Con relación a los dimes y diretes voceados con visible desespero a través de los medios golpistas por los dislocados cerebrales que dirigen la denominada MUD (Mesa de la Unidad Democrática) que nunca fue, es, ni jamás será realidad alguna, tenemos que el anunciado gran paro nacional convocado, sin tener cómo ni con qué, para el día jueves 10 del presente mes, con visita incluida a la embajada de Cuba, resulta un hecho por demás descabellado que podría ser únicamente comparado con la elección de una reina y un rey momo de carnaval en un manicomio, sin que se genere ningún tipo de perturbación del orden.
Sinceramente lo digo: Estos mal asesorados seudo dirigentes, incluyendo la representación cupular de la Conferencia Episcopal que ya se ha pronunciado positivamente a favor del llamado a la desestabilización del país, lo que están buscando es que el pueblo venezolano, quien acaba de dar, una vez más, su veredicto en cuanto a quién es quién políticamente en este país, termine de colmársele la paciencia y se pronuncie ahora de una manera poco usual y lance para la calle en ropa interior a quienes se niegan inútilmente a entender que la comprobada mayoría de venezolanas y venezolanos dejó atrás hace tiempo la inconciencia, y optó por desarrollar ante el presente siglo una vanguardia transformadora en todos los órdenes, al punto de resultar hoy una sociedad de referencia obligada para los demás pueblos del mundo que pugnan por emular a los hijos de Bolívar, de allí que se encuentran en plena ebullición hacia la búsqueda de los nuevos rumbos de exigencia vital para la permanencia de la especie humana en nuestra galaxia.
Finalmente formulo un llamado a toda aquella y aquel que se denomine revolucionario, a no caer en el chantaje de una oposición que es la única que sí es verdad que se encuentra inmersa y sin salida, dando tumbos entre los estertores de su ineviable muerte política.
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