Ruralidades

Los Daktari en Petare

Cuidado pueblo Chávez; cuidado Ministro Reverol, cuidado Maripili, Ministra de la Juventud; cuidado cuerpos de seguridad. Es que lo que se va a conmemorar el próximo miércoles no es cualquier cosa. Se trata, nada más y nada menos de la Revolución traicionada por los seguidores del correlón Rómulo Betancourt, a quien no podemos llamar traidor si fue él mismo quien dio la clave para que su compinche de entonces, Marcos Pérez Jiménez, tumbara al maestro Gallegos, por “blandengue” con los comunistas, después que derrotaron a Medina por progresista.

Dicho esto, al grano con los facinerosos. No es el temeroso, que no temible, Uribe Vélez, quien se queda quieto. Tampoco el pirujo Aznar, sirviente de la Moncloa, como para darle tregua a sus vasallos de la burguesía venezolana, que tan bajo se arrastró en su empeño por acabar con la revolución venezolana. Para eso tienen en la Gran Caracas al “general” de los mercenarios simulados y movibles según el objetivo de que se trate, al sempiterno y ya solitario Leopoldo López (Radonski desertó)

Luego entonces, a ello vamos sin reserva. A un tipo tataratero, inestable en su comportamiento, como ese “general” subalterno del tronado Uribe Vélez, no le importa llamar a los pocos ingenuos que aún escuchan sus peroratas absurdas, para que se dirijan a Miraflores, al imaginarse que la vieja casa de Doña Jacinta quedará sola, cuando el tropel de pueblo se concentre en el 23. No llegarán por supuesto. No solo porque el Palacio de Miraflores estará protegido por esa juventud bravía, con y sin uniforme. Más correcto sería decir, que cuando el grupito “noventa y dos” mire el lugar vacío donde marchaba el “general” y sus asistentes, se dará cuenta que “tiro loco” se devolvió, tal cual lo hizo el trueno ronco de Carlos Ortega después de gritar a la muchedumbre engañada: “¡Vamos pa’ Miraflores!”, y se devolvió, entre tanta gente que nadie se dio cuenta para seguir su conservador ejemplo.

El “general” Leopoldo López, sobrino-nieto del cervecero que nos arruinó el río Neverí de las aguas cristalinas de los primeros biberones (disculpen lo frio entre candela), es capaz de ordenar, antes de Villadiego, para que sus daktaris enciendan la mecha y, como si no hubiesen roto un plato, zambullirse de nuevo en los barrios de Petare.

Arriba nombramos a la luchadora Maripili, no para que nuestra inteligente mujer socialista salga, cual Manuela Sáenz del S IXX, en tareas de enfrentar al enemigo. Sí para que alerte a nuestros muchachos y muchachas de manera que no caigan en provocaciones. Además, es bueno que se sepa que los cuerpos de seguridad de hoy en día, bajo la sabia dirección de Hugo Chávez, están conformados por una inteligente juventud de hombres y mujeres, preparados para la persuasión. Lo que no quiere decir cobardía ¡Qué no se equivoquen!

Por ultimo. Ya basta con lo que han hecho esos mercenarios uribistas, amamantados acá con los dineros que son del pueblo, a través de Capriles Radonski, quien dispone a su antojo de los dineros de la administración del Estado Miranda. Más el montón de dinero del Country Club. Ya basta que los petareños estén sufriendo el chantaje de esos asesinos, hasta el punto de amenazar a los y las camaradas para que no salgan a votar por los revolucionarios. La inteligencia detecta camuflaje.

Patria, Socialismo o barbarie. Venceremos!

*pedromendez_bna@yahoo.es



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Pedro Méndez


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