Manifiesto en Defensa de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

Maracaibo 14 de Enero de 2013

Con un saludo respetuoso y fraterno a todo nuestro pueblo, y unidos al clamor universal por la salud de nuestro amado líder, Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, queremos aportar nuestras reflexiones sobre la coyuntura política planteada en torno al inicio del período constitucional 2013-2019.

Quienes suscribimos este Manifiesto, tuvimos el honor y la oportunidad histórica de ser voceras y voceros del glorioso pueblo de Urdaneta en la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. El proceso constituyente, no exento de poderosos enemigos y fuertes obstáculos, sólo fue posible por el desencadenamiento de la fuerza incontenible del pueblo trabajador, que entregó al Comandante Chávez la llave que abre los muros de la historia.

La convocatoria constituyente, fue la principal oferta electoral de 1998, que el Presidente cumplió de manera inmediata y cabal, para refundar la República y darle cauce a la construcción de una sociedad democrática e igualitaria, con un Estado social de derecho y de justicia, como instrumento de transformación revolucionaria.

Por primera vez en la historia nacional, el poder constituyente original se movilizó masivamente para darse Constitución; de allí que el resultado haya sido una nueva y más profunda democracia, caracterizada por la participación y el protagonismo del poder popular. La Constitución de 1999, inspirada en la Doctrina de El Libertador Simón Bolívar y aprobada en referéndum por la inmensa mayoría del pueblo venezolano, abrió el sendero de tener Patria Soberana y Justicia Social. La Constitución Bolivariana, inició en nuestro país el tiempo de los derechos humanos, dándole protagonismo como nunca antes en la historia, a los sectores sociales que siempre fueron excluidos. Su enorme autoridad moral, política y jurídica, sólo se vio cuestionada durante aquellas oprobiosas horas de dictadura oligárquica de abril de 2002, que pronto el pueblo bolivariano se encargó de botar al basurero de las canalladas, para vergüenza de la derecha pro-imperialista que osó burlarla.

En los actuales momentos, esos mismos enemigos de la Patria, cabalgando odiosamente sobre la enfermedad del Presidente, pretenden desestabilizar al país con manipulaciones leguleyas, mostrándose absolutamente ignorantes del nuevo constitucionalismo que nos hemos dado de manera soberana. La felonía con que actúan los aleja de valores elementales de nuestra tradición cristiana, cuando ni siquiera respetan el derecho humano a la salud y la ética hipocrática de aceptación universal.

Lo primero que debemos apuntar es la absoluta e incuestionable legitimidad del liderazgo del Comandante Hugo Chávez, sellada contundentemente el pasado 7 de Octubre de 2012 por una clara mayoría del electorado nacional. Esto es muy importante remarcarlo, porque estamos en presencia de un Presidente en funciones que fue ratificado en el cargo por la voluntad popular. Adicionalmente, el Poder Electoral, procedió a proclamarlo y acreditarlo, como constancia pública y única de ser la persona electa para presidir la República en el periodo 2013-2019. Esto parecen olvidarlo a propósito los conspiradores de pacotilla.

El Artículo 231º constitucional establece que: “El candidato elegido o candidata elegida tomará posesión del cargo de Presidente o Presidenta de la República el diez de enero del primer año de su período constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional”; y agrega, como inciso preventivo de situaciones especiales que impidan el formalismo anterior: “Si por cualquier motivo sobrevenido el Presidente o Presidenta de la República no pudiese tomar posesión ante la Asamblea Nacional, lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia”.

Para la Constitución Bolivariana queda claro que lo substantivo no es el formalismo de juramentarse ante la representación que ejerce la Asamblea Nacional, sino, salvaguardar la voluntad popular ante todo evento, garantizando que la persona electa por la ciudadanía, accederá al ejercicio de sus funciones indefectiblemente.

Incluso este principio constitucional, que es transversal en nuestro ordenamiento jurídico, quedó taxativamente expuesto en el Art. 257º, donde se dice que “No se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no esenciales”.

Es nuestro deber recordar, que tanto el Preámbulo como el Artículo 2º de nuestra Carta Magna, establecen que somos un Estado de Derecho y de Justicia.

Es una necedad que la oposición hable de faltas temporales o absolutas, debelando su falta de virtud, cuando el Presidente en funciones, reelecto y proclamado, está haciendo uso legítimo de un permiso constitucional para atender su delicado estado de salud.

Lo que sí está muy claro en la conciencia de la mayoría nacional, es lo contenido en el Artículo 5º de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que es la esencia y razón de ser de nuestra Revolución: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”.

Esta última frase del Artículo 5º deja sin aliento la perorata morbosa de la oposición, despechada tras dos derrotas aplastantes y siempre tan movida por odios indignos. Tanto la Asamblea Nacional como el Tribunal Supremo de Justicia, el Ejecutivo, la FANB, y cualquier instancia del poder público a todo nivel territorial, se deben a la soberanía popular, y “a ella están sometidos”.

Las instituciones del Estado han procedido correctamente en el marco de la Constitución Nacional, y el cronograma de sus actos, se ha cumplido de manera impecable. En primer lugar, los comicios del 7 de Octubre tuvieron un resultado inobjetable, donde la soberanía popular se pronunció tajante al elegir a Chávez para que continuara al frente de la presidencia, y en consecuencia, el Consejo Nacional Electoral así lo proclamó.

En segundo lugar, el Poder Legislativo autorizó al ciudadano Presidente para tratarse su enfermedad en la hermana República de Cuba.
En tercer lugar, el ciudadano Vicepresidente Nicolás Maduro Moros, informó a la Asamblea Nacional, como es su competencia por el numeral 5 del Artículo 239º de la Constitución, sobre el motivo sobrevenido por el cual el Presidente no podría acudir a la ceremonia del 10 de Enero en esa sede.

Y en cuarto lugar, el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, por Sentencia interpretativa, pone en marcha el mecanismo excepcional previsto en la parte final del Artículo 231º constitucional, para que, en el momento oportuno, el Presidente preste juramento ante ese máximo Tribunal de la República.
Reiteramos, junto a la gran mayoría honesta y trabajadora de este país, nuestro apoyo irrestricto a las actuaciones de los Poderes del Estado en resguardo de la soberanía popular, la institucionalidad, la estabilidad, la paz y la tranquilidad de la nación.
La voluntad del soberano pueblo de Venezuela se expresó fuertemente el 7 de Octubre y la defenderemos con razones, con fuerza, con pulso y honor.

Con Chávez en ristre y venciendo, por la gloria vivida y las victorias por venir.


Yldefonso Finol
El Socialismo es Vida.

"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador. Guayaquil 5 de agosto de 1829.

caciquenigale@yahoo.es


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Yldefonso Finol

Economista. Militante chavista. Poeta. Escritor. Ex constituyente. Cronista de Maracaibo

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