¿Qué pasaría en Venezuela si no existiera la Asamblea Nacional?

La pregunta es un largo etcétera que podríamos resumir en: ¿Qué pasaría en Venezuela si no existieran las instituciones que el Estado creó para su "funcionamiento"? Y nos las formulamos quienes ayer tuvimos la ocasión de sintonizar el debate de la Asamblea Nacional y sentir vergüenza por el estado de descomposición moral y ética de la gran mayoría de los allí presentes.

¿Cree realmente la dirigencia chavista que sale victoriosa de un "debate" de esa naturaleza? Yo me inclino a creer que al igual que yo hay muchos que sintieron asco y vergüenza por tener las instituciones que aún tenemos, y en consecuencia, una nómina de empleados improductivos que no sólo no cumplen con sus funciones legislativas, sino que se dedican al chantaje, al robo y a la matraca, bajo la más descarada impunidad, porque tampoco los demás organismos públicos llamados a ejercer control, funcionan.

Entre acusaciones y contraacusaciones, insultos y descalificaciones, el gran ausente fue precisamente el debate. Ninguno de los que hicieron uso de la palabra dio muestra alguna en su discurso de estar en condiciones de ofrecer argumentos o contraargumentos. Todo lo que allí escuchamos fueron excusas: "Sí robamos pero ustedes también lo hacen", "Robamos, pero a los empresarios; ustedes roban al erario público", "Pruébame que yo robé" (mientras mueves a tu antojo las teclas del poder),"Es un "chupametras", pero es preferible que lo sea del Presidente Chávez y no del imperio"…

Mientras veía y escuchaba aquella diatriba absurda fundamentada en la lógica del burocratismo de Estado, pensaba en la labor diaria de un maestro o la de un médico, por colocar dos funciones emblemáticas y escasamente remuneradas en el país. Pensaba si por el salario que nos cancelan a los educadores, esas personas que exhiben graves problemas de formación académica y humana, persistirían en asumir cargos de diputados, alcaldes, directores, concejales… Pensaba, en definitiva, qué podría ocurrir si suprimimos estas instituciones y nos libramos de la rémora económica y moral que encarnan.

Con escenas como éstas, los funcionarios llamados supuestamente a aligerar el paso de una sociedad capitalista a una socialista, alimentan el pensamiento anecdótico, inmediatista y mediático que les conviene a un Estado ineficiente y con instituciones paralíticas, plagadas de politiqueros de oficio que descubrieron en esos espacios la forma de seguir medrando del erario público y lucir gorritas tricolor con la estampa del 4F para "rescatar" íconos en la eterna contienda que impide la necesaria reflexión y el ejercicio de la creatividad.

¿Qué pasaría en Venezuela si eliminamos la Asamblea Nacional y las instituciones? Yo creo que nada cambiaría. El Presidente asumió hace algún tiempo una Ley Habilitante y demostró que era posible adelantar leyes fundamentales en beneficio de las mayorías. Sin embargo, todo sigue igual o peor porque insistimos en repetir el mismo esquema estructural y renunciamos a ser creativos.

Pero si por el contrario nos decidimos a destruir definitivamente estas estructuras aberrantes, además de ahorrarnos un presupuesto significativo que hoy se despilfarra impunemente, podríamos comenzar a construir otra forma de ejercicio legislativo. Y necesario agregar: otra forma de política municipal, otra forma de gestión de salud, educación, tenencia de tierra, alimentación, cultura…

Detengamos la contienda politiquera y exijamos el debate profundo, respetuoso, la discusión inteligente que merece un pueblo con coraje como lo es el pueblo venezolano. De lo contrario, hurgarán en lo peor de nosotros, que es nuestra paciencia. Y cuando eso ocurra habrán perdido eficacia los íconos que han creado para manipular a las mayorías, y el pueblo les pasará por encima para hacer a su modo la revolución tantas veces postergada.

martieducador@gmail.com


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