Desde aquella lluviosa mañana de Diciembre del año 2004, que por primera vez te conocía personalmente en el Teatro Teresa Carreño y en el que estrechamos nuestras trémulas y cálidas manos, por ser yo mexicana y tú el Presidente de Venezuela y posteriormente, escuchar el mensaje de bienvenida a tu tierra querida a los quinientos escribidores, poetas e intelectuales de casi todo el orbe, te adopté como mi Comandante y hermano. No cabía la menor duda de equivocarme. Puede ver y sentir a través de tus ojos y al contacto de tu piel, al Mesías que traes dentro de tu alma buena, para la liberación de tu Pueblo y los demás hermanos, que en ti creyésemos.
Resiste y vive, amado hermano! Yo quiero Patria y quiero seguirte mi Comandante. Son 16 años, que no recuerdo como fuimos a dar –en el Internet- con una noticia en que hablaban de ti; a partir de ese momento, hemos y seguimos siendo tus fieles seguidores, voceros, defensores de tu causa y de tu Pueblo, porque sabíamos que era la esperanza nuestra y de muchos hermanos más.
Hace 15 años atrás, cuando varios diagnósticos ya me daban por muerta, por causa de cáncer de mama, me negué a ello y todo lo dejé en manos de Dios y aquí sigo mi Comandante, sin tener el privilegio divino que a ti se te ha asignado y que ahora sí, -aunque me contradiga- convencida y gustosa doy mi vida por la tuya. Esta terrible prueba que te han mandado, no solamente las has padecido tú, sino todos los que te amamos y los que no lo han hecho, para que valoren y reflexionen lo que es tener un hombre cabal como su Presidente, el que sabe amar tan profundamente como lo haces tú sin excepción de razas y credos. No te pueden quitar lo que te dieron, llevándote sin terminar la tarea para la que fuiste escogido. La parca no te necesita, somos nosotros los que te necesitamos, los que oramos constantemente por tu salud, los que nos sentimos desprotegidos sin tu presencia y tu alegría. El pensamiento y las bendiciones del mundo están contigo mi comandante, esperando que seas tú quien concluya el triunfo, del sueño y la lucha que el Adalid Simón Bolívar padeció, por defender del mal a todos los Pueblos de la América Nuestra y del Caribe al tratar de obtener su libertad.
¡¡¡UNA VEZ MÁS VENCEREMOS!!!
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