No recuerdo un clamor popular más inmenso en la historia por mi vivida, pasó nuestra frontera y se hizo de la voz y los corazones de la patria grande, rompió el continente y fue la humanidad toda que uso ese recurso sencillo de pedir a un poder superior algo que no estaba en nuestras manos.
Rezaron los cristianos y oraron los musulmanes, levantaron sus ojos al cielo igualmente en la India, en Rusia y en China, los pueblos árabes, todas las etnias del mundo hablaron a sus dioses, le pidieron por la salud de un hombre.
Ese grito de amor, ese ruego universal por la vida y la salud de Hugo Rafael Chávez Frías, es inmaterial, como nuestros diablos danzantes, quizá. Tiene poco de materialismo dialéctico o de ideológico, sale de los cánones de la praxis política, que ya se lanza como jauría sobre los espacios de poder vacíos u absolutos, pero es un poema gigante escrito por todas y todos que se levanta hacia el cielo infinito de las esperanzas, indeteniblemente.
Los Maya predicen el comienzo de una era de amor y hermandad, acaso una nueva era donde las fuerzas inmateriales, como el amor, el amor, el amor. Ese corazón herido de un pueblo que fuera dignificado por los años de lucha de todos estos pueblos en las batallas de Chávez por un mundo digno y humanitario.
No recuerdo. Ni siquiera recuerdo haber rezado antes, ni siquiera se hacerlo como enseñe iglesia alguna, pero si se lo que siente mi corazón latiendo ante las elementales fuerzas de este mundo y de los otros mundos que aun no se si existen, pero que sospecho. No recuerdo, ni me atrevo como ateo a criticar esta gran voz que escucho envolver a mi planeta, esta voz unida que es la voz de todos, llena del amor que es la esperanza de pueblos convertida en energía capaz de cambiar los designios mas materialistas que puedan haber, por no escribir milagrosa que es lo que siento y lo que espero.
Hace unos días escribí sobre la creación del Ministerio del Amor, lamentablemente no publicada en Aporrea, pero la pueden encontrar en kaosenlared y Noticias Bolivarianas. Hablaba de las fuerzas humanistas convertidas en prioridad. El amor ha sido el arma que mantiene victorioso a un pueblo ante un enemigo cuya bandera es el odio y la muerte. El amor a la vida, al futuro que dejaremos abierto a nuestros descendientes, amor al universo que pertenecemos y que hasta ahora parecíamos extrañar.
No recuerdo un clamor popular más inmenso en la historia por mi vivida, pasó nuestra frontera y se hizo de la voz y los corazones de la patria grande, rompió el continente y fue la humanidad toda quien lo trajo de regreso!!
¡Patria Independiente y Socialista: Viviremos y Venceremos!
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@hombrenuevo.
