Fascinación comercial produce el deshielo ártico

Muy pocos deben haber imaginado que el invento de la rueda traería con el carro egipcio, la diligencia, el barco a vapor, el ferrocarril, el avión, las naves Apolo y los transbordadores espaciales, la masificación de la transportación que acentuó el comercio mundial a través de los mares utilizados como las principales vías comerciales.

Las grandes potencias del mundo eran y son potencias marítimas para colonizar y aprovechar los recursos naturales de esas nuevas tierras, los países más desarrollados son los que tienen ciudades portuarias más grandes donde los grandes barcos puedan atracar y descargar enormes cargas de productos.

Solo a partir de 1900 el mundo empezó a experimentar las grandes transformaciones económicas y las consecuencias positivas y negativas que trago las miles de aplicaciones de la energía sacada de los recursos naturales cuyo resultado se tradujo en la aparición de cientos de miles de industrias que cambiaron para siempre la economía global y acentuaron la contaminación ambiental y la desigualdad social de la mayoría de personas que habitamos la tierra. Personas vistas como una estadística para explotar comercialmente en donde el tiempo es un recurso económico que hay que abaratar con el costo del transporte.

El Polo Norte o mar Ártico de 14 millones de kilómetros cuadrados lleno de islas abren enormes oportunidades a EEUU, Canadá, Noruega, Suecia, Islandia, Finlandia, Rusia, Escocia, Dinamarca, por las nuevas rutas circumpolares; ruta noroeste y ruta del norte abierta por el derretimiento de la capa de hielo abren la oportunidad de acortar el tiempo en el transporte de carga, militar y combustibles entre el norte de Europa y Asia o entre Shanghái, Singapur, Tokio, viran hacia el noreste en vez del oeste a través del Canal de Suez.

Sobre el Polo, más velocidad significa ahorro de tiempo y dinero. La disputa de recursos naturales, controles navales, bases militares y petroleras, accidentes marítimos, operaciones de rescate traerán mas desgaste de la moralidad y la ética, con ella las costumbres de los pueblos sus leyes y sentimientos se verán afectadas para siempre y la edificación de una justicia perfecta que algún pueblo anhele se verá sometida al veredicto de una Corte Internacional para asuntos soberanos alejando la construcción de verdaderas Repúblicas como lo dijo Sócrates, justicia perfecta glorificada por Platón, modelada y consolidada por Aristóteles, cada vez se alejan mas con el calentamiento global.

A ninguno de los países limítrofes con el Ártico le interesa las políticas conservacionistas o porque son culpables directos de la emisión de gases de efecto invernadero culpables del calentamiento global que produce el derretimiento de los casquetes polares o porque son meros espectadores de esa circunstancia, cualquiera sea el motivo los hace cómplices de la falta de juicio, nunca aceptaron los juicios estimativos realizados con sinceridad y preocupación para ver lo que se venía con el calentamiento global; los cambios climáticos son aprovechados cínicamente por la política respecto a las nuevas tecnologías y por el comercio mundial que sostienen la dependencia del tercer mundo con el primero.

Los deshielos en el Ártico han roto record tras record los últimos años pero nada como en el 2012, abriendo nuevas rutas para la navegación y nuevas posibilidades para la explotación de recursos petroleros, gasíferos y minerales.

Se viene un nuevo y enorme conflicto geopolítico solo visto en el Canal de Panamá, Canal de Suez y Golfo Pérsico. Ya llego a Japón el primer barco tanquero cargado de gas que navegó por rutas árticas.

El Consejo Ártico está siendo desbordado por los intereses del capital lo mismo que los modos cooperativos entre naciones cuando decidieron en el 2009 EEUU y Rusia colocar banderas de titanio en el fondo del mar Ártico, o los proyectos de Canadá de construir una nueva armada ártica o el nuevo rompehielos chino “dragón de nieve” que rompió el hielo entre Shanghái e Islandia.

Europa del norte rica en hidrocarburos y las sedientas terminales de Asia, harán del Ártico un mar negro causado por los derrames de petróleo. Esto de las rutas árticas es una locura disfrazada de honradez comercial que favorece a la anarquía capitalista porque no utiliza con honradez los recursos naturales importándole un pepino los cambios climáticos que afectan mucho más a los países en vías de desarrollo por los gastos económicos.

¿Qué juicio moral y ético puede haber en explotar el mar Ártico, producto del deshielo ignorando la situación en la que se encuentra la tierra por el efecto invernadero causadas por las naciones más desarrolladas?

Las predicciones fatídicas sobre el deshielo de la masa de hielo en los polos, en las cordilleras, la elevación del nivel de los mares, los efectos por el agua dulce en la salinidad de los mares alterando su proporción afectando la temperatura atmosférica son ya una realidad que nos está llevando a una destrucción física y moral del mundo.

Los asteroides, erupción de súper volcanes, tsunamis gigantescos, son amenazas fantásticas para la tierra que pueden ocurrir, pero, los colapsos financieros, los desastres naturales, las epidemias, el aumento de temperatura en la atmosfera, los cambios climáticos cada vez más fuertes no solo alteran a los Estados ponen en peligro la vida como peligroso para la extinción de la vida humana y natural es, la posibilidad de un conflicto nuclear si entran en escena los proyectos militares que exige el pentágono y la OTAN contra Irán y Corea del Norte.

En este orden de costos para la vida, entra en escena este nuevo escenario de la transportación comercial y militar por el mar Ártico.


rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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