Sobre el Plan Socialista de la patria

Por primera vez desde 1998 tenemos un programa de transición al socialismo y seis años por delante –cuatro para las Gobernaciones y Alcaldías- para concretarlo. En palabras del Presidente Chávez “Este es un programa que busca traspasar la barrera del no retorno. Para explicarlo con Antonio Gramsci, lo viejo debe terminar de morir definitivamente, para que el nacimiento de lo nuevo se manifieste en toda su plenitud…estamos obligados a traspasar la barrera del no retorno, a hacer irreversible el tránsito hacia el socialismo.”

Este punto de inflexión va a implicar una agudización de las contradicciones de clase como ya estamos viendo. La contrarrevolución, es decir, los grandes empresarios y terratenientes a través de la oposición política que los representa, aprovecharán cualquier accidente como la enfermedad del Presidente para que la necesidad contrarrevolucionaria se exprese a través de planes y acciones desestabilizadoras. Ante esta disyuntiva, la revolución tendrá que defenderse de la única manera posible, a saber: acelerando los cambios que produzcan de forma hegemónica la mutación socialista del Estado y la economía que nos permita arrebatarle a la burguesía su base material de sostenimiento como clase social.

El Plan Socialista de la Patria, no es ni puede ser todavía un plan socialista como tal sino un plan que vincula las tareas democráticas nacionales pendientes, por el incumplimiento histórico de nuestra burguesía nacional parasitaria, con las tareas propiamente socialistas. Es decir, vincula las medidas de desarrollo eco-industrial, agroalimenticio y de modernización de las infraestructuras con las medidas de socialización de la economía y transferencia del poder político a los consejos de obreros, campesinos y comunales.

El arte de la política en este nuevo período va a consistir en saber combinar estas dos tareas, la nacionalista y democrática con la socialista. ¿En qué proporción? Eso lo dirá la realidad misma en función de la lucha de clases en los ámbitos concretos y de la capacidad política de nuestros dirigentes para buscar los caminos (tácticas) que lleven a la transformación del sistema.

Para dicha vinculación combinada el Presidente Chávez ha propuesto cinco objetivos históricos, a saber: I. Defender y consolidar la Independencia Nacional. II. Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI. III. Convertir a Venezuela en un país potencia en el marco de América Latina. IV. Construir una geopolítica internacional multicéntrica y pluripolar. V. Preservar la vida en el Planeta.

Iremos analizando uno por uno estos puntos sin pretender por ello monopolizar la interpretación y visión del Presidente Chávez. Cada quién debe interpretar a su manera cualquier texto de cualquier autor. En ello radica la base científica para la discusión democrática. Aquí no hay verdades absolutas, como decía Lenin en Materialismo y Empiriocriticismo, “hay que razonar con dialéctica, es decir, no suponer jamás que nuestro conocimiento es acabado e inmutable, sino indagar de qué manera el conocimiento nace de la ignorancia, de qué manera el conocimiento incompleto e inexacto llega a ser más completo y más exacto”.

¡SOCIALISMO O BARBARIE!

edurojo7@hotmail.com



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