…de la renta, la socialización y la pecha al capital

Transición al Socialismo (I):

Convencidos como estamos los revolucionarios de la necesidad de
construir el Socialismo, un sistema cada vez más inclusivo y solidario que
contraste con el modelo explotador y desintegrador del capital, en
Venezuela hoy nos proponemos seguir avanzando en la línea de la justa
distribución de la riqueza, de la productividad económica y de la eficiencia
en la gestión de gobierno. La renta petrolera nos ha servido de palanca.
Con los recursos provenientes de la exportación de petróleo, aumentados
exponencialmente en los últimos años tras la ejecución de una política cada
vez más soberana e independiente, vía Fondos de Desarrollo Nacional
(Fonden, Fondo Chino…), por poner un ejemplo, se han ejecutado grandes
obras de infraestructura. Además, estos aportes han permitido la
consolidación de las misiones sociales y otros programas nacionales, entre
ellos, Barrio Adentro I, II y III, Ribas, Mercal, Milagro, Revolución
Energética, Sucre, Identidad…, y han consentido el desarrollo de planes
especiales de inversión en vivienda (Gran Misión Vivienda Venezuela) y
proyectos agrícolas (Misión Agrovenezuela), entre otros.

Hemos venido profundizando la Revolución. ¡Sin duda!. Con la siembra
petrolera hemos sentado las bases para la transformación del modelo
productivo, distributivo y de consumo burgués que, por inhumano y
explotador, tanto se ha cuestionado en nuestro país y el mundo. Pero eso no
basta. Es preciso que actuemos en los diversos frentes de la economía
venezolana para superar los aberrantes esquemas nacionales de castigo al
trabajo, al salario, y de premio al capital, a la ganancia.

En tal sentido, es fundamental que arreciemos la conversión de los
negocios estratégicos en propiedad social, vale decir, transformar en
activos reales colectivos los medios que, de forma egoísta, son sólo de
usufructo de individualidades, y a la par desarrollemos estrategias que
posibiliten, que aceleren, la inversión estatal productiva.

De allí la importancia, la total vigencia que hoy cobra la propuesta de
adelantar una “reforma tributaria que peche a los que más ganan”. Tal
como lo expresa el diputado revolucionario Jesús Faría, militante del PSUV
y vicepresidente de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la

Asamblea Nacional, a los efectos de potenciar los ingresos tributarios no
petroleros, es necesario que pechemos con más fuerza el capital, utilizando
un esquema impositivo progresivo cuya tasa o tarifa aumente en la medida
en que se eleve el ingreso producto de la actividad económica.

Es justo y totalmente cónsono con los postulados de la tan anhelada
“sociedad de iguales”, que quien más gane, más contribuya con el
desarrollo del país, en procura de un sistema que centre su atención en los
más necesitados. Con la reforma tributaria planteada, el agente económico
que más ingresos reciba, debería pagar mayores impuestos porcentualmente.
Para tales fines, el Impuesto sobre la Renta (ISLR) es considerado el ideal,
pero también deberían tomarse en consideración tanto el Impuesto al
Consumo como el Impuesto al Patrimonio.

Lo cierto es que urge un reordenamiento del sistema tributario actual para
pechar directa y progresivamente la tenencia y atesoramiento de recursos,
así como la reducción de gravámenes regresivos como el Impuesto al Valor
Agregado (IVA), porque éstos afectan en mayor proporción a quienes
menores ingresos perciben.

Luchemos, entonces, contra el irracional afán de “maximización de la
ganancia y acumulación de capital”, por la vía de la justicia tributaria, y
además avancemos en la política de socialización de los medios de
producción. Seguros estamos de que con ello lograremos, en transición, dar
un gran salto hacia el Socialismo.
XXX

villegas20@gmail.com



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