobación del Consejo Local de Planificación Pública, deberán convertirlos en ordenanzas.
El Plan Estratégico Municipal, tendrá una duración de cuatro (04) años. Los planes operativos anuales, surgirán de los Planes Estratégicos, que como herramienta de la planificación pública y popular, deberán nacer del ejercicio de la Democracia Participativa y Protagónica, como la herramienta del Estado Democrático y Social, de Derecho y de Justicia, que señala la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
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